La ofensiva sin precedente de Irán dejó en evidencia un error de cálculo de Israel
Tel Aviv se había acostumbrado a atacar a funcionarios iraníes sin sufrir represalias directas por parte de Irán; esa suposición fue revertida por los ataques del sábado.
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JERUSALÉN.- Los ataques sin precedentes de Irán contra Israel del fin de semana pasado alteraron las suposiciones de Israel sobre su enemigo y pusieron en duda las estimaciones de que la mejor forma de disuadir a Irán era con una mayor agresión.
Durante años, los funcionarios israelíes han alegado, tanto en público como en privado, que cuanto más fuerte sea el golpe contra Irán, más cauteloso será su gobierno a la hora de contratacar. El bombardeo iraní realizado con más de 300 aviones no tripulados y misiles el sábado —el primer ataque directo de Irán contra Israel— revocó esa lógica.
La ofensiva fue una respuesta al ataque de Israel realizado este mes en Siria que mató a siete oficiales iraníes. Los analistas afirmaron que la respuesta demostraba que los líderes de Teherán ya no se conforman con luchar contra Israel a través de sus diversas fuerzas aliadas, como Hezbollah en el Líbano o los hutíes en Yemen, sino que están preparados para enfrentarse a Israel de forma directa.
“Creo que calculamos mal”, dijo Sima Shine, exjefa de investigación del Mossad, la agencia de inteligencia exterior de Israel.
“La experiencia acumulada de Israel es que Irán no tiene buenos medios para tomar represalias”, añadió Shine. “Había una fuerte percepción de que no querían involucrarse en la guerra”.
En cambio, Irán ha creado “un paradigma completamente nuevo”, afirmó Shine.
Al final, la respuesta de Irán causó pocos daños en Israel, en gran parte porque Irán había telegrafiado sus intenciones con mucha antelación, dando a Israel y a sus aliados varios días para preparar una defensa fuerte. Irán también emitió una declaración, incluso antes de que terminara la ofensiva, de que no tenía más planes de atacar a Israel.
Sin embargo, los ataques de Irán han convertido una guerra que durante años se había librado en la sombra entre Israel e Irán en una confrontación directa, aunque aún podría contenerse, dependiendo de cómo responda Israel. Irán ha demostrado que tiene una capacidad armamentística considerable que solo puede contrarrestarse con un apoyo intensivo de los aliados de Israel, incluido Estados Unidos, lo que subraya cuánto daño podría infligir sin esa protección.
Irán e Israel solían tener una relación más ambigua, e Israel incluso le vendió armas a Irán durante la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980. Pero sus vínculos se desgastaron después de que terminó la guerra. Los líderes iraníes se volvieron cada vez más críticos del enfoque de Israel hacia los palestinos e Israel se volvió cauteloso ante los esfuerzos de Irán por construir un programa nuclear y su mayor apoyo a Hezbollah.
Durante más de una década, ambos países han atacado de manera silenciosa los intereses del otro en toda la región, pero rara vez anunciaron alguna acción individual.
Irán ha apoyado a Hamas, además de financiar y armar a otras milicias regionales hostiles a Israel, varias de las cuales han estado involucradas en un conflicto de bajo nivel con Israel desde los ataques mortales que Hamas ejecutó el 7 de octubre. De manera similar, Israel ha atacado regularmente a esas fuerzas aliadas, así como a funcionarios iraníes a los cuales ha neutralizado, incluso en suelo iraní, asesinatos por los que ha evitado asumir responsabilidad formal.
Ambos países han atacado buques mercantes vinculados a sus oponentes y también han llevado a cabo ataques cibernéticos entre sí. Además, Israel ha saboteado repetidas veces el programa nuclear de Irán.
Ahora, esa guerra se está librando abiertamente. Y, en gran parte, se debe a lo que algunos analistas ven como un error de cálculo israelí del 1° de abril, cuando los ataques israelíes destruyeron parte del complejo de la embajada iraní en Damasco, Siria, uno de los aliados y representantes más cercanos de Irán, y mataron a los siete oficiales militares iraníes, incluidos tres altos comandantes.
El ataque se realizó tras repetidas insinuaciones de los líderes israelíes de que una mayor presión sobre Irán forzaría a Teherán a reducir sus ambiciones en todo Medio Oriente. “Un aumento de la presión ejercida sobre Irán es fundamental”, dijo en enero Yoav Galant, ministro de Defensa de Israel, “y podría evitar una escalada regional en ámbitos adicionales”.
En cambio, el ataque a Damasco desencadenó el primer ataque iraní contra territorio soberano israelí. Es posible que Israel haya malinterpretado la posición de Irán debido a la falta de respuesta iraní a anteriores asesinatos de altos funcionarios iraníes perpetrados por Israel, según dijeron los analistas.
Aunque durante mucho tiempo los líderes israelíes han temido que algún día Irán construya y dispare misiles nucleares contra Israel, se habían acostumbrado a atacar a funcionarios iraníes sin obtener represalias directas de Teherán.
En uno de los ataques más descarados, Israel asesinó al principal científico nuclear de Irán, Mohsen Fakhrizadeh, en 2020, en suelo iraní. Incluso hace poco, en diciembre, Israel fue acusado de asesinar a un alto general iraní, Sayyed Razi Mousavi, en un ataque en Siria, donde funcionarios militares iraníes asesoran y apoyan al gobierno sirio. Esos y varios otros asesinatos no provocaron ataques iraníes de represalia contra Israel.
La decisión de Irán de responder esta vez fue motivada en parte por la indignación en algunos círculos de la sociedad iraní por la pasividad previa de Irán, según Ali Vaez, un analista sobre Irán.
“Nunca antes había visto el grado de presión que recibió el régimen desde la base en los últimos 10 días”, dijo Vaez, analista del International Crisis Group, un grupo de investigación con sede en Bruselas.
Irán también necesitaba demostrarles a sus fuerzas aliadas como Hezbollah que podía defenderse por sí mismo, añadió Vaez. “Demostrar que Irán tiene demasiado miedo para tomar represalias contra un ataque tan descarado a sus propias instalaciones diplomáticas en Damasco habría sido muy perjudicial para las relaciones de Irán y la credibilidad de los iraníes ante los ojos de sus socios regionales”, explicó.
Para algunos analistas, el ataque de Israel contra Damasco todavía podría resultar ser un error de cálculo menor de lo que parecía en un principio. El ataque aéreo de Irán ha distraído la atención de la tambaleante guerra de Israel contra Hamas y ha reafirmado los vínculos de Israel con los aliados occidentales y árabes que se habían vuelto cada vez más críticos de la conducta de Israel en la Franja de Gaza.
El hecho de que Irán le haya dado a Israel tanto tiempo para prepararse para el ataque podría indicar que Teherán sigue relativamente disuadido y que solo buscaba proyectar la imagen de una respuesta importante y, al mismo tiempo, evitar una escalada significativa, afirmó Michael Koplow, analista de Israel en Israel Policy Forum, un grupo de investigación con sede en Nueva York.
“Creo que todavía no hay certeza”, dijo Koplow.
Por Patrick Kingsley
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