La caxirola no se dejará escuchar en los partidos del Mundial
Es la respuesta de Brasil a la vuvuzela, la trompeta alargada que suena como un búfalo belicoso que desencadenó su furia contra los tímpanos durante el Mundial de 2010 en Sudáfrica
SÃO PAULO.- Ha sido comparada con una granada de mano con manoplas, ridiculizada por ser un "sonajero agrandado" y calificada por un escritor de deportes británico de "basura".
Se trata de la caxirola, la respuesta de Brasil a la vuvuzela, la trompeta alargada que suena como un búfalo belicoso que desencadenó su furia contra los tímpanos de la raza humana durante el Mundial de 2010 en Sudáfrica.
"Si le pareció que las vuvuzelas eran irritantes, espere a oír la caxirola", se quejó el periódico The Guardian en Inglaterra.
Pero resulta que muchos no tendrán esa experiencia.
Aunque el sonajero ha recibido la bendición de algunos, incluyendo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff , y el respaldo de la FIFA, las autoridades federales han prohibido la caxirola en los 12 estadios de fútbol en donde se disputarán los partidos del Mundial .
Evidentemente, el instrumento fue vetado de los juegos por motivos de seguridad. Sin embargo, la prohibición no ha frenado a la caxirola de hacer ruido en el mercado.
Los comercializadores oficiales del Mundial se encuentran ocupados vendiendo la caxirola en línea como uno de los 10 artículos que el hincha bien equipado "tiene que tener". Ya que sí se puede seguir usando fuera de los estadios, y en las celebraciones generales del Mundial, está disponible en tiendas grandes como las de la cadena estadounidense Wal-Mart y puestos selectos libres de impuestos en aeropuertos, según su fabricante, The Marketing Store con sede en Chicago. El precio usual: US$ 14.
Parecida a un aguacate con una base plana, la caxirola está compuesta de plástico producido con etanol de azúcar de caña brasileña y está llena de pequeñas partículas de plástico. Cuando se agita produce un tintineo moderadamente alto, entre una sonaja de bebé y una tormenta sobre un techo metálico. Hecha en Brasil, cada caxirola lleva el sello oficial de la FIFA, y está disponible en los colores de cada uno de los 32 equipos participantes del Mundial.
El compositor y percusionista Carlinhos Brown, el ídolo cultural brasileño y nominado al Oscar que inventó la caxirola, no tenía ninguna idea del ruido que haría en el mercado.
Las comparaciones con la vuvuzela inundaron varios sitios de Internet. En la BBC, algunos usuarios indicaron que prefieren el tamaño más pequeño de la caxirola; otros la halagaron por parecerse más a un instrumento musical. En un blog de ESPN, un usuario se lamentó por lo cautelosa que se ha vuelto la tumultuosa cultura de los estadios.
Brown dice que cuando se dispuso a diseñar la caxirola, quería crear un símbolo ecológico de las raíces afrocaribeñas de Brasil, algo similar a un bloque de percusión de madera de un monje budista.
"Estaba buscando un instrumento sagrado y casi todas las culturas tienen uno", dice.
Su instrumento puede estar pagando el precio de la controversia que rodeó a la vuvuzela, la cual se coló en los estadios sudafricanos durante el Mundial de 2010. Con su zumbido perenne durante las transmisiones televisivas, el instrumento se convirtió en el sonido de fondo del torneo. Algunos televidentes recibieron bien el ruido, otros corrieron corrían a presionar el silenciador del control remoto.
La caxirola no fue bien recibida por los organizadores el año pasado, luego que los hinchas en un partido en Bahia llenaran el campo con caxirolas que Brown les había obsequiado. El Ministerio de Justicia de Brasil prohibió la entrada del instrumento en la Copa Confederaciones del año pasado, el torneo considerado como una especie de ensayo del Mundial. Brasil organizó y ganó este evento.
En un golpe aún mayor, el ministerio también decidió prohibir la entrada del instrumento a los partidos del Mundial.
"Recomendamos que no se use porque podría dañar a los aficionados" asistentes a los partidos", dijo Danyelle Simões, una portavoz del ministerio.
Brown admite que se sintió "un poco avergonzado" por la debacle de Bahia, particularmente porque involucró a su equipo favorito, Esporte Clube Bahia. Pero aún cree que la caxirola está siendo injustamente estigmatizada.
"Estamos culpando al instrumento, cuando tenemos actualmente el tipo de violencia que fue creada por una ausencia de una estructura social, violencia creada por el deseo, violencia creada por necesidad", dijo.
El artista asegura que cuando creó la caxirola quería que otros pudieran copiarla y producirla, sin intención de lucrar con ella. Como resultado, existen al menos cinco versiones de la caxirola en línea, que ofrecen una aproximación del estruendo de la caxirola que, según algunos, no debería ser comparado con su molesto predecesor.
Según un estudio de un profesor de acústica en Alemania, la caxirola no crea una cacofonía ensordecedora. Stephan Paul, quien dicta ingeniería acústica en la Universidad Federal de Santa Maria en Brasil, dice que comenzó a probar el nivel de presión acústica de la caxirola hace meses.
Sus pruebas encontraron que el sonido de la caxirola es considerablemente más suave que el de la vuvuzela, con un nivel de alrededor de 80 decibeles en comparación con 109 decibeles para el instrumento sudafricano.
"La caxirola no representaría peligro alguno al sistema auditivo humano, como lo hacía la vuvuzela", aseguró Paul. Él compara el nivel de decibeles de la caxirola al ruido de una calle.
Brown, quien le gusta caracterizarse como un "hombre sin educación formal", parece estar más perplejo que molesto por la fortuna de la caxirola.
"Cuando veo que este instrumento se vende por 14 dólares, creo que es un poco absurdo", dice. "Quizás no es un buen instrumento para el Mundial".
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