La medidas de Donald Trump generan confusión y desorientan a aliados
La decisión de cancelar los vuelos procedentes de países europeos generó nerviosismo; se multiplican las suspensiones de actividades
WASHINGTON.- En tiempos de crisis, un discurso del presidente de Estados Unidos envuelto en la solemnidad del Salón Oval de la Casa Blanca sirve para llevar calma a la gente. Pero el mensaje que brindó Donald Trump, anteanoche, sobre el coronavirus sembró caos, confusión y nerviosismo y se convirtió en el prólogo del peor día en Estados Unidos desde que la pandemia alcanzó el país.
Las decisiones se precipitaron casi minuto a minuto. Ohio, Kentucky y Maryland suspendieron las clases. Nueva York prohibió las reuniones de más de 500 personas, y limitó la capacidad en salas, cines y teatros, forzando a Broadway a una cuarentena. El Congreso y el Museo Metropolitano cerraron sus puertas al público, Disneyland cerró sus parques en California por cuarta vez en su historia, y las ligas de fútbol, hockey, básquetbol y béisbol suspendieron o postergaron sus temporadas. Nascar anunció que las próximas carreras serán sin público y la Universidad de Columbia informó que ofrecerá clases "virtuales" durante todo el semestre, y le recomendó a sus alumnos que dejaran el campus. Wall Street sufrió su peor derrape desde el "lunes negro" de octubre de 1987.
Esas fueron algunas de las medidas de un día exponencialmente abrumador, que, lejos de aportar calma, dejó el temor de que lo peor aún está por venir.
Frente a la peor crisis de su presidencia y el colapso de los mercados, Trump causó caos y confusión con su discurso y sus mensajes; tensó el vínculo con sus aliados europeos, que rechazaron de manera enérgica su veda a los países del área Schengen del Viejo Continente, y volvió a dar información falsa o engañosa sobre la crisis, sobre todo al tocar el problema más urgente que enfrenta el gobierno: garantizar que todas las personas que tienen síntoma o han estado expuestas a personas diagnosticadas con Covid-19 sean examinadas.
Los reclamos por la falta de pruebas se multiplicaron desde la llegada de la pandemia, pero Trump, que ninguneó la crisis desde el principio, insistió, ayer, en que no hay ningún problema.
"Hay un millón de pruebas ahora. Va a haber, en los próximos días; tendrán cuatro millones de pruebas. Y, francamente, las pruebas han ido muy bien. Si vas a la agencia correcta, si vas al área correcta, obtenés la prueba", dijo Trump en el Salón Oval, acompañado del primer Ministro de Irlanda, Leo Varadkar.
Contradicciones
No muy lejos de allí, en el Congreso, uno de los principales expertos de su gobierno en el equipo que tiene la tarea de coordinar la respuesta federal a la pandemia lo contradijo.
"El sistema no está realmente armado para lo que necesitamos ahora, lo que está pidiendo. Eso es una falla. Admitámoslo", dijo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias, al testificar en el Congreso, ante una pregunta sobre la capacidad del gobierno federal para garantizar que la gente sea examinada.
Fauci ya había dicho en el Congreso, a contramano lo que había afirmado Trump, que el coronavirus era mucho más letal que la gripe.
El anuncio de la veda a Europa y los mensajes sobre la crisis del coronavirus volvieron a dejar al descubierto los problemas de credibilidad y comunicación que tiene la Casa Blanca.
Luego del discurso, Trump y sus funcionarios debieron salir a corregir errores y aclarar detalles de las medidas cuando los mercados ya se desplomaban en Asia, debido en parte a la confusión acerca de si el comercio con Europa sería alcanzado o no.
El vicepresidente, Mike Pence, quien está al frente de la task force que lidia con la crisis, recorrió los canales de noticias ayer por la mañana aclarando las palabras del presidente. "No creo que hubo confusión", negó en el canal CNN.
Ayer, Trump dejó abierta la posibilidad de implementar una veda interna en uno de su idas y vueltas con los periodistas, sumando más incertidumbre.
"Aún no hemos discutido eso. ¿Es una posibilidad? Sí", dijo Trump a la prensa.
Los dos candidatos demócratas, Joe Biden y Bernie Sanders, dieron sendos discursos con fuertes críticas y buscaron marcar un claro contraste con el mensaje que había brindado el presidente en la víspera. Sanders dijo que la "incompetencia e imprudencia" de Trump habían amenazado la vida de muchos, y Biden llamó "colosales" a las fallas para distribuir pruebas.
"El fracaso de la administración en las pruebas es colosal, y es un fracaso de planificación, liderazgo y ejecución", fustigó Biden, quien se encamina a enfrentar a Trump en noviembre.
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