Ivanka Trump y su marido, dos todopoderosos en la cuerda floja
WASHINGTON.- Pasaron su primer año en Washington como una pareja intocable del poder de la Casa Blanca, al mando de una amplia gama de posiciones claves, superando a sus rivales y aprovechando su acceso inigualable al presidente. Pero recientemente Jared Kushner e Ivanka Trump han sufrido un súbito y sorprendente ajuste de cuentas: les restringieron sus atribuciones, sus enemigos están envalentonados y su futuro en la Casa Blanca es más incierto que nunca.
Kushner, por lejos el segundo entre los hombres más poderosos de la Casa Blanca, está asediado. El yerno del presidente perdió algunos aliados influyentes. Sigue bajo la lupa en el Rusiagate y sus transacciones comerciales son nuevamente objeto de escrutinio. También degradaron su acceso a la información confidencial, lo que suscitó dudas sobre cómo podrá avanzar con su ambiciosa agenda, que incluye la paz en Medio Oriente.
Hace una semana, cuando a Kushner le rebajaron el nivel de acceso a información clasificada, los asesores de la Casa Blanca empezaron a preguntarse cuántas humillaciones más están dispuestos a soportar Kushner e Ivanka Trump. Aunque los hechos y las revelaciones recientes no desencadenen su salida del gobierno, son una prueba de que la influencia de "Javanka", como suelen llamar a la pareja, es apenas una sombra de lo que supo ser.
Según un funcionario, el jefe de gabinete, John Kelly, los culpa por hacer cambiar de opinión a Trump a último minuto y se pregunta qué hacen exactamente todo el día. Kushner siempre logró imponerse en luchas de poder internas, entre ellas, una contra el exjefe de estrategia Steve Bannon, pero los aliados del presidente festejaron el debilitamiento del poder de la pareja.
En una Casa Blanca poblada de personas que buscan llamar la atención, Kushner es una figura austera y discreta. Casi siempre situado en los márgenes, con trajes de negocios oscuros, a Kushner rara vez se lo escucha en público, y su influencia se siente pero no se ve. Sus viajes diplomáticos al extranjero están marcados por la reserva.
Pero sus logros no saltan a la vista. En Medio Oriente ha habido pocos progresos, y las relaciones con México, otra de las grandes prioridades de Kushner, siguen estancadas por el famoso muro fronterizo propuesto por Trump. Y continúan los cuestionamientos sobre la búsqueda desesperada de efectivo a nivel mundial de su negocio familiar justo un año antes de que la empresa tenga que cancelar un préstamo por 1200 millones de dólares.
La empresa Kushner Co. dice estar en buena situación financiera, pero los escépticos advierten que la empresa ha intentado obtener fondos de parte de inversores en países con los que Kushner ha firmado acuerdos gubernamentales.
Por su parte, Ivanka promueve la reforma impositiva, incluyendo un crédito tributario para beneficiar a las familias. Ivanka sigue en tratativas con legisladores por la implementación de una licencia familiar paga y recientemente lideró la delegación norteamericana en la ceremonia de clausura de los Juegos en Corea del Sur. Pero desde su función en la Casa Blanca tuvo que enfrentar desafíos y cuestionamientos.
Algunos observadores sugieren que el fluctuante Trump, que valora la lealtad y la familia, en algún momento restablecerá la influencia de Kushner y de Ivanka en el gobierno.
Agencia AP - Traducción de Jaime Arrambide
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