La endeudada Dubai, con la torre más alta del mundo
Tiene 828 metros y 190 pisos; es una verdadera "ciudad vertical"
DUBAI.- A pesar de sus serias dificultades financieras y en un intento por despertar nuevamente el optimismo de los inversores, Dubai inauguró ayer el edificio más alto del mundo, de 828 metros, destinado a convertirse en el nuevo símbolo del desmedido crecimiento del emirato.
Con un espectacular despliegue de fuegos artificiales, fuentes musicales y espectáculos de luz y sonido, el emirato no ahorró medios para maravillar a los cerca de 6000 invitados a la ceremonia de inauguración de la torre, que coincide con el cuarto aniversario del ascenso al poder del soberano de Dubai, jeque Mohammed ben Rached al-Maktum.
Los organizadores instalaron pantallas cerca del rascacielos para permitir a los curiosos seguir la ceremonia, transmitida en directo por la televisión, y durante la cual se iba a dar a conocer la altura exacta de esta "ciudad vertical", un secreto guardado bajo siete llaves por sus creadores hasta el momento de su inauguración.
Durante la fastuosa ceremonia, el edificio, que iba a llamarse Burj Dubai, fue rebautizado Burj Khalifa, que en árabe significa Torre Khalifa, en honor al emir de Abu Dhabi y presidente de los Emiratos Arabes Unidos, Khalifa ben Zayed al-Nahayan.
"El punto más alto del mundo construido por el ser humano debe tener un gran nombre", dijo Al-Maktum, en referencia al presidente del emirato, que aportó a Dubai 25.000 millones de dólares para evitar la bancarrota de la ciudad-Estado.
La nueva mole de acero y vidrio supera en unos 300 metros al que hasta ayer era el rascacielos más alto del mundo, la torre Taipei 101, en Taiwan, construida en 2004 y que se eleva 508 metros. La construcción de la torre, que comenzó en 2004, costó 1500 millones de dólares y sólo estarán ocupados 160 de los 190 pisos, según reveló el presidente del gigante inmobiliario Emaar, Mohammed Alabbar, promotor del proyecto.
La flamante estrella de la arquitectura mundial, cuyos cimientos se encuentran 50 metros bajo tierra, tiene cuatro piletas de natación, una biblioteca privada y un hotel de 160 habitaciones que fue diseñado por el italiano Giorgio Armani, que funciona en la parte baja del edificio. Además, en el piso 158 tiene la mezquita más alta del mundo; en el 143, una discoteca, y en el 122, un restaurante panorámico. Su mirador, en el piso 124, también es el más alto del mundo.
Construida en concreto reforzado, acero inoxidable y vidrio, la torre, que tiene 1000 departamentos y 49 pisos destinados a oficinas, puede verse a 95 kilómetros de distancia gracias a los destellos de su fachada, edificada por 300 expertos chinos que cortaron a mano los 26.000 metros cuadrados de paneles de cristal que la forran, el equivalente a 17 canchas de fútbol.
Los desarrolladores de la Torre Khalifa destacaron los avances en seguridad del emprendimiento, que tiene el doble de altura del mítico Empire State, de Nueva York. El edificio tiene refugios resistentes al fuego e independientes en el suministro de aire cada 25 plantas, la distancia que los ingenieros (encargados de vencer el miedo a las alturas provocado por los ataques del 11 de Septiembre) calcularon que podía recorrer una persona en una emergencia.
El director de proyectos de Emaar, Greg Sang, destacó que la estructura de concreto reforzado la hace sustancialmente más fuerte que los rascacielos de acero. "Es mucho más robusta. Un avión no podrá lanzarse sobre la Burj Khalifa como lo hicieron a través de las columnas de acero del World Trade Center", dijo Sang.
La inauguración de la Burj Khalifa coincidió con el estallido de una grave crisis financiera para la ciudad-Estado, uno de los siete pequeños reinos que conforman los Emiratos Arabes Unidos.
Cuatro décadas atrás, Dubai no era más que una villa pesquera, pero se convirtió en las últimas dos décadas en un polo comercial de gran importancia para Medio Oriente gracias a sus políticas promotoras del comercio, su relativa seguridad y la llegada de masivas inversiones. Sin embargo, el precio de las propiedades en algunos sectores del emirato, que eran populares entre los clientes extranjeros, se derrumbaron a casi la mitad en el último año, y muchas firmas que pertenecían al gobierno se vieron en dificultades para pagar sus deudas.
Con ínfimos ingresos por la exportación de petróleo, Dubai tuvo que acudir a su vecino más rico y capital de los Emiratos, Abu Dhabi, para obtener un rescate de 25.000 millones de dólares en 2009 y con ello poder cubrir las deudas acumuladas por una red de empresas relacionadas con el gobierno de Dubai.
Los analistas prevén que Burj Khalifa podría ser el último de los proyectos faraónicos que hicieron conocida a Dubai, entre ellos el único hotel siete estrellas del mundo y una isla artificial con forma de palmera.
Gigante de concreto
- Materia prima: su construcción demandó 330.000 m3 de hormigón y 31.400 toneladas de barras de hierro y la pericia de 300 expertos chinos, que cortaron a mano 26.000 metros cuadrados de paneles de cristal que cubren la fachada, el equivalente a 17 canchas de fútbol. Se invirtieron 1500 millones de dólares.
- Instalaciones: tiene 190 pisos, 30 de ellos con depósitos de agua y zonas de mantenimiento y cuatro dedicados a gimnasios. También hay una mezquita, cuatro piletas de natación, un restaurante y una discoteca. El estacionamiento tiene espacio para 3000 autos y los 57 ascensores circulan a diez metros por segundo.
- Seguridad: cada 25 plantas tiene refugios resistentes al fuego, independientes en el suministro de aire.
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