Elecciones en EE.UU: Donald Trump pedirá el recuento en Wisconsin y suspender el escrutinio en Michigan
WASHINGTON.- Joe Biden se acercaba a la presidencia de Estados Unidos en una feroz pelea voto a voto con el mandatario, Donald Trump, luego de que los datos provisorios de un escrutinio que avanzó a cuentagotas debido a las demoras para computar millones de votos por correo le brindaran un camino mucho más nítido hacia la Casa Blanca. Cerca de sufrir su primera derrota electoral, Trump se proclamó ganador, denunció fraude por parte de los demócratas y envió a sus abogados a intentar frenar el recuento en la Justicia, una movida que dejó al país ante una crisis política inédita.
Crispado por una espera agónica y las primeras protestas en ciudades como Nueva York, Detroit o Filadelfia, donde votantes furiosos exigieron que se contara hasta el último voto, Estados Unidos aguardaba la definición de una de las elecciones más cruciales de su historia, que mantiene en vilo al mundo, y que lejos de cerrar las divisiones del país, promete dejarlo más enfrentado.
Recostado en una ventaja que crecía con el avance del lentísimo escrutinio, y en un intento por dar vuelta la página, Joe Biden brindó un nuevo discurso en Wilmington con un tono de presidente electo en el que reiteró su confianza en que, una vez que termine el conteo, conseguirá la victoria, y llamó a la unidad del país. Y en otra señal que buscó mostrar fortaleza, su campaña lanzó una página web sobre la transición política.
"No habrá estados azules o rojos cuando ganemos. Solo los Estados Unidos de América", prometió.
Debido a la altísima participación, Biden se convirtió en el candidato presidencial más votado de la historia al obtener más de 71 millones de votos, o el 50,3%, un caudal que lo ubicó delante de Trump, quien conseguía 67,7 millones, o el 47,9 por ciento de los sufragios. Biden también quedó a tiro de conseguir los 270 votos electorales necesarios para capturar la presidencia luego de ser declarado vencedor en Wisconsin y Michigan, dos estados cruciales del medio oeste donde Trump se impuso hace cuatro años. Biden lideraba además en Arizona –donde algunos medios ya lo declaraban ganador– y Nevada, y su campaña confiaba en pasar al frente en Pensilvania.
Relegado, y más cerca de ser declarado perdedor por los medios, Trump lanzó una ofensiva legal contra el escrutinio en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, donde su campaña denunció fraude. Y en una declaración sin precedentes, Trump "reclamó" su triunfo en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Michigan en un mensaje en Twitter en medio del escrutinio.
"Están trabajando duro para hacer que desaparezca una ventaja de 500.000 votos en Pensilvania, ¡lo más pronto posible!¡Lo mismo en Michigan, otras partes!", tuiteó el mandatario.
Su hijo, Eric Trump, viajó junto con su abogado, Rudy Giuliani, a Filadelfia, donde brindaron una conferencia de prensa en la que proclamaron a Trump ganador en Pensilvania y, a la vez, denunciaron irregularidades en el proceso de observación del recuento y fraude sin brindar evidencias o aceptar preguntas de la prensa. Giuliani dijo que hubo "trampa masiva" en la ciudad. "Muchachos, esto es fraude. Es fraude", se quejó Eric Trump.
Con un país atenazado por la ansiedad, las campañas del presidente y el candidato demócrata ofrecieron lecturas antagónicas sobre el desenlace de los comicios. El equipo del demócrata insistió en que Biden está camino a ser declarado ganador de la contienda, sobre todo luego de que el conteo provisorio le adjudican un triunfo en Wisconsin por más de 20.000 votos, y otro en Michigan aún más amplio, por más de 100.000 votos, dos estados del medio oeste que integraban el llamado "muro azul" que Trump derrumbó hace cuatro años. El equipo de Biden confiaba además en ganar Pensilvania,
"Joe Biden está en camino de ganar esta elección y será el próximo presidente de los Estados Unidos", dijo temprano la directora de la campaña de Biden, Jen O'Malley Dillo.
Mientras cientos de trabajadores y funcionarios intentaban apurar el escrutinio de los votos, las miradas recaían en ver si se confirmarían o no las tendencias en Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania y Alaska, los únicos estados donde todavía los medios no habían declarado a un ganador. La campaña de Trump también declaró victoria, mientras tejió su estrategia legal para llevar el conteo a la Justicia.
"Sentimos que el presidente está en muy, muy, muy buena posición", había dicho ayer por la mañana el gerente de campaña de Trump, Bill Stepien. "Si contamos todos los votos emitidos legalmente, creemos que el presidente ganará", insistió.
Las lecturas antagónicas anticiparon una dura pelea voto a voto por el futuro del país que puede llegar hasta la Corte Suprema de Justicia, caldear aún más los ánimos de una sociedad fracturada que ya ha comenzado a protestar en las calles, y comprometer la gobernabilidad futura de la primera potencia global. Stepien adelantó que la campaña pedirá el recuento en Wisconsin y presentarán una demanda en Michigan para frenar el escrutinio.
"Ha habido informes de irregularidades en varios condados de Wisconsin que plantean serias dudas sobre la validez de los resultados. El presidente está dentro del umbral para solicitar un recuento y lo haremos de inmediato", denunció Stepien, jefe de campaña de Trump en un comunicado. Y respecto del conteo en Michigan, adelantó que presentarán una demanda "para detener el conteo" hasta que se obtener "un acceso significativo a numerosos lugares de escrutinio para observar la apertura de las boletas".
El camino hacia los 270 votos electorales quedó empantanado por un escrutinio increíblemente lento que impedía anticipar un ganador nítido. Pese a las demoras en el recuento, las autoridades electorales confiaban en poder concluir con el recuento de los votos por correo antes del fin de semana.
La atención estaba puesta en Nevada, y Michigan, Wisconsin y Pensilvania, los tres estados del Cinturón del Óxido, o Rust Belt, que integran el llamado "muro azul" que Trump logró quebrar en 2016 para quedarse con la presidencia. Los tres estados estuvieron en manos de los demócratas en todas las elecciones presidenciales desde la década de 1990 hasta que Trump ganó en los tres hace cuatro años. La campaña de Biden puso especial atención en las últimas semanas para intentar recuperarlos. Trump ganó esos tres estados por menos de 78.000 votos. Ahí fue donde su equipo de abogados concentrará la pelea legal, de incierto desenlace.
We won't rest until everyone's vote is counted. Tune in as my campaign manager @jomalleydillon and campaign adviser Bob Bauer give an update on where the race stands. https://t.co/Rwz4iR25B3&— Joe Biden (@JoeBiden) November 4, 2020
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