La nostalgia por la Unión Soviética invadió Moscú
Furor por "revivir" tiempos pasados
MOSCU.- Este Año Nuevo, unos cuantos adinerados moscovitas se sumergirán en el pasado, para tratar de regresar a la "época dorada" soviética, en medio de una creciente nostalgia en Rusia por la desaparecida Unión Soviética, 13 años después de su colapso.
En medio de los espectáculos de cabaret y los conciertos de rock que se ofrecen hoy en la capital, los moscovitas podrán pasar una noche "De regreso a la Unión Soviética" en una fiesta VIP en un restaurante situado en uno de los numerosos centros comerciales surgidos en torno de Moscú.
Por la "módica" suma de 500 dólares por cabeza, los invitados serán recibidos por actores que encarnarán a líderes soviéticos, comerán caviar negro -un manjar codiciado en la época soviética- y disfrutarán de melodías interpretadas por cantantes famosos durante la era comunista.
"Nuestro target es la gente de entre 35 y 40 años o más, con empleos y salarios bien establecidos, que anhelan retornar, aunque sea por una noche, a la época de su juventud", dijo su organizadora, Anna Osiptseva.
La fiesta de fin de año -que sigue siendo la festividad más importante en Rusia desde que las autoridades soviéticas la promovieron como un sustituto secular para la Navidad- es sólo una de las crecientes señales de nostalgia por todo lo que tiene que ver con los tiempos soviéticos.
Otras muestras de esta sorprendente sovietmanía son las remeras con el acrónimo URSS y la resurrección de marcas soviéticas como "Este verdadero té", o "Amistad" (un queso procesado) o tortas y galletas dulces producidas por la fábrica Bolchevique.
"Mi hija tiene 13 años, así que creció en la época en la que ya no existía la Unión Soviética", dijo Diana Vainberg, una periodista de 36 años. "Ella me dice que la Unión Soviética está de moda estos días", agregó. Asegura que la joven colecciona broches soviéticos de héroes como el astronauta Yuri Gagarin.
Menos complicaciones
En rigor, los rusos no añoran la dictadura soviética -en la que imperaban la represión política, la escasez, productos de mala calidad y la censura de prensa- sino su juventud, y lo que perciben como una era menos complicada frente al desorden y las desigualdades de la democracia y el capitalismo.
Svetlana Ponochevnaya, una médica moscovita de 50 años, junto con seis amigos, compró entradas para la fiesta "De regreso a la Unión Soviética", y dijo que está ansiosa por volver a oír música de otros tiempos y sentir la antigua atmósfera. "No es la Unión Soviética lo que extraño", dijo, "sino los años felices, cuando era joven".
Los que decidan quedarse en casa esta noche, para el Año Nuevo, podrán ver por televisión algunas de las novelas ambientadas en la época soviética. Una de ellas, "Cuervo negro", cuenta los serpenteantes destinos de dos Tatianas, una, la hija de un prominente científico, y la otra, una huérfana. La novela está ambientada en su mayor parte en la década de 1970 y describe minuciosamente los detalles del período: desde los voluminosos muebles producidos en serie hasta los zapatos de plataformas altas y desde los jeans oxford hasta el término "camarada", que utilizan los protagonistas cuando hablan entre ellos.
Las temáticas retro aparecen también en algunas discotecas de Moscú que apuntan a captar a los que sienten nostalgia por los despojados lugares de reuniones de su juventud soviética, con cerveza barata e interiores modestos.
Un lugar cool
Zhiguli, un restaurante y discoteca en el centro de Moscú, está ubicado al lado de una popular cervecería de la década del 80. Su nombre recuerda al Zhiguli, un automóvil de líneas cuadradas fabricado en la Unión Soviética a semejanza del Fiat y que fue el único auto al que la mayoría de los ciudadanos soviéticos podía aspirar a comprar.
Colgada de la puerta hay una enorme fotografía del líder soviético Leonid Brezhnev tomando cerveza con sus compañeros de partido, y la música de fondo es de décadas atrás.
"Aunque no lo crean, este lugar está de moda hoy, es lo que llaman "un lugar cool "", dijo el gerente Maxim Popov, que agregó que a Zhiguli suele concurrir gente de veintipico y más joven también. "Deberían verlos bailar las canciones que les gustaban a sus padres", dice.
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