La cumbre del clima busca contra reloj un acuerdo de consenso
Mañana deben sellar un texto final para frenar el aumento de la temperatura global
PARÍS.- En medio de una sociedad civil movilizada a través de varias ONG en la localidad de Le Bourget y en otros puntos de esta ciudad, se conoció ayer el borrador del acuerdo que 195 países suscribirán para intentar frenar el cambio climático que ya generó el aumento de 1°C en la temperatura planetaria promedio en comparación con los niveles preindustriales.
El presidente de la cumbre del clima (COP21), el canciller francés, Laurent Fabius, presentó al plenario el borrador elaborado por el Comité de París, compuesto por 14 ministros. Fabius reconoció que el documento sigue sin resolver los tres principales puntos conflictivos en la negociación: la diferenciación a la hora de asumir responsabilidades entre países ricos y pobres, la ambición del futuro acuerdo y la transferencia financiera para la mitigación y adaptación al calentamiento en los países en desarrollo.
"Hicimos progresos, pero nos queda mucho trabajo en las próximas 48 horas", dijo el presidente de la COP21 sobre el texto, que pasó de 48 a 29 páginas con respecto al del sábado pasado, de las que 14 corresponden al acuerdo en sí y 15, a una decisión que lo desarrolle.
El borrador contiene ahora opciones que, en general, son bien vistas por las organizaciones. Sin embargo, todo dependerá de la posibilidad que se elija. Como para que se entienda: respecto del tope en el aumento de la temperatura que se definirá como meta para fines de este siglo hay tres posibilidades en el texto. Una es de 2°C; otra, de 1,5°C, y otra donde se establecen 2°C, pero se sostiene que es deseable 1,5°C. Así de estrecho es el margen que tienen los negociadores que empezarán a discutir esta madrugada y que no saldrán hasta que tengan un resultado al que se llegue por consenso.
"Nos esperan dos largas noches de trabajo", reconoció Fabius, que desea que el viernes por la mañana exista "un acuerdo legalmente vinculante, ambicioso y equilibrado" para ser adoptado por la tarde.
"Este texto eliminó algunas de las principales barreras para llegar a un acuerdo, y ahora el mundo entero está esperando saber si verdaderamente París se despedirá de los combustibles fósiles para 2050", indicó Oscar Soria, vocero de la ONG ecologista Avaaz.
Kaisa Kosonen, de política climática de Greenpeace, indicó: "Algunas palabras que siguen en el texto muestran las huellas de los Estados productores de petróleo. Es un acuerdo de lo malo, lo bueno y lo feo, pero tenemos tres días para forzar el peor escenario y alcanzar un acuerdo decente. Será duro, pero tenemos que seguir luchando para conseguirlo. Es bueno que el límite de 1,5°C como meta siga ahí".
El financiamiento es el otro tema ríspido. Hay países que consideran que deben ser compensados por el daño que el cambio climático les causó, muchos de ellos en vías de desarrollo, y que las inversiones deben provenir de los desarrollados. Sin embargo, los países grandes consideran que eso no puede ser para siempre y que en algún momento -especialmente China y la India- deben comenzar a invertir también de sus propios bolsillos.
"El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dio un paso firme al comprometerse a duplicar el apoyo de su país para la adaptación de los países más pobres por una suma de 800 millones de dólares anuales a 2020. Las negociaciones sobre el financiamiento climático han dominado las conversaciones en París. Ahora Estados Unidos y otros países tienen que llegar a un acuerdo para una hoja de ruta clara y colectiva en aras de alcanzar el financiamiento prometido por 100.000 millones de dólares a 2020, e incrementarlo a partir de esa fecha", indicó Lou Leonard, vicepresidente de cambio climático de World Wildlife Fund (WWF).
Fabius cerró su intervención en el plenario con un lema muy repetido en las negociaciones: "Nada está del todo decidido hasta que se decide". Nada más cerca de la realidad de esta reunión.