Jair Bolsonaro mostró su poder de movilización con una marcha multitudinaria y pidió el juicio político del juez que bloqueó X en Brasil
En el día de la independencia de Brasil, el expresidente pidió el juicio político contra el juez del STF Alexandre de Moraes, que bloqueó la red social; Lula se mostró en Brasilia junto al magistrado
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RÍO DE JANEIRO.- El expresidente Jair Bolsonaro mostró una vez más su poder de movilización y escaló el tono contra el juez de la corte brasileña Alexandre de Moraes, en un multitudinario acto callejero en San Pablo en el que pidió el juicio político del magistrado, a quien tildó de “dictador” por su decisión de bloquear a la red X en Brasil.
“Tenemos que poner un freno a quienes rompen el límite de la Constitución. Espero que el Senado federal le ponga un freno a Moraes, ese dictador que le hace más mal al país que [Luiz Inacio] Lula da Silva”, dijo Bolsonaro, principal orador del acto que reunió a un multitud en la Avenida Paulista.
La convocatoria, que contó con discursos de las principales figuras del bolsonarismo y el apoyo del magnate Elon Musk, dueño de X, ya se había lanzado antes de que Moraes decidiera, el 30 de septiembre, bloquear la red social en el país luego del desacato de la red social a decisiones judiciales.
Bolsonaro también está en la mira del STF y en particular de Moraes, quien conduce las investigaciones que más lo comprometen, en particular el procesamiento por el intento de golpe de Estado el 8 de enero de 2023.
El expresidente de Brasil cuestionó la actuación del juez durante los comicios de 2022 y lo acusó de haber favorecido a Lula. Además, reiteró un pedido de amnistía en el Congreso para los “presos políticos” por el intento de golpe en Brasilia.
“Eso jamás fue un golpe de Estado y estamos viendo que hay personas que están siendo juzgadas como un grupo armado que buscaba cambiar nuestro estado democrático. Lamento lo de esas personas presas”, dijo el expresidente al pedir amnistía para los presos.
Moraes, a su vez, quedó bajo la lupa luego de que a comienzos de agosto el diario Folha de S. Paulo revelara una presunta actuación irregular de su gabinete en el STF, con el uso indebido según algunos expertos de una estructura de la corte electoral para abastecer investigaciones.
“Fora Xandao” (”Fuera Alexandre de Moraes”), llegó a corear el público, que llevaba en su mayoría remeras amarillas de Brasil.
Legisladores bolsonaristas intentan con sus discurso aumentar la presión sobre el juez, blanco recientemente de críticas por su controvertida decisión sobre X. El diputado federal Gustavo Gayer dijo que el juez, un “dictador”, vive una “tempestad perfecta”. Nikolas Ferreira, diputado por Minas Gerais, acusó al juez de ser el mayor “tirano del mundo”, queriendo “silenciar” las voces disidentes.
Acto de Lula
El Día de la Independencia tuvo en las calles un contrapunto entre el gobierno de Lula y el bolsonarismo.
Horas antes de que cientos de miles de bolsonaristas pidieran su enjuiciamiento en las calles, en un gesto de apoyo a Moraes, Lula compartió la primera del palco oficial con el juez, en el desfile en conmemoración de la Independencia en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia.
El presidente ya había dicho la noche del viernes que Brasil no está “en venta”, en una crítica tácita a Musk por desacatar las decisiones del STF.
“Seremos intolerantes con cualquier persona, tenga la fortuna que tenga, que desafíe a la legislación brasileña”, dijo durante un discurso oficial emitido el viernes.
La protesta del sábado forma parte de una estrategia del bolsonarismo de escalar la presión para que el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, habilite en el Senado la discusión por el juicio político, tal como afirmó el pastor Silas Malafaia en una entrevista con LA NACION.
Malafaia, organizador del acto de este sábado, pronunció las críticas más duras contra Moraes, a quien llamó “criminal” varias veces.
El pastor acusó también al presidente del Senado brasileño de estar “sentado encima de los pedidos de impeachment”.
“Con respeto al STF, a los senadores, al ejecutivo, ningún sistema dictatorial del mundo fue derrumbado de la noche a la mañana. Cuando el pueblo se levanta, tendrán que doblarse. Acá estamos poniendo un ladrillo, va a llegar la hora de que Moraes rinda cuentas”, desafió el líder religioso, quien sostuvo que “Musk y Folha de S. Paulo mostraron la materialidad de los delitos” del juez.
Hasta ahora, Pacheco se ha mostrado reticente a dar lugar a ese trámite. Pero en caso de que el trámite se abriera, el bolsonarismo tendría escasas posibilidades para reunir los dos tercios necesarios en el pleno -54 sobre 81 parlamentarios- que posibilitarían la remoción del juez.
El bolsonarismo también intenta que el Congreso discuta un proyecto de amnistía para los presos por el 8 de enero de 2023.
Ferreira condicionó este sábado el apoyo de diputados de derecha al candidato del actual presidente, Arthur Lira, en la sucesión de la presidencia de la cámara de Diputados prevista para el año que viene a que Lira incluya en la agenda parlamentaria el tratamiento de ese proyecto.
Pese al enorme poder de movilización demostrado una vez más, como en los actos de febrero y abril pasado, en San Pablo y Río de Janeiro respectivamente, Bolsonaro aparece la víspera de las elecciones municipales brasileñas de octubre con su liderazgo cuestionado.
El expresidente, inhabilitado políticamente por la justicia electoral y cercado por investigaciones en la corte, no ha podido hasta ahora sortear el bloqueo para que el Congreso trate el proyecto de amnistía y el impeachment de Moraes.
En la víspera de las elecciones municipales de octubre, en tanto, su candidato a alcalde en Río de Janeiro, el exdelegado policial Alexandre Ramagem, aparece muy lejos del primer lugar en los sondeos. En San Pablo, tampoco pudo encolumnar a la derecha detrás de su candidato, el actual alcalde, Ricardo Nunes, ante el ascenso del ex coach e influencer Pablo Marçal, fenómeno de estos comicios.
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