La increíble historia de Carlo Acutis, el “influencer de Dios” a quien el Papa convertirá en el primer santo millennial
Francisco firmó el jueves el decreto que reconoce un segundo milagro atribuido a la intercesión de este adolescente italiano que había beatificado el 10 de octubre de 2020
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ROMA.- Carlo Acutis, un chico con dos pasiones –la fe y la informática- que murió a los 15 años por una leucemia fulminante y bautizado “el influencer de Dios”, el “ciberapóstol de la Eucaristía” y candidato a convertirse en “patrono de Internet”, será el primer santo milennial.
El papa Francisco firmó el jueves el decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de este adolescente que había sido beatificado por su voluntad el 10 de octubre de 2020, y que tiene una historia fuera de la común.
Nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres porque sus dos padres italianos trabajaban allí, murió el 12 de octubre de 2006, en apenas 72 horas, por una leucemia repentina. Genio de la computadora, pero también un chico especialmente devoto, pese a que su familia no lo era, Carlo falleció con fama de santidad. No sólo vivió cristianamente, en efecto, sino que usó las redes para crear una muestra virtual de los milagros de la eucaristía en el mundo conocida en los cinco continentes. Además, siempre gracias a su computadora, en la que solía entretenerse con videojuegos, como todos los chicos, elaboró un esquema del rosario que incluía los misterios de la luz.
Fue la niñera polaca que tenía en Londres, que se llamaba Beata y era una gran admiradora de Juan Pablo II, que lo acercó a la Iglesia católica. Cuando se mudó junto a su familia a Milán, Carlo fue a un colegio católico y poco antes de morir, a un secundario manejado por los jesuitas.
Desde que recibió la primera comunión, a los 7 años, iba a misa todos los días. Rezaba todo el tiempo, también se confesaba y les pedía a sus padres que lo llevaran en peregrinación a lugares de santos y a sitios de milagros de la eucaristía, que definía como “una autopista hacia el Cielo”.
Como su familia también tenía casa en Asís, solía pasar mucho tiempo en la ciudad de San Francisco, el santo patrono de Italia del que tomó el nombre el Papa argentino. Tanto le gustaba Asís que antes de morir expresó su deseo de ser sepultado allí.
En Christus vivit (Cristo Vive), la exhortación apostólica que escribió después del sínodo dedicado a los jóvenes, en 2019, el papa Francisco mencionó especialmente a Carlo Acutis. “Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven venerable Carlos Acutis”, escribió.
“Él fue capaz de usar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, para comunicar valores y belleza”, subrayó. “No cayó en la trampa. Veía que muchos jóvenes, aunque parecen distintos, en realidad terminan siendo más de lo mismo, corriendo detrás de lo que les imponen los poderosos a través de los mecanismos de consumo y atontamiento. (...) Así, decía Carlo, ocurre que ‘todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias’. No permitas que eso te ocurra”.
“Carlo fue, simplemente, un adolescente de nuestro tiempo, enamorado de Jesús –y especialmente de la Eucaristía- y devotísimo de María, especialmente en la práctica del rosario. Pero en Asís respiró el carisma de San Francisco”, escribió el obispo de Asís y postulador de la causa de canonización, Domenico Sorrentino, en un libro titulado Originales, no fotocopias dedicado a la increíble vida de Carlo, un adolescente que nadaba en contra de la corriente. Vivía en forma simple, se enojaba si su mamá le compraba un segundo par de zapatillas o ropa de marca, solía a ayudar en un comedor para pobres de Milán y en la escuela ayudaba a las víctimas del bullying.
El milagro
Su causa de beatificación comenzó en 2013. En julio de 2018 el papa Francisco lo declaró “venerable”, título que la Iglesia católica le concede a quien, por la práctica de las virtudes ejercidas en vida, es considerado digno de ser venerado por los fieles. A Carlo se le atribuyó luego un milagro por su intercesión, paso indispensable para ser beatificado. Este se registró en Brasil, en el séptimo aniversario de su muerte, el 12 de octubre de 2013, en Campo Grande, capital del Estado de Mato Grosso del Sur.
Allí, un niño de 6 años se curó inexplicablemente de una grave anomalía que padecía desde su nacimiento en el páncreas. “El padre Marcelo Renório invitó a los parroquianos a rezar una novena y apoyó un pedazo de camiseta de Carlo sobre el pequeño paciente, que al día siguiente empezó a comer y cuyo páncreas repentinamente estaba sano sin que los cirujanos lo hubieran operado”, contó la mamá de Carlo, Antonia Salzano, quien aseguró muchas veces, al hablar con la prensa, que ella también recibió de su hijo-beato señales milagrosas y hasta el aviso de que iba a volver a ser madre de gemelas.
El segundo milagro, aprobado este jueves por el Papa y que lo elevará al máximo honor de los altares, tiene que ver con la curación de Valeria, una estudiante de Costa Rica que, el 2 de julio de 2022, se cayó de la bicicleta en el centro de Florencia, se golpeó gravemente la cabeza y terminó en coma. Seis días después del accidente y de una operación, la madre de Valeria, Ilaria, fue a Asís, a la tumba de Acutis -que se convirtió en meta de peregrinación y se encuentra en la Iglesia de Santa María Mayor- a rezar por su hija.
Luego de pasar toda una jornada arrodillada frente a la tumba del joven beato, Ilaria recibió un llamado telefónico del hospital donde estaba internada su hija, que le comunicó que había tenido una repentina e inexplicable mejora: se había despertado del coma y había vuelto a respirar en forma espontánea. Al día siguiente, comenzó a moverse y luego a hablar, para después recuperarse del todo. Tanto es así que en septiembre volvió junto a su madre a Asís para rezar y agradecer ante la tumba de Carlo “el milagro recibido”.
Se espera ahora que el papa Francisco anuncie la fecha de canonización del también llamado “santo de las redes” en un consistorio ordinario público que tendrá lugar en los próximos meses.
En una entrevista con el diario La Repubblica, su mamá, quien había dicho estar segura de que su extraordinario hijo iba a ser proclamado santo, no ocultó su inmensa alegría. “Espero que la fecha de canonización sea establecida lo antes posible, quizás este año, porque hay muchísimas personas que rezan por él en todo el mundo y como beato sólo puede ser objeto de culto local, mientras que, volviéndose un santo canonizado pasará al culto universal, algo que significa que podrán por ejemplo erigirse iglesias dedicadas a él”, explicó, al destacar que el amor y la devoción por su hijo, futuro santo, van mucho más allá de las fronteras italianas.
Salzano también se mostró convencida de que Carlo fue un precursor: “Twitter nació en 2006, pocos meses antes de su muerte, pero él desde años difundía entre sus amigos mensajes breves que ya se hubieran podido definir tuits... Más allá de esto -concluyó- pienso que el ejemplo dado por mi hijo con su vida tiene un gran valor agregado: les habla a todos”.
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