La gran decisión de Biden: su compañera de fórmula
WASHINGTON.- La elección presidencial de Estados Unidos bien puede descansar en una decisión que tome Joe Biden en las próximas semanas: quién será su compañera de fórmula. De triunfar, Biden jurará con 78 años. Su equipo de campaña dejó correr la especulación de que sólo gobernará un mandato, y el propio Biden dijo que se ve como un "puente" a una nueva generación de líderes. Por esto y todo lo que está juego, esa decisión de Biden carga con un peso mayor al habitual.
"Las dos cosas más importantes son elegir a alguien que sea compatible con uno, y alguien que quieras que sea la última persona en el cuarto cuando tenés que tomar una decisión difícil, que se leal, en el sentido de que cualquier desacuerdo que tenga son entre vos y el presidente en ese momento", definió Biden en una entrevista con CNN, en el jardín de su casa.
Biden retomó esta semana su agenda pública luego de pasar meses recluido en su casa por la pandemia del coronavirus, con apenas un puñado de entrevistas y apariciones desde el sótano. Su equipo ya comenzó a pulir el trabajo para definir su compañera de fórmula.
Biden ya dijo que elegirá a una mujer, y la lista de potenciales candidatas incluye al menos una decena de nombres, entre los que sobresalen tres antiguas rivales en la interna presidencial, Kamala Harris -para muchos, la favorita-, Elizabeth Warren y Amy Klobuchar. A ellas se suman otras senadoras, como Catherine Cortez-Masto, de Nevada, la primera latina en llegar a la Cámara alta. Hay dos gobernadoras: Gretchen Whitmer, de Michigan, y Michelle Lujan Grisham, de Nuevo México, la única gobernadora latina del país, y dos jóvenes figuras afroamericanas de Georgia, Stacey Abrams, quien estuvo a punto de convertirse, en 2018, en la primera gobernadora negra del país, y Keisha Lance Bottoms, alcaldesa de Atlanta.
A Biden no le faltan nombres. ¿Cómo tomará su decisión?
Kyle Kopko, profesor de Elizabethtown College y coautor del libro "¿Importan los compañeros de fórmula?", brinda una mirada al hilo que puede llegar a seguir la campaña de Biden para llegar al nombre definitivo.
"Se dice que la elección de un compañero de fórmula es la primera acción presidencial que toma un presidente", dice a LA NACION Kopko. Esta vez, la elección tiene otra envergadura. "Está bastante claro que hay preocupaciones acerca de la edad de Joe Biden, por lo cual, si Biden no busca un segundo mandato, la persona que sea elegida como vicepresidenta, si gana, se convertirá en la líder de facto del Partido Demócrata, y la persona más probable para quedarse con la nominación democrática en 2024", apunta Kopko.
En Estados Unidos, el cargo de vicepresidente dejó además de ser hace años un rol meramente simbólico. Kopko dice que es una suerte de "asesor en jefe", con peso propio en el Poder Ejecutivo. Dick Cheney se ganó el mote del vicepresidente más poderoso de la historia, y el propio Biden fue un engranaje clave del gobierno de Barack Obama . Biden, al igual que ahora el vicepresidente Mike Pence, tuvo bajo su paraguas la política exterior de Washington para América latina, y ayudó a construir consensos en el Congreso.
Kopko cree que el punto clave a la hora de elegir al vice es "equilibrar" la fórmula. La decisión habla del candidato, y por eso impacta en la campaña, apunta. Pone, como casi todos los politólogos en Estados Unidos, un ejemplo clásico de una mala elección: Sarah Palin. Para Kopko, ayudó a arraigar dudas entre los votantes sobre el criterio y la edad de John McCain, quien luego perdió contra Obama en 2008. Ahora ese "equilibrio" apunta a alguien más joven, pero, también, a una persona que refleje a la diversidad de la coalición demócrata.
"El Partido Demócrata está cambiando. Necesita representar a un partido diverso, por lo que no puede ser una fórmula presidencial de dos hombres blancos. Tiene que haber alguna representación de cómo se ve la base democrática, y alguien que entienda sus valores políticos", continúa el politólogo.
Kopko cree que el mapa de Estados Unidos influye poco en la elección, aunque menciona una hipótesis que podría haber cambiado la historia. En 2000, Kopko cree que Al Gore hubiera ganado la presidencia si hubiera elegido a Jeanne Shaheen, gobernadora de New Hampshire, como compañera de fórmula. George W. Bush ganó el estado por más de 7000 votos. "Si Shaheen le hubiera dado más votos, Florida hubiera sido irrelevante", afirma. "Pero es muy raro. Es más probable que un vicepresidente sea un tiro por la culata a que te dé una ventaja electoral", cierra.
¿A quién elegirá Biden? Kopko cree que se inclinará por una de las senadoras, tal como hicieron Obama, quien lo eligió a él, y Hillary Clinton, quien eligió a Tim Kaine. Pero nada está dicho aún. Biden, quien conoce mejor que nadie el trabajo, tendrá la última palabra.
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