La escalofriante advertencia que lanzó una banda de secuestradores de perros

Los únicos que parecen haber logrado una ventaja con la pandemia de coronavirus fueron los ladrones de perros. Con el aumento de la demanda de mascotas debido a la compañía que buscan las personas por estar encerradas todo el día en sus hogares, los precios de los animales se dispararon de manera agresiva y los delincuentes buscaron capitalizar esta enorme solicitud.

La cantidad de perros robados en Reino Unido aumentó 19% durante 2020 en comparación con el año anterior. Las razas de cachorros más buscadas fueron Bulldog francés, Pomerania y Dachshund, conocido como perro salchicha.

Un documental producido por Vice muestra la cruda realidad detrás de las mentes de los criminales y de las personas que intentan prevenir estos ataques. En las imágenes publicadas en las redes sociales se puede ver el procedimiento de una pandilla que secuestra perros en parques y hogares, además de la terrible existencia de las granjas ilegales de cachorros que se convirtieron en uno de los mercados negros de mayor crecimiento en Europa.

En el documental, los secuestradores de cachorros lanzaron una escalofriante advertencia a los propietarios de perros para que vigilen a sus mascotas de cerca. “No dejes correr a tu perro por delante tuyo, porque cuando doble la esquina antes que vos, podríamos estar allí”, dijo uno de los miembros de la banda.

“Agarramos los perros en cualquier lugar que los encontremos, ya sea en un parque o irrumpiendo en una casa. Haremos cualquier cosa para tenerlos. Por eso, tienen que vigilarlos en todo momento”, indicó.

El secuestrador explicó que el objetivo principal de la banda son los cachorros, ya que los clientes “no quieren un perro adulto”. Por ejemplo, un Bulldog francés robado puede valer alrededor de 7000 dólares.

Cuando la periodista preguntó a uno de los delincuentes qué le diría a alguien a quien le hayan robado su perro, este respondió de manera contundente: “Que se compre un nuevo perro”.

Uno de los criminales admitió que se encariñó tanto con un perro secuestrado que lo convirtió en su propia mascota. Aunque aclaró: “Los tiempos son duros. Tengo conciencia, pero esto lo hago por dinero y realmente no creo que esté perjudicando a nadie”.

Sin embargo, y en contra de los dichos del secuestrador, los expertos en comportamiento animal aseguraron que los perros sufren daños emocionales después de ser víctimas de secuestros, incluso comparable con la conmoción que sufriría un humano.

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