La India, el nuevo centro global de las "madres sustitutas"
Gracias a sus bajos costos, cada vez más parejas del mundo entero alquilan vientres en el país asiático
CALCUTA.- La India se ha convertido en el nuevo centro mundial de la "maternidad subrogada", mejor conocida como alquiler de vientres o madres sustitutas. A un precio muchísimo más bajo que el promedio mundial, los extranjeros pueden acudir a una de las clínicas dedicadas a este negocio, ahorrarse casi la mitad del dinero y olvidarse del problema de la infertilidad.
La práctica, legal en pocos países del mundo, consiste en implantar el semen y los óvulos de los padres genéticos en el útero de una "madre portadora", por medio de un proceso de concepción in vitro.
La gestación se lleva dentro de la "madre de alquiler", que dará a luz un niño cuyo patrimonio genético será el de sus padres biológicos.
La industria creada alrededor del problema de la infertilidad genera en la India un estimado de 2300 millones de dólares al año, según cifras no oficiales. Ante la falta de un monitoreo nacional, no se puede conocer lo que realmente genera este negocio en el país.
Pero en los últimos años, las clínicas indias, gracias a su bajo costo, lograron competir contra sus pares norteamericanas o británicas, y ahora atraen una gran parte de los clientes hacia el país asiático.
El boom comenzó en 2006, cuando Oprah Winfrey presentó en su programa a Jennifer y Kendall, una pareja de Nueva Jersey recién llegada de Anand, la India. En una entrevista entusiasta, muy al estilo de la presentadora norteamericana, la pareja contó cómo había concebido a su hijo en la Akanksha Infertility Clinic, a través de una madre en alquiler.
Y, por supuesto, gran parte de la emoción no era sólo por la posibilidad de haberse vuelto padres, sino por haberlo hecho a tan bajo costo. En total, la operación oscila entre los 25.000 a los 30.000 dólares. En Estados Unidos, el mismo procedimiento supera los 50.000 dólares.
La publicidad gratuita de Oprah convirtió a Anand, en el estado de Gujarat, en uno de los centros de mayor concentración de clínicas para la infertilidad del país, casi igual en número a la de las grandes ciudades como Delhi y Mumbai.
"Todos los meses recibimos entre 15 y 20 consultas provenientes de todo el mundo", explicó a LA NACION la doctora Nawana de la publicitada Akanksha Infertility Clinic. "El 80% son extranjeros, especialmente de Estados Unidos, Gran Bretaña e indios residentes en el exterior", agregó.
Las voluntarias para alquilar su vientre entran en contacto con las clínicas por medio del boca en boca, cuenta la doctora.
Reciben entre 8000 y 9000 dólares por la gestación; una cifra que, si se compara con lo que gana un obrero no especializado en la India, correspondería a casi 18 años de trabajo.
Según fuentes no oficiales, existen más de 1000 clínicas para la infertilidad en el país, que anualmente reciben a miles de parejas de todo el mundo. "De acuerdo con fuentes oficiales, este año nacieron 1500 niños de madres de alquiler indias", afirmó a LA NACION Valay Singh Rai, vocera de la ONG Save The Children India.
Sobre la base de cifras del gobierno, esta ONG calcula que hay 25.000 niños indios huérfanos, esperando ser adoptados.
Algunas asociaciones por los derechos de la mujer en la India comienzan a preocuparse por esta práctica.
"La industria está en continuo crecimiento, pero no existen datos confiables y aún no está en funcionamiento un sistema de monitoreo de las clínicas", declaró la doctora Manasi Mishra, jefa de la división de investigación del Centro para la Investigación Social, organización en defensa de los derechos de la mujer india.
Mishra denuncia la poca transparencia de estas clínicas, pues no proveen "suficiente información a las madres de alquiler para poder decidir con conocimiento de causa". A esto añade que existe todo un negocio paralelo de los intermediarios locales, que se quedan con buena parte de dinero como comisión.
Las voluntarias son generalmente contactadas por "agentes" pagados por las clínicas. Con un radio de acción activo principalmente en las zonas más pobres del país y en los barrios marginales de las megalópolis indias, reclutan mujeres jóvenes -generalmente analfabetas-, que se ven atraídas por las cifras que ofrecen, que van desde los 3500 a los 5000 dólares.
Esta cifra es muchísimo más alta de lo que estas mujeres podrían conseguir en su juventud, pero, según las experiencias recogidas por las ONG, el dinero termina siendo invertido de forma errada, sea en negocios fallidos o malgastado por el marido.
Estas mujeres optan finalmente por someterse de nuevo a otros embarazos y muchas veces poniendo en riesgo su salud.
Las mujeres firman contratos en los que no se prevé ayuda médica o económica en caso de una enfermedad posparto. En algunos casos, son sometidas a tratamientos hormonales que traen fuertes efectos secundarios, con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito de la concepción.
En abril pasado, esto se hizo evidente con la muerte de Premila Vaghela, una madre de alquiler de 30 años que murió en el octavo mes por complicaciones clínicas.
El bebe que llevaba en el vientre, hijo de una pareja estadounidense, fue salvado por medio de una cesárea. Pero son muy claros los procedimientos de compensación para la familia de la sustituta.
La industriade la infertilidad
Los números de un negocio que no para de crecer
- 2300
Millones de dólares
Es el estimado que genera la industria del alquiler de vientres en la India
- 25.000
Dólares
Es lo que cuesta el procedimiento en la India; en Estados Unidos, en cambio, supera los 50.000 dólares
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