La Argentina inauguró la aceptación latinoamericana
Decisión: nuestro país fue el primero de América latina en reconocer al Estado judío, al año siguiente de su creación.
Israel celebra hoy el 50º aniversario de su creación y a mediados de mayo se cumplirán 49 años del establecimiento de la relación diplomática argentino-israelí. La Argentina fue el primer país de América latina que tomó esa decisión.
En ese entonces, la representación fue abierta por Pablo Manguel, "uno de los integrantes de un pequeño grupo de judíos peronistas", según el trabajo de Ignacio Klich "El primer acuerdo comercial argentino-israelí: consideraciones políticas y económicas". Su contraparte en Buenos Aires fue Jacob Tsur.
El trabajo de Klich bucea en la investigación de los hechos y ofrece un panorama muy claro de la época y de los motivos de la decisión nacional.
La Argentina apoyó la admisión de Israel en la UN en diciembre de 1948. En febrero del año siguiente reconoció al Estado hebreo de jure, una vez que hubo consenso internacional sobre la incapacidad de los Estados árabes para impedir su existencia.
Siempre se dijo que la determinación local se vinculaba con el objetivo del gobierno peronista de eliminar las barreras que tenía en los Estados Unidos. "Sería vano sostener que la dimensión norteamericana fue la única consideración que tuvo en cuenta Perón, pero resulta innegable que ejerció un gran peso", sostiene Klich.
En los Estados Unidos el gobierno peronista era mal visto, tanto en esferas gubernamentales como en el Jewish Labor Commitee y en los centros económicos, y se buscaba revertir esa situación. Acaso fue éste uno de los motivos por el que Perón designó embajador a Manguel, contra de los consejos de la diplomacia tradicional, que consideraba inconveniente enviar como embajador a Israel a un judío. La diplomacia creía que también era inconveniente enviar como embajador a países de Medio Oriente a un árabe.
Esta actitud le costó dolores de cabeza al gobierno de Illia, cuando designó para el Líbano al caudillo y médico bonaerense Juan Nain.
Manguel no sólo fue embajador en Israel. También fue enviado de Perón ante la prestigiosa colectividad judía en los Estados Unidos. Era de tal importancia la misión de Manguel que se entendía directamente con Perón, sin pasar por Bramuglia, Paz o Remorino, sus cancilleres, de quienes dependía.
Perón también hizo actuar a la Fundación Eva Perón en la búsqueda del afianzamiento de los vínculos con el nuevo Estado. "La primera dama -dice Klich- se mostró dispuesta a emplear su influencia para asegurar el tratamiento de las peticiones israelíes ante diversos organismos del Estado argentino; la Fundación realizó 17 embarques a Israel, aparentemente para entregar sin cargo 5 toneladas de alimentos."
Más recientemente, Carlos Menem, que ayer felicitó al gobierno israelí por el aniversario, fue el primer presidente argentino en visitar el país.
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