La Argentina, en estado de vigilia por Brasil
"Brasil siempre está al borde del precipicio, pero es tan grande que cuando cae, lo tapa." La frase es de Delfim Netto, ex ministro de Hacienda y conocido en su país como el autor del "milagro económico". Es verdad, Brasil nos sobresaltó hace pocos días con una crisis política que se agudizó al máximo dejando en suspenso su tibia recuperación y generando un nuevo estado de vigilia y alerta en Argentina.
Si bien todavía es pronto para saber con certeza la magnitud del impacto, se descuenta que el escenario político-económico en Brasil será de mucha fragilidad. Las denuncias de corrupción jaquean al poder, ponen en cuestión el irregular financiamiento de los partidos e impone una reforma que transparente el sistema a nivel local y que trascienda a la región. El gobierno de Michel Temer, aunque intenta mostrarse fuerte, pende de un hilo. Los escenarios probables son dos: el presidente renuncia o se aferra al cargo intentando mostrarse lo más fuerte posible. La primera opción fue descartada por el mandatario, que se comprometió a continuar con la serie de reformas económicas que viene llevando a cabo desde mediados del año pasado.
Lo que está claro es que la recuperación económica de los últimos meses se ve seriamente comprometida. Tras atravesar la recesión más grande de su historia (caída del PBI de 3,8% en 2015 y 3,6% en 2016) los indicadores empezaban a mostrar signos de recuperación. La actividad reflejó en febrero y marzo variaciones interanuales positivas por primera vez desde mayo de 2014 (0,5% en febrero y 0,7% en marzo). Sin embargo, la incertidumbre política podría demorar la recuperación con un posible estancamiento de la economía este año y hasta una caída, dependiendo de la magnitud de la crisis política.
El estallido de este nuevo escándalo político es sin dudas una mala noticia para la Argentina. El desempeño económico de nuestro país está vinculado con lo que suceda en el país vecino. Por lo tanto, si se desacelera la recuperación de Brasil también sufrirá nuestra economía. No obstante, el impacto debería ser moderado y no comprometer el crecimiento argentino. Si uno observa el comportamiento de los últimos años por cada punto de variación del PBI en Brasil genera una impacto de 0,25 punto en el de Argentina.
El efecto más fuerte se vería sobre el sector manufacturero industrial argentino, el cual representa el 34% del total de las exportaciones argentinas a Brasil. Particularmente dentro de este sector son muy relevantes las ventas del sector automotriz, las cuales representan más del 50% de las exportaciones industriales hacia este país.
Así, para la Argentina, que también tiene un 2017 desafiante, es crucial que Brasil resuelva su crisis y, sobre todo, que ambos países acuerden en sintonía, políticas de ética y transparencia que permitan atraer nuevas inversiones para el crecimiento de la región.
El autor es ex secretario de Industria, Comercio y Minería de la Argentina
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