Juan Carlos no asistirá a la proclamación de su hijo como rey
Su ausencia es un gesto para que Felipe "sea el máximo protagonista" en la ceremonia por la sucesión del jueves próximo
MADRID.- El camino hacia la coronación de Juan Carlos I fue por demás traumático. El franquismo, el exilio de la familia real en Portugal, los sueños de sucesión frustrados de don Juan, su padre, su educación bajo la tutela de Franco y el terrible accidente que causó la muerte de su hermano menor son algunas de las cicatrices emocionales que el rey que decidió abdicar debió superar.
Quizás el resabio de esos recuerdos haya motivado al saliente monarca a preparar el terreno para que la experiencia de sucesión de su hijo y heredero, Felipe, sea lo más serena posible. Juan Carlos decidió, según lo comunicó ayer la Casa del Rey, no asistir a la ceremonia de proclamación del príncipe Felipe , de 46 años, como nuevo rey de España, prevista para el próximo jueves, con el fin de darle a su hijo "el máximo protagonismo".
En el acto sí estarán presentes Letizia, esposa de Felipe, que para ese entonces ya será la reina, y sus dos hijas: Leonor, de 8 años, que tendrá el título de princesa de Asturias, y su hermana Sofía, de 7.
También la madre del nuevo rey, Sofía, estará allí junto a la infanta Elena, pero la otra hermana del nuevo monarca, la infanta Cristina, imputada en el caso de corrupción que involucra a su marido, Iñaki Urdangarin, y que está detrás de la mayor crisis de imagen de la monarquía española en el reinado de Juan Carlos, tampoco estará presente.
Otros miembros de la familia real que estarán presentes son las infantas Pilar y Margarita, hermanas de Juan Carlos.
La ceremonia empezará a las 10.30 en la Cámara baja del Parlamento español. El protocolo indica que para convertirse en rey Felipe deberá prestar juramento ante diputados y senadores.
Concretadas las formalidades, los nuevos reyes, Felipe y Letizia, recorrerán en automóvil varias avenidas del centro de Madrid, hasta llegar al Palacio Real, donde habrá una recepción en la que ya sí estará Juan Carlos.
Reunidas las dos generaciones de monarcas, saldrán a saludar al balcón central del palacio.
Seguridad
Debido a las numerosas protestas registradas desde que Juan Carlos I anunció su abdicación, el Ministerio del Interior anunció ayer que reforzará la seguridad y elevará el nivel de alerta antiterrorista para la proclamación del nuevo monarca.
Habrá medidas de prevención y control para evitar hechos que puedan perturbar el "pacífico desarrollo" de la jornada, que coincide con un feriado en la capital de España.
Para ello, se sumarán a los agentes policiales fuerzas del ejército. El dispositivo incluirá el control de los accesos a la capital por carretera y la restricción del tráfico aéreo durante la proclamación.
Además, según un vocero de la Casa Real, tanto los actos de abdicación del rey Juan Carlos I, previstos para el 18 de junio, como el de la proclamación de Felipe VI, programado para el día siguiente, fueron preparados bajo la filosofía de que "tengan la solemnidad y dignidad que requieren unos acontecimientos históricos, junto a los criterios de austeridad que recomiendan los tiempos que corren".
Sin embargo, para que todo ello suceda, primero debe ser aprobada por el Parlamento la abdicación del rey Juan Carlos. La primera mitad de ese trámite fue concluida anteayer, cuando la Cámara de Diputados aprobó con 229 votos positivos el traspaso de la corona.
La segunda instancia de votación, a cargo del Senado, tendrá lugar el próximo martes. Todo indica que la ley será aprobada y que el terreno quedará listo para que dos días después Felipe pueda ser proclamado nuevo rey de España.
Agencias EFE, AFP y DPA
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