La hora de dejar de lado la indiferencia y asumir compromisos
Las dos cumbres de refugiados que se celebran esta semana en Estados Unidos serán un fracaso, a menos que los líderes mundiales se comprometan con soluciones contundentes para empezar a resolver la crisis global de refugiados, que es cada vez más aguda.
El presidente Barack Obama pedirá hoy a los líderes mundiales, entre ellos al de la Argentina, que hagan compromisos específicos que contribuyan a poner fin a la crisis de refugiados. Hasta ahora este llamamiento ha sido ignorado.
Si bien nos encontramos frente a la peor crisis de refugiados del mundo de los últimos 70 años, los líderes mundiales han mostrado indiferencia y, mientras esto ocurre, los derechos humanos de las personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares debido al conflicto o a la persecución son violados a diario.
Desde Amnistía Internacional sabemos que la cumbre de las Naciones Unidas está condenada al fracaso, y es improbable que la reunión convocada por Obama pueda lograr objetivos más ambiciosos que los de la propia cumbre de la ONU.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había propuesto establecer un pacto mundial sobre refugiados en el que los gobiernos se comprometieran a recibir cada año al 10 por ciento de las personas refugiadas del mundo. Sin embargo, los Estados miembros hicieron todo lo posible para asegurarse, por un lado, de que no haya un número determinado de refugiados a recibir por país y, por el otro, de que no se genere ningún compromiso a hacerlo.
Si bien la ONU propuso inicialmente un plan ambicioso, en aras de los intereses nacionales, la Unión Europea, Rusia y China, entre otros, sacrificaron los derechos de las personas refugiadas y perdieron una enorme oportunidad de acordar una solución global para la crisis.
El pacto mundial sobre refugiados no se acordará antes de 2018, esto es un hecho. En su lugar, los Estados emitieron ayer la Declaración de Nueva York, con compromisos simbólicos, pero exenta de medidas concretas.
Obama encabezará hoy una cumbre de líderes concebida para obtener compromisos específicos de los Estados miembros y con el objetivo de ofrecer vías seguras y legales a las personas refugiadas, algo que la mayoría de ellos no ha hecho hasta ahora. También pedirá a los mandatarios que donen dinero para ayudar a la población refugiada. La Argentina fue invitada y junto con México son por ahora los dos únicos países de la región que participarán y a los que se les van a pedir compromisos contundentes.
Amnistía Internacional pide a los gobiernos, especialmente a los de los países más ricos, que se comprometan a reasentar a un número significativamente mayor de personas refugiadas y a facilitarles vías legales para alcanzar sobre todo seguridad. Para nuestra organización, la cumbre de Obama debe revitalizar los esfuerzos para resolver la crisis de refugiados y mostrar que al menos algunos gobiernos tienen el firme compromiso de ayudar. Cuantos más países den un paso adelante, más posible será comenzar a visibilizar una solución.
Según la Acnur, hay 21 millones de personas refugiadas en el mundo hoy, y sólo el 14% está en las regiones más ricas. Ahora mismo, se está reasentando cada año únicamente a alrededor de 100.000 refugiados; el 90% de ellos, sólo en cinco países (Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega y Gran Bretaña).
No todos los países pueden hacer el mismo esfuerzo, somos conscientes de esto, pero a largo plazo necesitamos una forma más organizada de compartir esa responsabilidad, y los Estados deberían acordar criterios objetivos para decidir qué proporción de personas refugiadas del mundo debe asumir cada uno, por supuesto, basándose en su capacidad de recepción.
La autora es directora ejecutiva de AI Argentina
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