La CIA busca un gran acuerdo sobre rehenes en una reunión secreta con el jefe del Mossad
La reunión en Qatar se produce cuando William Burns asume un papel central para el presidente Biden en la gestión de la crisis.
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WASHINGTON.- El director de la CIA, William J. Burns, llegó a Qatar este martes para celebrar reuniones secretas con el jefe de espionaje de Israel y el primer ministro de Qatar con el objetivo de negociar un acuerdo amplio entre Israel y Hamas, dijeron tres personas familiarizadas con la visita.
Burns presiona para que Hamas e Israel amplíen el enfoque de sus actuales negociaciones sobre rehenes, hasta ahora limitadas a mujeres y niños, para abarcar también la liberación de hombres y personal militar.
También busca una pausa más larga de varios días en los combates, teniendo en cuenta la exigencia israelí de que Hamas libere al menos a 10 personas por cada día de interrupción de la guerra, dijeron personas familiarizadas con el asunto bajo condición de anonimato para poder brindar los detalles más delicados.
Fundamentalmente, Burns está presionando por la liberación inmediata de los rehenes estadounidenses retenidos por Hamas. Los funcionarios estadounidenses cifraron el número de rehenes en ocho o nueve.
La CIA se negó a comentar sobre el viaje del director, que se mantiene secreto. Un funcionario estadounidense dijo: “El director Burns viajó a Doha para tener reuniones sobre el conflicto entre Israel y Hamas, incluida las conversaciones permanentes sobre los rehenes”.
Burns se ha convertido en el principal negociador estadounidense en la crisis de los rehenes, valorado por el presidente Biden por su amplia gama de contactos en todo Medio Oriente y, en particular, dentro del servicio de inteligencia Mossad de Israel.
“Lo escuchan y lo respetan mucho”, dijo una persona familiarizada con las negociaciones.
Burns, un diplomático veterano y ex embajador de Estados Unidos en Moscú, a menudo es elegido por Biden para manejar los desafíos más sensibles de la administración, desde advertir a Rusia que no use armas nucleares en Ucrania hasta negociar con los talibanes en medio de la crisis de evacuación de Estados Unidos en Afganistán.
Su papel en la guerra entre Israel y Gaza es particularmente destacado dada la dependencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, del jefe del Mossad, David Barnea.
“Barnea es la persona israelí clave para estas negociaciones”, dijo Natan Sachs, un académico especializado en Israel de la Brookings Institution. “Él es el autorizado para hablar en nombre del primer ministro”, señaló Sachs.
Muy fuera del círculo de confianza de Netanyahu se encuentran el ministro de inteligencia de Israel, Gila Gamliel, y el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, dicen los observadores, lo que convierte las reuniones de Burns con su homólogo en un punto focal para la negociación. “El secretario de Estado, Antony Blinken, sería la contraparte si el ministro de Asuntos Exteriores israelí tuviera alguna influencia en el gabinete, pero no la tiene”, dijo Sachs.
El canal entre Burns y Barnea se utilizó a principios de este mes cuando los dos se reunieron en Qatar para discutir una pausa en los combates y las líneas generales de la liberación de rehenes con el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, el 9 de noviembre.
Horas después de que concluyera la reunión, la Casa Blanca anunció que Israel iniciaría pausas de cuatro horas en el norte de Gaza para permitir que los palestinos huyeran de las hostilidades, una medida bienvenida a los ojos de la Casa Blanca, pero que no cumplió con las solicitudes estadounidenses de pausas de varios días.
Qatar, una península rica en gas en el Golfo Pérsico, ha mediado en las conversaciones entre Israel y Hamas desde el inicio del conflicto.
Los funcionarios estadounidenses están presionando para que se prolonguen los días sin combates para liberar a los rehenes y permitir la entrada de ayuda humanitaria al enclave. Los funcionarios israelíes dijeron a sus homólogos que el número máximo de días adicionales que están dispuestos a permitir es 10 antes de intentar reanudar las operaciones militares, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Netanyahu prometió destruir a Hamas, y los funcionarios no están seguros de si se podrá persuadir a Israel para que retroceda en su límite de 10 días en medio de la presión para liberar tantos rehenes como sea posible.
Durante el fin de semana Netanyahu prometió continuar luchando después de la actual fase de negociaciones sobre rehenes. “Regresaremos con toda la fuerza para lograr nuestros objetivos: la eliminación de Hamas; garantizar que Gaza no vuelva a ser lo que era”, dijo.
La última ronda de liberaciones del lunes elevó el número de rehenes israelíes liberados a 51, incluidos ciudadanos con doble nacionalidad, además de 18 ciudadanos extranjeros de Tailandia y Filipinas, mientras que Israel ha liberado a 150 mujeres y adolescentes palestinos encarcelados.
La tregua acordada la semana pasada fue la primera pausa en las hostilidades desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre, cuando hombres armados de Hamas lanzaron un brutal ataque transfronterizo que mató a 1200 personas y tomó más de 240 rehenes.
Israel respondió con una campaña de bombardeos masivos y una ofensiva terrestre que ha matado a más de 13.300 palestinos, muchos de ellos niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que advierte que su balance es incompleto. Grandes secciones del enclave densamente poblado fueron arrasadas por las bombas y la artillería israelíes, y las restricciones israelíes a los alimentos, el combustible y el agua potable crearon una catástrofe humanitaria.
Si bien los combates se detuvieron como parte de la tregua, las agencias de ayuda se han apresurado a aumentar las entregas a Gaza.
A los funcionarios estadounidenses les preocupa que si Hamas e Israel no logran negociar una extensión de la tregua, las entregas de ayuda volverán a detenerse. Uno de los objetivos que tiene Burns en Qatar es explorar qué tipo de formato o mecanismo se puede establecer para asegurar el flujo de ayuda fuera del marco de las negociaciones sobre rehenes, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Hay acuerdo entre todas las partes en que el flujo de ayuda a Gaza no es suficiente, pero los funcionarios estadounidenses dicen que el principal desafío son las cuestiones de seguridad y logísticas que no permiten el paso de más de 200 camiones por día. Una posible solución es mejorar la capacidad en el cruce fronterizo de Rafah, que separa Gaza y Egipto, reemplazando equipos de seguridad obsoletos.
Por John Hudson
The Washington Post
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