La centrifugadora de poder está en marcha
RÍO DE JANEIRO.- Según el concepto desarrollado por la ciencia política para explicar el sistema brasileño, hay un momento del presidencialismo de coalición en que los políticos de base fungen de poder central. Éste es el momento que estamos viviendo en Brasil. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió ayer abandonar la coalición de gobierno, como ya lo hicieron otros grupos.
Ese fenómeno ocurre cuando la estrella mayor pierde fuerza y surgen nuevos polos de atracción. La impopularidad es la peor pesadilla de los políticos, porque es contagiosa y puede acabar con sus chances de ser elegidos. En pleno año electoral, el fuerte rechazo hacia el Partido de los Trabajadores (PT) y la presidenta Rousseff está alimentando el así llamado ciclo centrífugo. Y es muy difícil revertir esa dinámica.
La actitud del gobierno, una especie de "liquidación total con mesa de ofertas", sirve de poco en el contexto actual, y con el proceso de fuga en un estado tan avanzado. El poder atrae; la pérdida de poder ahuyenta. Y en medio de la sangría, de poco sirve repartir cargos en el gobierno, con escenas de fisiologismo explícito, si el poder está en declive.
En el final del gobierno de Sarney, con el país en hiperinflación tras el fracaso del Plan Verano, el tercer programa de aquella administración, el país pudo ver cómo el gobierno era dejado en absoluta soledad. En la fragmentada elección de 1989, ningún candidato defendía al gobierno o se decía oficialista.
Durante el juicio político a Collor de Mello, el centro, que lo había sustentado, se deshizo, y el gobierno ya no atraía ni a sus aliados de la primera hora. La ventaja era que el entonces vicepresidente, Itamar Franco, ya estaba peleado con Collor desde antes de la asunción y siempre se mantuvo distanciado del gobierno. Durante el ciclo centrípeto, Franco parecía un vicepresidente a la deriva. Durante el ciclo de fuga, se convirtió en una alternativa.
Hay dos diferencias con la crisis actual. El Partido Nacional Renovador no era un partido, sino un ensamble oportunista, mientras que el PT es un partido. Y además, Franco no estaba sospechado, mientras que Michel Temer está manchado por el caso Lava Jato.
Nada se repite de la misma forma, pero la dinámica que lleva al gobierno a temer una desbandada es la misma de otros momentos de la historia. El poder se alimenta de la perspectiva de poder, por eso una presidencia enflaquecida y considerada sin futuro perderá apoyos. Es por eso que Dilma niega que vaya a renunciar, porque así mantiene a su núcleo dentro de su órbita. La misma lógica llevó al ex presidente Lula a ubicarse en el lugar de candidato, porque así genera una perspectiva de futuro de poder e intenta frenar la actual sangría.
Durante el ciclo centrífugo se vuelven cosa de todos los días las pequeñas y grandes señales de desprestigio, el rechazo de cargos y el ausentismo en las reuniones. Los políticos empiezan a evitar ser vistos como copropietarios del poder, porque eso afecta sus posibilidades de supervivencia.
Las buenas noticias económicas pueden revertir este proceso durante su fase inicial. El segundo mandato de Fernando Henrique Cardoso arrancó con crisis cambiaria y devaluación. Ese cambio fue visto como una traición a la promesa de mantener el Plan Real. Su popularidad cayó y el PT lanzó su "Fuera Cardoso". En 1999, sin embargo, la inflación fue controlada y la economía no sufrió la recesión que se temía. El PBI creció fuertemente durante 2000, y el gobierno se rearmó.
Ahora, las buenas noticias económicas no llegarán. La recesión es profunda y la economía no le tirará ningún salvavidas al gobierno. En política, tal vez sea demasiado tarde para detener el ciclo de fuga.
Traducción de Jaime Arrambide
Otras noticias de Dilma Rousseff
- 1
Cómo el caso Pelicot relanzó debates jurídicos y sociales y qué podría cambiar tras la sentencia en Francia
- 2
Un ómnibus chocó con un camión y se prendió fuego: 32 muertos
- 3
Día clave en Venezuela: Maduro extrema la represión y piensa en su nuevo mandato como punto de partida hacia un “sistema cubano”
- 4
Vladimir Putin anticipó que habrá “más destrucción” en Ucrania tras los ataques contra Rusia