La contaminación en China llega a niveles extremos
El gobierno extendió la zona de peligro por smog a unos 400 millones de habitantes; Xi desafió la polución y caminó por Pekín
PEKÍN.- La contaminación en China llegó a niveles tan extremos que hasta a las estatuas les colocan barbijos para protegerse. Incluso hay partes del norte del país que sufren su sexto día de polución severa, por lo que el gobierno extendió la zona de peligro por smog a unos 400 millones de ciudadanos.
El nivel de contaminación superó en muchos lugares los 400 microgramos por metro cúbico, lo que multiplica por 16 el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Preocupado por la situación, el régimen elevó ayer la alerta por contaminación al nivel naranja, el segundo más alto en una escala de cuatro, para todo el norte y el centro del país, informó la agencia oficial Xinhua. Pekín y Tianjin son dos de las ciudades más afectadas. También están en riesgo las provincias de Hebei, Shanxi, Shandong, Henan, Shaanxi y Liaoning.
En Pekín, la céntrica calle Nanluoguxiang, frecuentada por miles de turistas cada día, tuvo ayer un inesperado visitante: Xi Jinping. Con su gesto, el presidente chino -acompañado por el alcalde Wang Anshun- brindó apoyo a una ciudad en la que la fuerte polución ahuyenta el turismo.
La capital china, donde la alerta naranja está vigente desde el viernes pasado, sufrió ayer el séptimo día consecutivo de una contaminación muy alta: el aire está lleno de humo y la visibilidad es de apenas unos cientos de metros.
Por su parte, Jiang Chao, un estudiante de la Universidad de Pekín, que se vio obligado a permanecer dentro de su habitación debido a la contaminación, les colocó barbijos a tres estatuas del campus universitario. En la capital, el valor de partículas en suspensión en el aire multiplicó ayer por entre 17 y 20 los niveles recomendados por la OMS. Los hospitales estaban saturados de pacientes con problemas respiratorios, cardíacos o de circulación.
Las autoridades sanitarias recomendaron que los mayores y los chicos no salgan de sus casas y que los 20 millones de habitantes de la ciudad se protejan con barbijos si tienen que salir a la calle.
Ante las críticas de la población de que no se están tomando medidas para reducir la contaminación, las autoridades de la ciudad respondieron que 36 industrias dejaron de producir y otras 75 redujeron las emisiones contaminantes en un 30% tras ser obligadas a hacerlo. Además, otras 36 redujeron su producción de forma voluntaria.
Otra de las críticas es que ante los valores extremos de contaminación el gobierno no decretó la alerta roja, la más alta, que impediría la circulación de automóviles y ordenaría más cierres de fábricas.
Los médicos advierten de las consecuencias del smog para la salud, que puede debilitar el sistema inmunológico y facilitar problemas respiratorios, cardíacos o circulatorios.
El smog afectó sobre todo a pacientes con asma y enfermedades de corazón o de los bronquios. Según calculan renombrados científicos chinos, cada año mueren entre 350.000 y 500.000 chinos como consecuencia de la alta contaminación ambiental.
La segunda mayor economía de l mundo es también la mayor consumidora del mundo de energía, dos terceras partes de la cual proceden del carbón. En muchas de las industrias faltan instalaciones de filtrado modernas.
El consumo de energía per cápita en China y con respecto al crecimiento económico supera en un 40% la media mundial. Además, la cifra de automóviles en las rutas de China aumentó de los 16 millones que había en 2000 a cerca de 100 millones en la actualidad.
Agencias AP, EFE y DPA
Otras noticias de Medio ambiente
Más leídas de El Mundo
"Nos engañó". Angela Merkel en el Purgatorio: su partido reniega de la excanciller y el país revisa su legado
Denuncia penal contra el chofer. Murió una pasajera que viajaba en el colectivo que chocó contra la rambla en Montevideo
"Por ustedes no es". La emoción de la reina Letizia al hablar con los afectados por las inundaciones en Valencia
Tras ser abucheado. Sánchez reconoció el “sufrimiento” de los damnificados por las inundaciones pero condenó la “violencia”