La infanta se refuerza con seis abogados
Nada menos que seis abogados se turnarán en la defensa de la infanta española Cristina a lo largo del juicio del caso Nóos, el escándalo de corrupción que sacudió a la corona española hasta los cimientos y que el martes próximo tendrá a la hermana del rey en el banquillo, cuando se retome la vista oral con la declaración de los acusados en la causa.
Es la primera vez que una infanta de España, título que reciben los hijos de los reyes que no son herederos, se sienta en el banquillo de los acusados por supuesto delito.
En un escrito dirigido al tribunal, los defensores de la infanta comunicaron que los abogados "se irán sustituyendo entre sí, en función de sus agendas profesionales". El tribunal había acordado en una vista previa de organización del juicio, celebrada con los abogados de todos los acusados en octubre pasado, otorgar amplia flexibilidad a los mismos para que pudieran sustituirse en las sesiones programadas hasta el 30 de junio para evitar dilaciones y suspensiones por superposición con otros procesos.
Todos ellos van a rotar "en el bien entendido de que en Sala únicamente podrá actuar un sólo letrado de los presentes". Los seis tratarán de salvar a la infanta durante el juicio en el que está acusada como colaboradora necesaria en dos delitos fiscales presuntamente cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin, acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad, delitos contra Hacienda y blanqueo de capitales.
En un intento de última hora, la semana pasada la defensa buscó la exoneración de la hermana del rey Felipe VI mediante un recurso técnico, según el cual una persona no puede ser juzgada cuando los cargos sólo están respaldados por una acusación popular (en este caso la organización civil Manos Limpias) y no por la Fiscalía o la Abogacía del Estado. Pero el tribunal a cargo del caso desestimó el pedido.
Manos Limpias atribuye a la infanta un papel destacado para que su marido defraudara en más de 300.000 euros al fisco a través de la empresa de la que los dos son propietarios, Aizoon.
A causa del escándalo, la infanta Cristina de Borbón quedó fuera de la familia real cuando su hermano fue proclamado monarca, en junio de 2014, tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos. Hoy, la hermana mayor de Felipe reside con sus hijos en Suiza.