El proyecto de ley que se aprobó va a acelerar la búsqueda de metales preciosos, los cuales tienen una gran demanda en la industria de tecnologías verdes
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Noruega se convirtió en el primer país del mundo en autorizar la controvertida práctica de la minería en aguas profundas a escala comercial. El proyecto de ley que se aprobó el martes va a acelerar la búsqueda de metales preciosos, los cuales tienen una gran demanda en la industria de tecnologías verdes.
Los científicos ambientales advirtieron que la aprobación del proyecto podría tener efectos devastadores para la vida marina. El plan se circunscribe a aguas noruegas, pero este año podría alcanzarse un acuerdo sobre minería en aguas internacionales.
El Gobierno noruego dijo que estaba siendo cauteloso y que solo comenzaría a emitir licencias una vez que se llevaran a cabo más estudios ambientales.
Tesoro en las profundidades
Las profundidades del mar albergan rocas del tamaño de una papa que se conocen como nódulos y costras: estas contienen minerales como litio, escandio y cobalto, fundamentales para las tecnologías limpias, incluidas las baterías.
La propuesta de Noruega le permitirá a las empresas mineras presentar solicitudes para explotar unos 280.000 kilómetros cuadrados, un área mayor que el tamaño de Reino Unido.
Aunque estos minerales están disponibles en tierra, están concentrados en unos pocos países, por lo que su suministro puede llegar a estar en riesgo. Por ejemplo, la República Democrática del Congo es dueña de algunas de las mayores reservas de cobalto, pero enfrenta conflictos en algunas partes del país.
Walter Sognnes, cofundador de la empresa minera noruega Loke Minerals -que planea solicitar una licencia- reconoció que es necesario hacer más para comprender las profundidades del océano antes de que comience la minería. Le dijo a la BBC: “Tendremos un período relativamente largo de actividad de exploración y mapeo para cerrar la brecha de conocimiento sobre el impacto ambiental”.
Las críticas
Martin Webeler, activista de los océanos e investigador de la Fundación de Justicia Ambiental, dijo que el anuncio es “catastrófico” para el hábitat del océano. “El Gobierno noruego siempre destacó que quiere implementar los más altos estándares ambientales”, dijo. “Es hipocresía mientras se desestiman todos los consejos científicos”.
A su vez, indicó que las empresas mineras deberían centrarse en prevenir daños ambientales en las operaciones actuales, en vez de abrir una industria completamente nueva.
La medida pone al país en desacuerdo con la UE y Reino Unido, quienes solicitaron una prohibición temporal de la práctica debido a las preocupaciones existentes sobre posibles daños ambientales.
Las técnicas para recolectar minerales del fondo marino podrían generar una importante contaminación acústica y lumínica, así como daños al hábitat de los organismos que dependen de los nódulos, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En noviembre, en una medida inusual, 120 legisladores de la UE escribieron una carta abierta pidiéndole al parlamento noruego que rechazara el proyecto debido al “riesgo de tal actividad para la biodiversidad marina y la aceleración del cambio climático”. La carta también decía que la evaluación de impacto realizada por Noruega tenía demasiadas lagunas de conocimiento.
Lo que dice el gobierno
Además de las críticas externas, el Gobierno noruego también enfrentó el rechazo de sus propios expertos.
El Instituto Noruego de Investigación Marina (IMR) dijo que el gobierno había hecho suposiciones basándose en una pequeña área de investigación y las había aplicado a toda el área planificada para la perforación. Se estima que se necesitan entre cinco y diez años más de investigación para entender los impactos en las especies.
El Gobierno noruego no permitirá que las empresas comiencen a perforar de inmediato. Tendrán que presentar propuestas, incluidas evaluaciones ambientales, para una licencia que luego será aprobada caso por caso por el parlamento.
Marianne Sivertsen Næss, presidenta del Comité Permanente sobre Energía y Medio Ambiente, examinó el plan original y le dijo a la BBC que el gobierno noruego estaba adoptando un “enfoque de precaución ante las actividades mineras”.
“Actualmente, no tenemos los conocimientos necesarios para extraer minerales del fondo marino en la forma necesaria. La propuesta del Gobierno de abrir un área de actividad le permite a los actores privados explorar y adquirir conocimientos y datos de las áreas en cuestión. Abrir las áreas no es lo mismo que aprobar la extracción de minerales del fondo marino”, precisó.
Sognnes, de Loke Minerals, añadió que el plan del Gobierno atraería inversiones muy necesarias del sector privado para la investigación de entornos marinos profundos. “Desarrollar conocimiento en las profundidades del océano es muy costoso, es necesario operar robots y estos son muy costosos y desafortunadamente las universidades tienen acceso limitado a este tipo de herramientas”, dijo.
Estimó que cualquier extracción real no comenzaría sino hasta principios de la década de 2030. Los activistas argumentan que se debería invertir más en reciclar y reutilizar los minerales existentes que hemos extraído en tierra.
La Fundación para la Justicia Ambiental estima en un informe que se podrían recuperar 16.000 toneladas de cobalto por año, alrededor del 10% de la producción anual, mediante una mejor recolección y reciclaje de teléfonos móviles.
Si bien la propuesta de Noruega se refiere a sus aguas nacionales, continúan las negociaciones sobre si se podrían emitir licencias para mares internacionales. La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), un organismo afiliado a la ONU, se reunirá este año para intentar finalizar las reglas, a través de una votación final.
*Por Esme Stallard
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