La marca Sussex Royal abre una nueva polémica en la familia real británica
Tras renunciar a sus títulos reales, la reina Isabel II prohibió a Harry y Meghan utilizar la palabra royal; la pareja abandonará las funciones de la corona el 31 de marzo
LONDRES.- Quien decide marcharse de la familia real lo hace para siempre. De ahí que la salida de Harry y Meghan Markle del seno de los Windsor esté siendo más definitiva de lo que ellos mismos pensaban. Tanto que incluso se vieron obligados a dejar atrás parte de su nombre para afrontar esta nueva etapa.
Los Sussex decidieron renunciar a sus títulos de altezas reales y también a los ingresos públicos que les proporciona ser parte de los Windsor. Pero seguirán siendo duques en todo momento, ya que esa es una denominación que les concedió Isabel II cuando se casaron, un regalo a Harry por ser su nieto, fuera cual fuese su papel dentro de la institución. Sin embargo, el matrimonio ya no podrá usar el término royal -real- en sus comunicaciones y acciones comerciales. Porque, al fin y al cabo, y como ellos mismos han decidido, ya no son parte de la familia real.
Así lo dio a conocer en exclusiva el diario británico Daily Mail, que sostuvo que la propia reina prohibió a la pareja el uso de la palabra royal, decisión que los afecta de forma clara y directa.
Para empezar, su cuenta de Instagram -que en solo 10 meses acumuló 11,2 millones de seguidores- lleva el nombre de Sussex Royal, una denominación que pretendían mantener también en su nueva página web, por ahora algo vacía, pero en la que darán cuenta de sus futuras actividades y las de su fundación. Creada hace pocos meses y en la que invirtieron varios miles de euros, de la página ya desapareció el término "real", algo que aún no ocurrió en la plataforma de Instagram.
Según explica el rotativo, la pareja había registrado bajo el término comercial Sussex Royal una multitud de productos, entre los que figuran objetos de todo tipo, pero también actividades, ropa, libros y material de papelería.
La nueva vida de los duques
Esto no implica que fueran a sacar crédito comercial de todos esos objetos ni que fueran a lanzar nuevos productos, pero los duques sí querían tener la opción de poder hacerlo en un futuro.
Ahora tendrían que renombrar todas esas posibles licencias, llamándolas duques de Sussex o buscando una marca comercial que se adapte al nuevo escenario. "Si no están llevando a cabo tareas oficiales y ahora buscan oportunidades mercantiles, sencillamente no pueden venderse a sí mismos como royals", justificaron fuentes cercanas a la familia real al diario británico.
La reina Isabel II accedió a que su nieto y su esposa, junto a su hijo, Archie, tengan una vida separada de la familia real británica, vivan en otros países -sobre todo en Canadá- y se alejen de las tareas institucionales. Esa fue la decisión que tomaron Harry y Meghan Markle a mediados de enero, cuando anunciaron que darían un paso atrás de la vida de palacio, algo que tomó por sorpresa y generó una enorme crisis mediática dentro de los Windsor.
El príncipe Harry y Meghan abandonarán sus responsabilidades como miembros de la familia real el 31 de marzo, informó ayer la vocera de la pareja, que dejará de tener una oficina propia en el Palacio de Buckingham, donde vive la reina Isabel II.
Sin embargo, Harry conservará su rango militar, algo por lo que siente un fuerte apego, detalló la vocera.
De cualquier forma, eso no significa que les vaya a permitir lucrar gracias al apellido real, que Isabel II y su prole intentan mantener limpio, impoluto y alejado de contaminaciones producidas por traspiés mediáticos o búsquedas de un rédito financiero.
Agencia AFP y diario El País
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