Japón: murió una víctima de la radiación
Tokaimura: había sufrido una exposición severa en el accidente de septiembre; es el primer fallecido en la historia nuclear civil japonesa.
TOKIO.- Un empleado del complejo nuclear japonés de Tokaimura, sometido a una intensa radiación durante el accidente que sufrió esa central el 30 de septiembre último, falleció ayer tras 83 días de curas prodigadas por prestigiosos especialistas.
Hisashi Ouchi, de 35 años, murió debido a insuficiencias en el funcionamiento de varios órganos vitales, indicó el Hospital Universitario de Tokio, donde fue atendido.
Se trata de la primera víctima mortal de un accidente radiactivo en la historia de la industria nuclear civil japonesa, de 40 años de existencia.
El número de afectados por la radiación en el accidente de Tokaimura, considerado el más grave del país y segundo en importancia del mundo tras el de Chernobyl (Ucrania), se elevó ayer a 150. Los nuevos datos casi duplican la cifra oficial de irradiados por la contaminación radiactiva.
Dosis mortal de radiación
Cuando ocurrió el accidente, el 30 de septiembre, Ouchi y dos de sus compañeros estaban disolviendo polvo de uranio en ácido nítrico para fabricar combustible nuclear. Al verter una cantidad excesiva de uranio se produjo una reacción de fisión en cadena que generó una intensa emisión de rayos gamma y neutrónicos.
Ouchi, que estaba justo encima del recipiente utilizado para la mezcla, recibió una irradiación 17.000 veces superior a la dosis media anual.
Hace unos años, una exposición así habría generado la muerte en 12 días, pero los médicos japoneses le injertaron médula espinal de su hermana para repoblar de células sanguíneas su médula ósea. Sin embargo, su salud se degradó irremediablemente debido al deterioro de su sistema digestivo.
El accidente reveló serias deficiencias en la actividad de la planta y en la gestión de la emergencia. Una comisión investigadora comprobó que el accidente se debió a la negligencia técnica, pues se estaba trabajando con una cantidad de uranio casi ocho veces superior a los límites impuestos por las normas elementales de seguridad.