La migración venezolana abre una pelea entre Perú y Chile: hay 1000 varados
Por los nuevos requisitos, están desde hace días en el lado peruano; murió el hijo en gestación de una venezolana
SANTIAGO, Chile.- Luego de semanas de una odisea, el portazo fue en seco. Un remezón impensado para cientos de migrantes venezolanos en la última estación de una larga travesía: la frontera entre Perú y Chile .
El 22 de junio pasado empezó a regir una nueva regulación migratoria que obliga a los venezolanos a tramitar un visado especial para ingresar a Chile. El nuevo orden legal sorprendió a decenas de familias en la entrada del colapsado paso fronterizo entre Tacna (Perú) y Chacalluta (Chile), sin acceso a servicios básicos y obligados a dormir a la intemperie.
La zona de la sede diplomática chilena en Tacna se transformó en una suerte de campo de refugiados y otra cara de la angustia de los venezolanos que escapan de su país, que afecta a toda la región. "Hay un límite: Chile no tiene una capacidad ilimitada para recibir extranjeros", justificó Rodrigo Ubilla, subsecretario del Interior de Sebastián Piñera , mientras el gobierno peruano intenta contener la crisis fronteriza.
Ayer, el gobierno chileno confirmó la muerte del hijo en gestación de una venezolana que aguardaba para entrar en el país desde Perú a través de Tacna. "Respecto de las consultas relacionadas con la colaboración que pudo haber prestado este consulado en este caso específico, es necesario precisar que no es posible para el país brindar asistencia médica a ciudadanos de otra nacionalidad ubicados en un territorio extranjero", explicó el consulado chileno en la ciudad peruana.
"Ahí lo pasamos muy mal. Nos cerraron los baños, tuvimos problemas con la electricidad para cargar los teléfonos y comunicarnos con nuestras familias. Dormí cuatro noches en la ruta", relata desde Tacna Josely Hernández, una venezolana del municipio de Juan Germán Roscio Nieves, licenciada en Comunicación Social, que viajó con su madre, su padre y su hijo de cuatro años. Luego vivió el mismo proceso de sus compatriotas: tras la aglomeración en la frontera, las autoridades desocuparon la zona y los desplazaron hacia el consulado chileno en Tacna, 38 kilómetros al norte, y a la espera de obtener el visado.
"Nos sacaron de la ruta, pero acá llega gente todos los días y las carpas se acumulan en las veredas. Los chicos son los que sufren y hay varios en las calles, durmiendo en cajas de cartón como si fueran cunas. En la noche el frío nos pega fuerte y en el día el calor es insoportable", acusa Jeribell Parada, de Maracaibo, que está en Tacna con sus cuatro hijos y su pareja.
Quienes tienen más recursos se instalan en hostales y pequeños hoteles aguardando su cita para solicitar el visado. Otros trabajan vendiendo de forma ambulante lo que sea y viviendo en atestados albergues, mientras muchos optaron por montar campamentos en la calle y recibir la ayuda de organizaciones sociales y de los propios tacneños, que les dan alimentos y ropa de abrigo.
"Hay más de 115 carpas donadas y van llegando a familias que estaban en tránsito. Más que una crisis migratoria, es una crisis regional", dice el sacerdote José Tomás Vicuña, director del Servicio Jesuita a Migrantes de Chile.
Según cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, desde el 22 de junio -cuando comenzó a regir la visa consular- hasta el jueves pasado, el consulado chileno en Tacna entregó 522 visas de turistas; 416 de Responsabilidad Democrática, y 91 de carácter temporarias. Y a pesar de que la oficina aumentó la cantidad de funcionarios con personal enviado desde Santiago, y se estableció un sistema de números y de citas web, la representación y sus alrededores se vieron superados por la demanda.
Expectativas
"Se les dio prioridad a los menores y a sus padres. Entregamos 1400 visas y aún hay gente alrededor del consulado. En estas condiciones, será importante la ayuda internacional para que estas personas venezolanas, que están bajo la protección de Perú, mejoren sus condiciones de espera y legítimamente puedan acceder a una visa", dice a LA NACION Álvaro Bellolio, jefe del Departamento de Extranjería y Migración de Chile.
"Lo más importante es manejar las expectativas y la ansiedad que les genera a estos ciudadanos no tener una respuesta concreta. El martes pasado entregamos 1000 números de atención y la petición ahora se hace de manera digital y monitoreamos día a día la cantidad de solicitudes pendientes", agrega Bellolio.
Sin embargo, y pese a los anuncios, la situación es compleja. Con la estampida sin precedente de miles de venezolanos empujados por la crisis, que superó los cuatro millones según la ONU, Chile se convirtió en el tercer destino de migrantes de esa nacionalidad, con una presencia de más de 400.000 personas.
La explicación de Ubilla, subsecretario del Interior del gobierno de Sebastián Piñera, de que "hay un límite" y que el país "no tiene una capacidad ilimitada para recibir extranjeros" en una señal de la nueva estrategia chilena, que concuerda con las acciones de Colombia, Ecuador y el propio Perú, para contener la ola migratoria.
Guarequena Gutiérrez, representante del líder opositor venezolano Juan Guaidó en Chile, advierte que la crisis no tiene límites. "Mientras Nicolás Maduro esté en el poder, la gente huirá de Venezuela despavorida", dijo a LA NACION.
"Y lo que pasa en Tacna ocurre en otros consulados. En Caracas la gente también duerme fuera de estas dependencias porque es mejor que quedarse en Venezuela esperando la muerte", complementa.
"Entendemos que Chile quiera regularizar la migración y que es un Estado soberano y autónomo, pero le hemos pedido al gobierno de Piñera que flexibilice las solicitudes de entrada, sobre todo las relacionadas con las de reunificación familiar", dice Gutiérrez.
Desde Tacna, y alejados del debate, los venezolanos que como Jeribell Parada están varados en la zona solo piensan en ser atendidos: "Y que el funcionario del consulado chileno nos entregue la visa y se termine esta pesadilla".
Una frontera caliente por el éxodo creciente
Visa consular
- La crisis en la frontera entre Perú y Chile estalló a partir del 22 de junio, cuando el gobierno de Sebastián Piñera comenzó a exigir a los venezolanos una "visa consular" para ingresar a su territorio en calidad de turista por 90 días, "sin propósito de inmigración, residencia o desarrollo de actividades remuneradas"
Entregas
- El consulado chileno en Tacna ya entregó 522 visas de turistas; 416 de Responsabilidad Democrática y 91 de carácter temporarias
Demanda
- En los alrededores de ese consulado hay más de 1000 personas que esperan hacer el trámite migratorio
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