La policía, en el centro de las críticas en Noruega
Apuntan a su lenta respuesta; para el gobierno, cumplió su misión
OSLO.- Cuando Anders Behring Breivik lanzó su ataque en el campamento de jóvenes del gobernante Partido Laborista en la isla de Utoya, esperaba que las fuerzas especiales de Noruega lo detuvieran y lo redujeran en cualquier momento.
En cambio, los oficiales de policía de las Fuerzas Delta no tenían helicóptero e hicieron un viaje en auto de 40 kilómetros. Luego debieron ser rescatados por un buque civil cuando su propia nave se rompió mientras trataba de navegar un tramo corto de un minuto hasta la isla.
En total, la policía tardó más de 90 minutos en llegar al agresor, que para ese entonces había herido mortalmente a 68 personas, a las que se agregan ocho víctimas fatales más dejadas por el estallido de un coche bomba colocado por Breivik horas antes frente a la casa de gobierno noruega en Oslo.
Mientras la policía noruega parece cada vez más a la defensiva, expertos internacionales afirmaron ayer que el gobierno y las fuerzas de seguridad deben aprender las duras lecciones de una masacre empeorada a causa de un manejo negligente de la política de prevención de atentados terroristas.
"Durante una hora y media fueron asesinados niños y la policía pudo haberlo detenido mucho antes", dijo Mads Andenas, profesor de leyes de la Universidad de Oslo cuya sobrina estuvo en la isla y sobrevivió al esconderse entre los arbustos.
Uno de sus alumnos, sin embargo, cayó víctima de las balas disparadas por Breivik. "Incluso teniendo en cuenta todas las circunstancias atenuantes, es imperdonable", dijo.
De todos modos, y pese a las críticas, el ministro de Justicia, Knut Storberget, dijo que la policía "cumplió muy bien su misión" el día en que el atacante activó una bomba frente a la sede del gobierno en Oslo y luego se dirigió a la isla de Utoya (40 kilómetros de la capital) para acribillar a los jóvenes que asistían a un campamento del gobernante Partido Laborista.
A su vez, el vocero policial Johan Fredriksen rechazó las críticas sobre el planeamiento deficiente y las fallas de equipamiento al calificar a los comentarios de "indignos".
"Podemos soportar mucho. Somos profesionales, pero también somos seres humanos", se defendió.
Mientras tanto, el abogado de Breivik, Geir Lippestad, dijo ayer que su cliente "está loco y vive en un mundo paralelo". Lo afirmó un día después de que Breivik se desdijera de su primera declaración respecto de que actuó solo en el atentado y afirmara que lo ayudaron "dos células más" de la supuesta organización de nuevos Caballeros Templarios, los cruzados medievales que protegían a los peregrinos cristianos en Tierra Santa.
"Todo el caso indica que está loco", declaró Lippestad a periodistas. Añadió que, de todos modos, era demasiado pronto para decir si el acusado alegaría enajenación mental. Breivik podría negarse a esta posibilidad porque cree ser "el único que entiende la verdad", según explicó el abogado, que afirmó que sólo continuaría con la defensa del agresor si éste decide hacerse pruebas psicológicas.
El viernes pasado, las fuerzas de seguridad que capturaron a Breivik llegaron a la isla a las 18.25, es decir 47 minutos después del pedido formal de refuerzos lanzado por la policía local, mal equipada. El tirador, que estaba armado en ese momento, se rindió en dos minutos, lo que reforzó el punto de vista de las víctimas respecto de que podría haberse evitado parte de la masacre si los efectivos policiales llegaban antes.
Sin embargo, Storberget ratificó que "la policía cumplió muy bien su misión", incluso a propósito de "los puntos criticados", si bien admitió "el error de la policía de no haber prestado más atención a la amenaza de la extrema derecha".
A las críticas sobre la lentitud de la policía, se añade la presunta negligencia de las autoridades, que no tomaron en consideración informaciones relativas al sospechoso obtenidas en marzo pasado. En efecto, el nombre de Breivik figuraba en una lista de entre 50 y 60 personas que compraron en Polonia productos químicos susceptibles de ser usados en la fabricación de explosivos.
Además, el polémico locutor estadounidense Glenn Beck provocó ayer una ola de críticas al comparar el campamento socialdemócrata noruego donde se produjo la matanza del viernes con los de las juventudes nazis de Adolf Hitler.
Sus comentarios fueron calificados de "ignorantes" por Torbjorn Eriksen, ex vocero del premier noruego Jens Stoltenberg: "Los jóvenes activistas políticos se han reunido en Utoya por más de 60 años para aprender sobre la democracia [...] exactamente lo contrario de lo que se trataban las juventudes de Hitler".
UNA PRISIÓN DE LUJO PARA BREIVIK
OSLO (AP).- Anders Behring Breivik, el autor del doble atentado de Noruega, podría cumplir su condena en la cárcel de Halden Fengselm, la más progresista del mundo. La prisión, situada en un bosque en las afueras de Oslo, está custodiada por guardias que no portan armas y conviven en armonía con los presos. Además, las celdas están equipadas con plasmas, minibar y muebles de diseño. Halden Fengselm posee más de 30 hectáreas con senderos para correr y tiene también una casa apartada con dos dormitorios donde los presos pueden pasar la noche cuando son visitados por sus familiares.