La Iglesia decidió revocar el limbo
El papa Benedicto XVI aprobó la publicación del documento que anula el lugar al que iban los bebes que morían sin ser bautizados
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters).- La Iglesia católica abolió el concepto de limbo, el lugar al que siglos de tradición y enseñanza sostuvieron que iban los bebes que morían sin recibir el bautismo.
En un documento largamente esperado, la Comisión Teológica Internacional de la Iglesia dijo que el limbo reflejaba una "visión excesivamente restrictiva de la salvación", según la agencia Catholic News Service (CNS).
El veredicto que desecha el limbo fue esperado durante años y el documento, llamado "La esperanza de salvación de los niños que mueren sin ser bautizados", era visto como el posible final del limbo, dado que éste nunca formó parte formalmente de la doctrinas de la Iglesia. El Papa Benedicto XVI autorizó la publicación del documento.
El documento. Según el despacho de CNS, el documento de 41 páginas dice que los teólogos que aconsejan al Papa concluyeron que dado que Dios es misericordioso, "quiere que todos los seres humanos se salven".
El escrito asegura que la gracia tiene prioridad sobre el pecado, y que la exclusión de bebés inocentes del cielo no parece reflejar el amor especial de Cristo por los niños.
Limbo. Los teólogos medievales consideraban que el limbo, que proviene de la palabra latina que significa "borde" u "orilla", era un estado o lugar reservado para los muertos no bautizados, incluyendo la gente buena que vivió antes de la llegada de Cristo.
"Nuestra conclusión es que los muchos factores que consideramos dan serios fundamentos teológicos y litúrgicos para la esperanza de que los niños no bautizados que mueren serán salvados y gozarán de la visión beatífica", anunció el documento.
La decisión. La comisión ha estado trabajando en el documento por algún tiempo, y sus miembros dijeron en el pasado que recomendarían abandonar el concepto de limbo.
En escritos antes de su elección como Papa en el 2005, el entonces cardenal Joseph Ratzinger dejó en claro que creía que debía abandonarse el concepto de limbo porque es "sólo una hipótesis teológica" y "nunca una verdad de fe definida".