La paradoja de EE.UU.: acelera la vacunación, pero crecen los casos por las nuevas variantes
En la última semana hubo un promedio diario de más de 64.000 contagios de coronavirus, un aumento del 17%; aplican 2,8 millones de dosis por día
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WASHINGTON.- Estados Unidos recorre una nueva fase de la pandemia del coronavirus, que ya se ha visto en otros países: una frenética carrera entre las vacunas y las nuevas variantes más contagiosas del virus, que han elevado los contagios y han llevado a las autoridades a insistir en sus advertencias a la gente de que deben mantener la guardia en alto, y es el peor momento para bajar los brazos.
La campaña de vacunación avanza a paso firme con un promedio diario de inoculaciones cercano a las 3 millones de dosis, y un total de dosis administradas de casi 160 millones, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés). Esta semana, Estados Unidos logró dos hitos que alentaron la esperanza: más 100 millones de personas han recibido ya al menos una vacuna, y más de la mitad de la población de más de 65 años, la de mayor riesgo ante el virus, ya está totalmente vacunada, es decir, ya ha recibido dos dosis de las vacunas de Pfizer y BioNTech y Moderna, o una dosis de la vacuna de Johnson & Johnson.
Ante el sólido avance de la campaña de vacunación, el presidente Joe Biden elevó el objetivo del gobierno federal y ahora aspira a brindar 200 millones de dosis en sus primeros 100 días de gobierno. Para fines de abril, Biden anticipó nueve de cada diez adultos serán elegibles para recibir una vacuna. Las vacunas comienzan a sobrar. El doctor Anthony Fauci dijo que quizá no sea necesario utilizar la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y el sitio Covidvax.live estima que Estados Unidos llegará a tener al 70% de su población totalmente vacunada –uno de los umbrales para alcanzar la “inmunidad de rebaño”– para mediados de julio..
Pero las noticias alentadoras que deja la campaña de vacunación enfrentan la amenaza de las nuevas variantes del coronavirus, mucho más contagiosas, y que ya están haciendo estragos en Europa y Brasil. La nueva directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo que temía que Estados Unidos se enfrente a una “perdición inminente”, y que la llamada variante británica del virus se estaba convirtiendo en la cepa predominante en varias regiones de Estados Unidos.
“Cuando empecé hace unos dos meses, hice una promesa: les diría la verdad incluso si no eran las noticias que queríamos escuchar. Ahora es uno de esos momentos en los que tengo que compartir la verdad, y tengo la esperanza y la confianza de que me escucharán”, dijo Walensky, en una de las habituales conferencias de prensa de las autoridades sanitarias del país sobre la pandemia.
“Voy a hacer una pausa acá, voy a dejar el guion y voy a reflexionar sobre la sensación recurrente que tengo de una perdición inminente”, insistió. “Tenemos mucho que esperar, tanta promesa y potencial de dónde estamos y muchas razones para la esperanza, pero ahora mismo tengo miedo”, advirtió.
Desde mediados de marzo, el país comenzó a registrar una suba que los expertos atribuyen a las nuevas variantes del virus, más contagiosas que la original. Es un fenómeno similar al que se vio en Israel y en Chile, dos países que son la envidia del resto del mundo por el acelerado avance de sus respectivas campañas de vacunación, y donde también los casos aumentaron recientemente. Chile, de hecho, debió volver a aplicar una cuarentena. En Estados Unidos, el promedio de la última semana de contagios diarios subió a más de 65.000, un aumento del 20% según el recuento del periódico The New York Times.
Florida, Michigan, Wisconsin y California son los estados con mayor cantidad de casos confirmados de la nueva variante. Michigan, en particular, se ha convertido en el nuevo hot spot de la pandemia: el promedio semanal de casos diarios saltó de poco más de 1000, a fines de febrero, a más de 5000 a fines de marzo. Las cinco ciudades con mayor cantidad de casos per cápita del país están todas en Michigan: Jackson, Detroit, Flint, Lansing y Monroe.
El leve aumento de los contagios en los últimos días encendió las alarmas en las autoridades. Desde principios de año, cuando la campaña de vacunación comenzó a acelerarse tras un inicio con tropiezos, la cantidad de nuevos casos diarios había disminuido de manera consistente.
“Hemos visto progreso en el país, hemos visto sobre la cantidad de gente que se ha vacunado, pero también tenemos que permanecer vigilantes”, dijo esta semana la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. “La gente tiene que usar máscaras, tiene que mantener la distancia social, tiene que lavarse las manos. Y aun la gente vacunada, no es hasta la segunda semana después de la segunda dosis que tiene su impacto total. Aun cuando más gente se vacuna, tenemos que mantenernos vigilantes”, insistió.
Los expertos creen que esta fase de la pandemia, a la que definen como una carrera entre las vacunas y las nuevas variantes del virus, prevalecerá por unos meses hasta que suficientes personas estén vacunadas como para que el virus básicamente ya no tenga más a dónde ir, y la curva de contagios finalmente termine de aplanarse. El temor es que la velocidad a la cual avancen las nuevas variantes termine por desatar una nueva ola, o lleve a un repunte mucho más marcado de los contagios.
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