La agonía pública de un gobierno en crisis
Los últimos días demostraron con rigor la crisis profunda en la que está sumido el gobierno de Dilma, con una nueva serie de problemas generados por su propio entorno que vienen a sumarse a los que ya estaban sobre la mesa desde la reelección.
Las presiones sobre el gobierno aumentaron especialmente a raíz de dos hechos: un documento atribuido a la Secretaría de Comunicaciones (Secom) con sugerencias absurdas sobre la táctica por aplicar para revertir la popularidad negativa del gobierno y la crisis desatada por un comentario del ministro de Educación, Cid Gomes, repitiendo como farsa una frase de Lula de 1989 sobre la cantidad de avivados y coimeros que anidan en el Congreso.
Como si no bastase con los problemas que el gobierno tiene que enfrentar sin apoyo de su base aliada, que van desde el escándalo de Petrobras hasta las trabas en el Congreso al ajuste y a una economía pendiente del dólar, ahora viene el ministro Gomes a generar dentro del Palacio del Planalto una crisis política que, en estos momentos, sería mejor ahorrarse.
Cuando terminó su mandato como diputado constituyente, en 1989, Lula dijo que en el Congreso había 300 arribistas. Esa frase no le impidió, años más tarde, sellar acuerdos políticos con la mayoría de esos avivados. Después de haber dicho algo semejante, Gomes salió ayer del Congreso bajo una lluvia de críticas contundentes, que recibían aplausos de los "coimeros" de turno. Para el ex gobernador de Ceará, en el Congreso hay entre 300 y 400 diputados que viven de que cuanto peor, mejor. Serían los "coimeros" del gobierno que, según dijo en un discurso en el que supuestamente iba a pedir disculpas, deberían "soltar el hueso".
No se discute aquí si el ministro tiene o no razón, lo que importa es que el gobierno está agonizando en la plaza pública. Si un gobierno que va a los tumbos no resuelve ese problema con la renuncia del ministro en el momento mismo en que la frase fue divulgada, no importa si el contenido de la frase es verdadero o falso.
Y sólo en un gobierno que está en sus estertores se produce la filtración de un documento como el de la Secom. Y sólo en un gobierno incompetente pone sobre papel propuestas ilegales como si fuesen algo natural. Como, por ejemplo, reconocer que hay una simbiosis entre el aparato oficial de comunicación del gobierno y el del PT, además de los elementos externos, como los llamados "blogueros sucios", clasificados como "soldados" del gobierno y pagados para hacer una "guerrilla" de información.
"Las responsabilidades de la comunicación oficial del gobierno federal y las del PT/Instituto Lula/bancada/blogueros son distintas. Las acciones de las páginas del gobierno y de las fuerzas políticas que apoyan a Dilma deben estar mejor coordinadas. Es natural que este gobierno [o cualquier otro] tenga una comunicación más conservadora, centrada en la divulgación de contenidos y datos oficiales. La guerrilla política debe contar con munición suministrada desde dentro del gobierno, pero debe ser disparada por soldados desde fuera de éste." El documento demuestra hasta qué punto el gobierno confunde al Estado con el PT, sin tener una visión ni de los problemas ni de las soluciones.
Traducción de Jaime Arrambide
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