La campaña de Lula da Silva cambió el tradicional rojo por el blanco para reducir el rechazo al líder del PT
La sustitución fue tras el consejo de la senadora y excandidata Simone Tebet, que declaró su apoyo al expresidente para la segunda vuelta del 30 de octubre en Brasil
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RÍO DE JANEIRO.- El paso del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por Río de Janeiro este martes y miércoles estuvo marcado por el cambio cromático en su campaña: el tradicional rojo del Partido de los Trabajadores (PT) dio paso al blanco, en nombre del “amor y la paz”. Lo mismo ocurrió en un acto el miércoles en Salvador, en el que el candidato del PT vestía una remera blanca. La sugerencia la hizo la senadora Simone Tebet (MDB) -que terminó la primera vuelta en el tercer lugar de la carrera presidencial y ahora apoya al exmandatario- como una de las formas de tratar de reducir el rechazo a Lula de cara al ballottage del 30 de octubre contra Jair Bolsonaro.
La preferencia por el blanco comenzó a adoptarse este martes, cuando llegó a Río a un acto de campaña por Belford Roxo, municipio de la Baixada Fluminense. Los organizadores que invitaron a asistir a los simpatizantes indicaron la elección del color blanco para representar la paz. Poco después del acto en el Complexo do Alemão, en la mañana del miércoles, Lula aterrizó en Salvador y también apareció en la agenda de campaña con una remera blanca, sin pegatinas vinculadas al PT.
El rojo representa en la política brasileña al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula en 1980, pero algunos de los nuevos aliados que se han sumado al frente progresista han insinuado que no se sienten reflejados en ese color, propio de la izquierda.
Una de ellas ha sido Tebet, tercera en la primera vuelta con un 4,1 % de los votos. Según señaló, el rojo “aleja” a aquellos electores que rechazan al PT, que pudieran dejar de apoyar a Lula y abstenerse de votar o, en el peor de los casos, alinearse con el líder ultraderechista.
“Por el amor y por la paz, vamos a usar blanco”, decía un aviso publicado en las redes sociales de Lula, en el que se convocó a un acto para el martes en un suburbio de Río de Janeiro.
En el acto en el Complexo do Alemão, en la Zona Norte de Río, el expresidente recibió el miércoles, día de Nossa Senhora Aparecida, una imagen de la santa. Los simpatizantes de Lula distribuyeron una carta en las redes sociales con compromisos dirigidos a los religiosos. El texto, entre otros puntos, establece que todas las religiones y templos serán respetados en un eventual gobierno de de Lula.
En Alemão, en un auto descubierto con su esposa, la socióloga Janja Silva, el alcalde de Río, Eduardo Paes (PSD), y los derrotados candidatos a gobierno estatal Marcelo Freixo (PSB) y Rodrigo Neves (PDT), Lula encabezó otro acto político.
Lula regresó al complejo Alemão 11 años después del lanzamiento de obras e inversiones en la región. El expresidente defendió el legado de los gobiernos del PT y reafirmó que “nunca un presidente invirtió tanto en Río”. Lula fue seguido por una multitud de rojo y blanco. En medio del trayecto, el líder del PT tomó el micrófono y recordó las conquistas de su gobierno, y criticó a Bolsonaro.
En la primera vuelta del pasado 2 de octubre, Lula se impuso con un 48,4 % de los votos frente al 43,2 % que obtuvo Bolsonaro. El expresidente es favorito en las encuestas para imponerse en el ballottage.
O Globo/GDA
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