La falta de solvencia, eje del fracaso
Mientras que la crisis europea aparentemente comenzó como un evento aislado en Grecia, en menos de dos años se extendió a la mayoría de los países europeos.
Hace apenas un mes, se aseguraba que Europa por fin contenía el impacto de Grecia. Pero la inestabilidad de los mercados financieros refleja ahora la perspectiva de un nuevo fracaso del programa de ajuste en Grecia y señala que no hay ningún compromiso de fondeo real europeo para preservar el euro.
El fracaso de los programas fue visto por muchos como un fracaso del compromiso griego y se lo busca instalar como el fracaso de Grecia. Hasta ahora, pocos han considerado la posibilidad de que el fracaso de los programas griegos sean los programas en sí mismos.
El costo de los programas para la población es tan fuerte que para las próximas elecciones del 17 de junio ningún candidato basa su campaña en mantener los programas existentes. La atención en las discusiones de la campaña electoral se centran en lograr los cambios necesarios que podrían ayudar a Grecia a finalmente resolver su crisis.
Los programas griegos aplicados hasta ahora fracasaron porque se basan en puntos de vista parciales y dogmáticos que se abstraen de cómo los mercados financieros funcionan y confían únicamente en el flujo de caja a través de ajustes fiscales para restaurar la solvencia soberana. Por desgracia, la crisis financiera en Europa es una crisis de solvencia, no sólo una crisis de liquidez. Sin asegurarse de que los saldos de deuda y que los balances de los bancos sean sostenibles, la crisis seguirá empeorando.
En el centro del fracaso está la experiencia limitada que tiene Europa para responder a las crisis financieras, y la dificultad del FMI para extraer conclusiones instrumentales de los ajustes en que participó, que son un número abrumador de experiencias.
Los programas económicos y financieros griegos fracasaron repetidamente, ya que trataron de hacer los saldos de deuda sostenibles, o estables como porcentaje del PBI después de muchos años, en lugar de que lo sean hoy como los inversores necesitan. Al no garantizar la solvencia y la sostenibilidad de la deuda actualmente, cuatro defectos fundamentales llevaron al fracaso de los esfuerzos de ajuste:
En primer lugar, al no hacer la deuda soberana griega sostenible desde el principio, los programas anteriores fracasaron al no asignar todas las pérdidas, o logrado un nivel de quitas de deuda que garanticen que la deuda reestructurada sea sostenible, estable como proporción de la economía griega de manera inmediata. En la evaluación de quitas de la deuda, todo lo que necesitamos reconocer es que las quitas son una consecuencia de acciones pasadas fiscales irresponsables. Son el resultado de algo ya hecho.
El hecho de que no estén totalmente asignadas todas las pérdidas limita los flujos de capital y ahuyenta cualquier inversión privada que podría fortalecer el crecimiento y llenar el vacío en la actividad creado por el ajuste. No es sorprendente que el ajuste fiscal por sí solo exacerbe la contracción económica.
En segundo lugar, el apoyo financiero que invariablemente se necesita para resolver una crisis financiera se dio antes, en lugar de después, de que todas las pérdidas fueran asignadas y de que la deuda fuese reestructurada.
Parte del problema
De este modo, la deuda oficial se convirtió en parte del problema, y no de la solución. La reestructuración de la deuda privada que Grecia realizó recientemente dio lugar a una quita privada de alrededor del 74%, pero sólo a alrededor de una tercera parte de toda la deuda, privada y oficial. Mientras que una quita de 74% hubiera sido suficiente para restablecer la sostenibilidad hace dos años, ahora que Grecia es una economía mucho más pequeña con una deuda oficial mucho mayor, necesita avanzar en este momento en un plano nuevo, consistente en quitas o cancelaciones de la deuda oficial.
En tercer lugar, al no contar con un financiamiento frontal, en lugar del actual, que se otorga gota a gota, Grecia no tuvo una buena oportunidad de seguir una estrategia exitosa de resolución de la crisis. El financiamiento oficial frontal es crítico para darle el tiempo necesario para que señale creíblemente que los pagos de la deuda no están comprometidos.
En cuarto lugar, Grecia necesita una estrategia de resolución de crisis y un nuevo programa financiero que sea europeo en el alcance y griego en origen, esto es, en la elección de los límites políticos y sociales del ajuste. Los fracasos de Grecia para llegar a sus metas fiscales dentro del programa negociado con la "troika" –UE, FMI, Banco Central Europeo– tienen que ser vistos ante todo como un fracaso en perseguir objetivos realistas.
Para tener éxito, Grecia tiene que lograr una mayoría parlamentaria para el gobierno que debe hacerse cargo de los próximos pasos, que simultáneamente debe recibir el apoyo de todos los líderes europeos.
Otras noticias de Grecia
- 1
El chavismo afirma que el opositor que dejó la embajada argentina colabora activamente con la Justicia
- 2
Un ómnibus chocó con un camión y se prendió fuego: 32 muertos
- 3
Cómo el caso Pelicot relanzó debates jurídicos y sociales y qué podría cambiar tras la sentencia en Francia
- 4
Día clave en Venezuela: Maduro extrema la represión y piensa en su nuevo mandato como punto de partida hacia un “sistema cubano”