Joe Biden no logra despejar las dudas y más demócratas piden que baje su candidatura a la reelección
El presidente se muestra incapaz de contener las crecientes críticas del partido y la crisis de su campaña; “no creo que pueda ganar”, señaló una congresista de Minnesota
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WASHINGTON.- La presidencia de Estados Unidos es un trabajo exigente y estresante, pesado. Joe Biden negó que lo haya envejecido. “Sólo creo que me costó una muy mala noche”, dijo el mandatario en referencia a su fallido desempeño en el debate con el candidato republicano Donald Trump. Negó estar en declive. Negó no poder hacer su trabajo durante otro mandato. Negó las encuestas que lo muestran perdedor. Negó su baja popularidad. Negó que necesite un examen médico para demostrar su salud mental. Negó que esté perdiendo a los demócratas. Negó el riesgo de seguir en carrera, aun cuando dice que la democracia está en juego.
“No creo que nadie esté más calificado para ser presidente o ganar esta carrera que yo”, dijo Biden. “Sólo tuve una mala noche”, insistió varias veces.
Lejos de despejar dudas y restaurar la confianza, el presidente norteamericano profundizó esta semana la crisis de su campaña desatada por su desastroso debate con Trump, una debacle que aún no encuentra su piso. Una entrevista de 22 minutos con la cadena ABC que, se suponía, debía calmar las aguas, lo enterró más en el pozo.
Sus respuestas a las preguntas sobre su salud, su respaldo, los llamados a que abandone, su capacidad para hacer el trabajo, o el riesgo de una derrota en las elecciones del 5 de noviembre multiplicaron las críticas en el Partido Demócrata –ahora con nombre y apellido, y ya no solo off the record–, y amplificaron la desconfianza y la ansiedad en sus filas. A la inquietud por la vejez de Biden se agregó una preocupación, más novedosa: su grado de conexión con la realidad.
El líder demócrata dejó en claro que no se bajará, al menos no por decisión propia.
“A ver, si el Señor Todopoderoso viniera y dijera: ‘Joe, dejá la carrera’, yo dejaría la carrera. El Señor Todopoderoso no vendrá”, afirmó en su entrevista.
Nada de lo que dijo o hizo Biden desde el debate con Trump logró regenerar la confianza de los demócratas en su liderazgo, o su habilidad para derrotar a Trump y gobernar otros cuatro años. Por el contrario, esa desconfianza sólo parece haber aumentado con el paso de los días. Aunque las principales figuras demócratas aún lo respaldan, las discrepancias internas ya son inocultables, y las críticas, más abiertas. Por lo menos cinco congresistas demócratas han pedido públicamente a Biden que dé un paso al costado.
Sin llegar tan lejos, otros demócratas se ocuparon de dejar en claro –también públicamente– que debe hacer más para salvar su candidatura.
“Teniendo en cuenta lo que vi y escuché del presidente durante el debate de la semana pasada en Atlanta, junto con la falta de una respuesta contundente del propio presidente después de ese debate, no creo que el presidente pueda hacer campaña de manera efectiva y ganar contra Donald Trump”, dijo en un mensaje en X la congresista demócrata Angie Craig, de Minnesota.