La Argentina se abstuvo de rechazar las elecciones de Venezuela en la OEA
WASHINGTON.- El gobierno de Alberto Fernández se abstuvo de rechazar las últimas elecciones en Venezuela y condenar al régimen de Nicolás Maduro en una votación en la Organización de Estados Americanos (OEA), prolongando el silencio oficial sobre la crisis en la nación caribeña debido a las divisiones en el Frente de Todos, donde el kirchnerismo duro respalda al chavismo, y acentuando el aislamiento de la Argentina en la región.
El Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución presentada por Brasil y copatrocinada por Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y el gobierno encargado de Juan Guaidó en Venezuela que rechaza "las elecciones fraudulentas" celebradas en Venezuela el 6 de diciembre de 2020, y desconoce sus resultados "por no haber sido libres ni justas de conformidad con las condiciones establecidas en el derecho internacional".
La resolución también denunció que las elecciones carecieron "de imparcialidad y transparencia" y tampoco contaron con la participación de todos los actores políticos y de la ciudadanía. El documento menciona además que los presos políticos no han sido liberados, la autoridad electoral carece de independencia y no hubo una "observación electoral internacional independiente y creíble".
El texto fue aprobado con el respaldo de 21 países de la región: Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, el gobierno de Gaudió de Venezuela, Bahamas, Brasil y Uruguay. México y Bolivia votaron en contra, y hubo cinco abstenciones –entre ellas, la de la Argentina– y seis países estuvieron ausentes en la reunión del Consejo Permanente.
Además de rechazar la elección en la cual se renovó la Asamblea Legislativa, la resolución de la OEA condena "en los más enérgicos términos la estrategia consistente y deliberada del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro de socavar el sistema democrático y la separación de poderes, incluso a través de la instalación de una entidad no democráticamente electa resultante de las elecciones fraudulentas del 6 de diciembre, consolidando a Venezuela como una dictadura".
El texto además reitera el llamado a que se convoquen lo más pronto posible "elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas, transparentes y legítimas, con observación electoral internacional independiente y creíble".
La abstención de la Argentina dejó al descubierto el aislamiento del país en la región, y la incomodidad de la Casa Rosada ante la situación en Venezuela, cuyas violaciones a los derechos humanos fueron recopiladas y condenadas por el informe de la ONU a cargo de la expresidenta chilena Michelle Bachelet y también han sido condenadas por la Unión Europea. El principal motivo del silencio oficial respecto de las elecciones en Venezuela son las fuertes divisiones en el Frente de Todos, donde el kirchnerismo duro respalda al chavismo.
El embajador argentina ante la OEA, Carlos Raimundi, dijo en su mensaje al justificar la abstención que la Argentina "reafirma su compromiso con el diálogo entre todos los actores en busca de una salida pacífica y política" a la crisis en Venezuela, y reiteró la posición argentina a favor de avanzar "a la democracia plena, a la vigencia de derechos humanos, la recuperación de la economía venezolana y el bienestar de su pueblo".
"La Argentina está convencida de que no se puede desde el exterior hacer caso omiso a la voluntad que manifestaron quienes concurrieron al acto electoral. Ni dictar las condiciones de procesos electorales sin contribuir a los mismos, peor aún, alentando su boicot", afirmó el embajador argentino.
Raimundi también criticó la política de sanciones que "no ha llevado a nada", y criticó a la OEA al afirmar que el gobierno argentino lamentaba que el organismo no haya podido fortalecer el proceso democrático en Venezuela.
"Lamentamos que desde la OEA no se haya podido avanzar en fortalecer el proceso democrático de Venezuela, en nada contribuye el proyecto de resolución que está bajo discusión", concluyó el embajador.
Uno a uno, los representantes de los 21 países que condenaron al régimen de Maduro justificaron su voto en las violaciones de derechos humanos del régimen y la ausencia de libertad para llevar adelante una elección justa e imparcial. El secretario General de la OEA, Luis Almagro, enfrentado con el gobierno argentino, y un fuerte crítico de Maduro, dijo que las elecciones parlamentarias del domingo representan un "avasallamiento de las libertades fundamentales del pueblo venezolano". Una de las sorpresas la dio México, que votó en contra en vez de abstenerse. La embajadora Luz Elena Baños justificó la oposición a la resolución "por considerar que es abiertamente intervencionista".
Bradley Freden, vicerepresentante permanente de Estados Unidos ante la OEA, dijo que Washington sólo apoyará "la verdadera voz democrática" de la oposición y denunciará las violaciones a los derechos humanos del gobierno de Maduro.
"Las últimas elecciones democráticas en Venezuela fueron las ocurridas en 2015 cuando el pueblo venezolano rechazó de forma abrumadora a Maduro y votó a favor de una Asamblea Nacional controlada por la oposición", dijo Freden. "Desde entonces, el régimen de Maduro ha ahogado la autoridad constitucional de la oposición y creado una asamblea rival e ilegítima llena de personas leales a Maduro", ahondó.
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