La oposición da el primer paso para eliminar la presidencia interina de Juan Guaidó en Venezuela

BOGOTÁ.– Juan Guaidó y el gobierno interino dejarán de liderar el desafío contra el régimen chavista tras perder una votación trascendental durante la sesión extraordinaria celebrada, vía zoom, en la Asamblea Nacional (AN) legítima. El bloque conformado por el llamado G-3 opositor derrotó de forma contundente a quienes apoyaban a Guaidó, al sumar 72 votos a favor de la eliminación de la presidencia encargada frente a 23, que proponían su prórroga durante 2023. Sólo hubo nueve abstenciones.

Se trataba de la primera discusión del proyecto de reforma del Estatuto de la Transición, que será ratificado en una posterior votación el jueves próximo, durante la cual los vencedores pretenden detallar cómo será el funcionamiento de la arquitectura que sustituye a Guaidó. La nueva mayoría se comprometió a buscar consenso en la redacción final del estatuto, ya sin la presencia de la presidencia interina.

Una vía alternativa, que proponía declararse en sesión permanente hasta alcanzar un acuerdo de unidad, no fue aceptada por los ganadores.

El resultado pone punto final a cuatro años de la presidencia encargada de Venezuela en lo que ha significado el mayor desafío que ha sufrido la todopoderosa revolución bolivariana en dos décadas y que abre una nueva ventana para que Nicolás Maduro profundice en su estrategia de reconocimiento internacional. Sin duda, el presidente vuelve a ser el gran ganador de las diferencias internas de la oposición.

“Un salto al vacío sin garantías”, alertó Guaidó sobre la propuesta que deberá ratificarse antes del 5 de enero. En ella se contempla la desaparición no sólo de la figura de Guaidó, también del gobierno interino, pero no así de la AN, que continuará un año más en paralelo al órgano legislativo revolucionario salido de las elecciones fraudulentas de 2020.

“No podemos convertir al gobierno interino en el fin de nuestra lucha, que permitía las interlocuciones internacionales, hoy cada vez menores”, destacó el diputado de Primero Justicia (PJ) Alfonso Marquina, en referencia al avance continental de la “marea rosa” (presidentes izquierdistas y populistas) y a las críticas en el interior de Venezuela.

“Hemos fracasado en nuestro esfuerzo para sacar al usurpador Maduro. Es obligante lograr ahora un gran acuerdo nacional”, añadió Juan Pablo Guanipa, otro de los dirigentes de PJ pero que además ha oficiado como vicepresidente en la AN.

“La cabeza de Guaidó”

No todos los diputados de PJ acataron el voto partidario, siendo el más crítico Ismael García, quien militó con la revolución en los primeros años de Hugo Chávez. “Esto que está pasando me da vergüenza. El gobierno interino ha servido para que entre otras cosas haya países que no reconozcan a Maduro. Tenemos que responderle al país, no a los lechuguinos de la política. Le estamos entregando a Maduro la cabeza de Guaidó”, protestó García.

Guaidó conservó los apoyos de Voluntad Popular (VP) y de varios diputados de grupos más pequeños. “No podemos ser nosotros los que abramos la puerta para que Maduro se haga con los recursos congelados en el extranjero”, se quejó el diputado Sergio Vergara, de VP.

En la nueva arquitectura pactada por el G-3 cobra especial importancia la constitución de una Comisión de Gasto y de Protección de los activos congelados en Estados Unidos y Europa, que no estará conformada ni por diputados ni por políticos. Este grupo de expertos deberá sustituir al gobierno interino en lo que seguramente es su mayor éxito, lo que abre distintos interrogantes, porque los jueces asumían que Guaidó era el presidente interino en los litigios que se llevaban a cabo en distintos países.

Por ejemplo, las autoridades del Banco de Inglaterra mantienen bajo protección más de 1000 millones de dólares en lingotes de oro de las reservas internacionales de Venezuela porque el Tribunal Superior de Gran Bretaña desconoció a Maduro como presidente en continuidad a la política de los gobiernos de Londres.

Junto a esta comisión de expertos también funcionarán las juntas ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV) y de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

El bloque que ha forzado el fin del gobierno encargado está liderado por PJ (centro derecha), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT), ambos miembros de la Internacional Socialista. Y como vocero más crítico han contado con Henrique Capriles, quien aspira a ser de nuevo candidato presidencial tras las primarias del año que viene.

En una intervención medida dos días antes de la votación, Capriles denunció que el grupo de Guaidó buscaba chantajear a los diputados opositores. “Lo único que hicieron fue convertir esa política que fracasó en el modus vivendi de un grupo de personas”, disparó el enemigo histórico del líder de VP, el expreso político Leopoldo López.

La fragilidad institucional de la estructura propuesta por el bloque mayoritario despierta grandes interrogantes más allá del futuro de los activos financieros. Está por verse cuál será la postura oficial de la Casa Blanca, el principal apoyo de Guaidó en estos cuatro años.

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