La Corte analizará mañana un nuevo pedido de libertad de Lula

RÍO DE JANEIRO.– El expresidente brasileño Luiz InacioLula da Silva, encarcelado desde abril por corrupción, aún tiene chances de ser liberado antes de fin de año. La Corte Suprema aceptó analizar mañana un pedido de hábeas corpus interpuesto por la defensa del exmandatario, que alega que la reciente designación del juez federal Sergio Moro como futuro ministro de Justicia de Jair Bolsonaro demostró la parcialidad del magistrado que lo condenó en primera instancia en el marco de la Operación Lava Jato.

El recurso será analizado mañana a la tarde por el segundo grupo del Supremo Tribunal Federal (STF), integrado por los jueces Edson Fachin, Ricardo Lewandowski, Carmen Lucía Antunes Rocha, Gilmar Mendes y Celso de Mello, que en otros casos han revertido penas de prisión y concedido la libertad condicional. Sin embargo, la Procuraduría General de la República, a cargo de Raquel Dodge, ya presentó un informe en el que rechazó los argumentos de los abogados de Lula y recomendó mantenerlo en prisión.

Acusado de haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex en el balneario de Guarujá como soborno en especie a cambio de garantizarle a la empresa contratos con Petrobras durante su gobierno (2003-2010), en julio del año pasado Lula fue sentenciado por el juez Moro, de Curitiba, a nueve años y seis meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. El expresidente apeló la condena, pero en enero de este año el Tribunal Regional Federal de la 4ª región (TRF-4), en Porto Alegre, no sólo ratificó el fallo de Moro sino que encima endureció la pena a 12 años y un mes. Desde entonces, la defensa de Lula intentó las más variadas vías legales para evitar la detención del exmandatario, pero finalmente quedó arrestado el 7 de abril. Numerosos recursos para liberar al máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT) no dieron frutos.

El mes pasado, tras ganar el ballottage del 28 de octubre, el presidente electo, Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), anunció que nombraría como su ministro de Justicia al juez Moro, símbolo de la lucha anticorrupción de los últimos años y que ha sido una de las banderas de la campaña del político ultraderechista. Para los abogados de Lula, Moro demostró "enemistad capital e intereses exoprocesales" al condenar al popular expresidente, y tendría que ser apartado del proceso mientras su cliente debería enfrentar un nuevo juicio "imparcial". Sostienen que el Ministerio Público Federal no probó nunca que Lula haya sido el propietario del inmueble que se le atribuye ni que haya beneficiado a OAS.

Como consecuencia de la segunda condena ante el TRF-4, Lula quedó legalmente imposibilitado de competir en las últimas elecciones presidenciales, para las que era el favorito al inicio de la contienda, muy por delante de Bolsonaro. El siempre ha insistido en su inocencia y en que todas las denuncias contra él son parte de una persecución política para evitar que el PT vuelva al poder.

Mientras se aguarda la definición de este nuevo recurso ante el STF, varios familiares y aliados políticos de Lula han buscado convencer a su líder de presentar ante la Corte un pedido de clemencia para que al exmandatario de 73 años se le permita el beneficio de la prisión domiciliaria. Pero Lula se niega y afirma que de esa manera estaría reconociendo su culpa. Actualmente, el expresidente está preso en una celda-cuarto de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.

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