La desgastante batalla de los médicos y enfermeros en una Italia al límite
En un solo día se registraron 250 muertos; todo el sistema sanitario está centrado en la epidemia y el 12% de los muertos son trabajadores de salud
ROMA.- "Lo peor aún está por venir, la situación es apocalíptica y si sigue esta progresión de casos, el sistema de salud pública va a colapsar". Lo advirtió ayer a LA NACION, una reanimadora de un gran hospital de Milán, que pidió el anonimato porque no tenía autorización para hablar. "El problema es que montar una terapia intensiva, que es lo que necesitamos ahora con urgencia, no es algo inmediato, hacen falta al menos dos días y personal que sepa luego cómo moverse en este ámbito", explicó.
En el marco del panorama de guerra que provocó el Covid-19, son los médicos, especialmente reanimadores y anestesistas, así como los enfermeros, los que se transformaron en los nuevos héroes en Italia, donde ayer se registraron 250 muertos más en 24 horas. La cifra total de muertos se elevó así a 1266, de los cuales 890 se registraron en la región de Lombardía, la más castigada por la pandemia. En el segundo día de bloqueo casi total, con todos los negocios no esenciales cerrados, el boletín diario de la Protección Civil consignó, por otro lado, que el número total de casos trepó a 17.660 y el de curados, a 1439.
El jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli, al informar que hubo 250 muertos más que la víspera, subrayó que son personas que murieron "con coronavirus y no por coronavirus", haciendo hincapié en que se trata de personas que ya estaban enfermas de otras patologías. Borrelli detalló, además, que del total de 14.955 personas positivas al Covid-19, 1328 se encuentran en terapia intensiva; 7426 internados, con síntomas, y 6201, en aislamiento domiciliario.
"Lombardía ya es el epicentro de un terremoto que parece no terminar nunca. Cada tarde llega un sacudón y los hospitales estallan. Si no encontramos enseguida más camas, más médicos y enfermeros, en estas condiciones no podremos resistir mucho tiempo más", advirtió en una entrevista con La Repubblica Roberto Cosentini, jefe del Departamento de Urgencias del hospital Papa Juan XXIII de Bérgamo, ciudad azotada por el nuevo coronavirus. "El problema es que la dinámica que se desencadenó con el coronavirus ya cambió. Ahora llegan a mi hospital entre 60 y 80 contagiados por día. Cada vez más y todos juntos, todos graves, de todas las edades y hasta el contagio, sanos y fuertes. Si esta nueva oleada no cede, el sistema sanitario va hacia el colapso", alertó.
Cosentini contó que suelen dividir a los contagiados en tres categorías: los entubados, los que necesitan una ventilación subintensiva y los pacientes menos graves. Categorías que deben ser redistribuidas en diversas estructuras "porque si se quedan en el mismo hospital, el sistema no aguanta".
De hecho en Bérgamo, una de las ciudades de Lombardía cuya provincia se convirtió en epicentro del brote, ya identificó hoteles en desuso para trasladar a pacientes ya curados que de todos modos deben permanecer en cuarentena. Las iglesias, por otro lado, fueron transformadas en virtuales cementerios, con los cajones en fila a la espera de ser enterrados, porque la morgue no da abasto.
Polémica
En la provincia de Bérgamo, donde se cuentan más de 150 muertos y 50 médicos se contagiaron, hace unos días el alcalde, Giorgio Gori, generó polémica porque denunció que "a los pacientes que no pueden ser tratados se los deja morir".
"Es lo que me contaron varios médicos que están enfrentando en primera persona la emergencia en nuestros hospitales, pero debería haberlo dicho con más delicadeza y pido disculpas", dijo más tarde.
Giulio Gallera, dirigente de salud de la región, negó luego categóricamente que en los hospitales se estuviera haciendo una "selección de quién debe ser salvado y quién no sobre la base de parámetros sociales". Aunque admitió la enorme presión que están viviendo actualmente los nosocomios de Lombardía, la región más rica de Italia y famosa por la excelencia de su sistema sanitario público.
En estos días que parecen de cine catástrofe en Italia, que intenta resistir al aislamiento y al cierre casi total organizando flashmobs con cantos -como los que hubo en muchas ciudades a las 18 en punto, cuando desde la ventana muchos se pusieron a entonar el himno nacional-, aparecieron carteles, colgados en forma espontánea por ciudadanos, que les dicen "gracias" a médicos y enfermeros. Ellos son los nuevos héroes de una guerra que se combate, hora por hora, contra un enemigo desconocido.
Hace unos días se volvió viral la foto de una enfermera de un hospital de Cremona, otra de las ciudades de Lombardía azotadas por el Covid-19, dormida sobre un escritorio con su barbijo puesto, agotada por un turno de trabajo infernal. La foto fue tomada a las 6 de la mañana por su jefa y amiga, que la compartió en las redes sociales junto a la leyenda "gracias por lo que haces". Sin quererlo Elena Pagliarini, así se llama, se volvió el símbolo del intenso e inmenso trabajo que en este momento están haciendo los operadores sanitarios para garantizar la salud de todos.
Se estima que el 12% de los casos de coronavirus en Italia son médicos y enfermeros que se contagiaron cumpliendo su labor, en la trinchera.
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