Juego Olímpicos de Invierno de Pekín: qué países se suman al boicot diplomático contra Xi Jinping y quiénes lo respaldan
Las denuncias sobre crecientes violaciones de derechos humanos en China, en particular, en la región de Xinjiang, hicieron que algunos países de Occidente decidan abstenerse a enviar ministros a Pekín en febrero; Argentina y Francia respaldan la celebración del evento
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LA NACION
La celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, programada para febrero de 2022, ha sido motivo de disputas esta semana, desde que algunos países anunciaron que se unirán a un “boicot diplomático” y que no enviarán ninguna delegación de funcionarios a China, en repudio a las supuestas violaciones de derechos humanos en la región de Xinjiang, en donde el comunismo reprime a los uigures islamitas y otros grupos étnicos minoritarios.
“China está en lo más pleno de su período más oscuro en materia de derechos humanos desde la masacre de Tiananmen de 1989″, había denunciado el organismo Human Rights Watch (HRW) a principios de año.
Detrás de esa línea se encolumnaron Estados Unidos, Australia, Canadá y Reino Unido, tras anunciar que serán protagonistas del boicot. Por el contrario, el gobierno de Alberto Fernández, en sintonía con el del francés Emmanuel Macron, ratificó hoy su respaldo a Xi Jinping en la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El lunes, la administración de Joe Biden dijo que los atletas estadounidenses podrán competir en febrero, pero que no viajarán a China funcionarios de la Casa Blanca, como pronunciamiento en contra del “genocidio en curso y los crímenes contra la humanidad del gobierno chino en Xinjiang”. Lo afirmó la secretaria de prensa, Jen Psaki.
La misma política, la cual Biden había adelantado semanas atrás, se aplicará para los Juegos Paralímpicos, que también se llevarán a cabo en Pekín, un mes después, en marzo de 2022.
Según indicó Psaki, la Casa Blanca busca enviar un “mensaje claro” de que los abusos a los derechos humanos en China no pueden ignorarse en “los negocios de siempre”. Los atletas, por su parte, contaran con el “apoyo total” de Estados Unidos.
“La representación diplomática u oficial de Estados Unidos trataría estos juegos como si fueran negocios habituales, en medo de los atroces abusos y avasallamientos de los derechos humanos de la República Popular China en Xinjiang, y simplemente no podemos hacer eso”, explicó la portavoz de Biden.
Además, Psaki indicó que al Ejecutivo no le pareció “correcto” interferir en la participación de los atletas, quienes llevan años entrenando para participar de la competencia internacional.
A principios de este año, por el mismo motivo del boicot a los Juegos Olímpicos, la administración de Biden anunció que bloquearía la importación de ciertos materiales que se utilizan para la producción de paneles solares y los provee a Estados Unidos y una empresa radicada en Xinjiang, en donde existen denuncias de trabajo forzoso. También se restringieron las importaciones de otras empresas por presuntos abusos de derechos humanos contra la población uigur y otros grupos de la región noroeste de China.
Efecto dominó
Para el miércoles de esta semana, Australia, Reino Unido y Canadá se habían unido a la decisión del presidente estadounidense.
En una conferencia de prensa dictada en Sídney, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que los representantes oficiales de su gobierno no viajarán a China junto a los atletas.
La medida del gobierno de Australia lleva tranquilidad a los activistas, que desde mitad de año se manifiestan en las calles para pedir a Morrison que boicotee el evento deportivo por los abusos avalados por Xi Jingping tanto en Xinjiang como en Tíbet y Hong Kong.
“Separo mucho los problemas del deporte y los problemas que existen entre dos gobiernos. Australia no retrocederá en la posición sólida que ha tenido, defendiendo los intereses de los australianos”, dijo Morrison.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también dijo estar “extremadamente preocupado por las repetidas violaciones de derechos humanos por parte del gobierno chino”, y bajo ese fundamento adhirió al boicot.
Boris Johnson -quien se encuentra envuelto en un escándalo por la celebración de fiestas clandestinas en Downing Street en pleno aislamiento estricto por coronavirus- dijo el miércoles ante el Parlamento que ningún ministro británico dará el presente en los juegos. “Habrá efectivamente un boicot diplomático. Habrá un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing. No se espera que asistan ministros”, remarcó.
Xi Jinping ha sido acusado por varias naciones occidentales por el encarcelamiento de más de un millón de uigures de mayoría musulmana en centros de detención en Xinjiang, donde algunos exdetenidos afirman que fueron torturados, violados y maltratados; también, por impulsar el trabajo forzoso de las comunidades minoritarias de aquella región y prohibir muchas de sus prácticas religiosas. Bajo la justificación de encarnar una lucha contra el terrorismo, la represión por parte del gobierno chino se ha intensificado allí en los últimos años.
Pero en Pekín niegan las acusaciones y han rechazado las medidas que adoptaron estos países respecto de los Juegos Olímpicos. El miércoles, la embajada de China en Australia dijo que la decisión de Morrison atenta contra el vínculo entre ambos países.
“Como todos sabemos, la culpa de la situación actual de las relaciones entre China y Australia recae directamente en el lado australiano”, sostuvieron los diplomáticos chinos en un comunicado oficial.
El gabinete de Xi Jingping ya había advertido después del anuncio de Biden que tomaría “represalias”, pero sin dar mayores detalles. En una conferencia de prensa dictada el miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, desafió a los gobiernos occidentales: “A nadie le importaría si vienen o no”.
Respaldo de Francia y Argentina
A contramano de lo dispuesto por Biden, Morrison, Johnson y Trudeau, el gobierno argentino anunció este jueves que respaldará las celebraciones deportivas de febrero.
“Desde su anuncio, Argentina fue uno de los primeros países en apoyar a China en la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno en su capital y alrededores, que coincidirá con el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales”, señaló la Cancillería en un comunicado, en el que también explica que previamente “se analizaron los requisitos y protocolos para el ingreso de la delegación de atletas argentinos al país asiático producto de las restricciones por el Covid-19″.
El “fuerte respaldo” de la Argentina a China -tal como lo catalogaron en el Ejecutivo- surge de un debate entre el embajador en el país asiático, Sabino Vaca Narvaja, e integrantes del Comité Olímpico Argentino, quienes se reunieron de manera virtual.
Francia también afirmó este jueves que no seguirá el ejemplo de las grandes potencias, aunque, a diferencia de la Argentina, la administración de Macron enfatizó que los abusos contra los derechos humanos en China deben ser condenados.
En el gobierno francés consideraron que “el deporte es un mundo que debe preservarse al máximo de interferencias política” y que el boicot diplomático es “otra historia”, ya que puede afectar al deporte en sí y tener efectos indeseados. Eso dijo el ministro de Educación y Deportes, Jean-Michel Blanquer, quien aclaró que no irá a Pekín, pero sí lo hará la responsable de Deportes del Ministerio, Roxana Maracineanu.
Agencias Reuters y Télam
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