Italia superó los 200.000 contagios diarios y se reactiva el debate por el regreso a clases
Un estudio de EE.UU estimó que en febrero podría haber 500 muertos por día; más de 1500 rectores de escuela reclamaron la postergación de la vuelta a clases presenciales
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ROMA.- Un día después de que un nuevo decreto impusiera la vacunación obligatoria para los mayores de 50 años y ulteriores restricciones para intentar frenar el virus, Italia superó hoy por primera vez los 200.000 nuevos casos diarios: registró 219.441 nuevas infecciones y 198 muertos.
En un clima cada vez más preocupante por la cantidad de contagiados –hay más de un millón y medio de positivos en el país- y con los hospitales cada vez bajo más presión, hizo crecer la alarma también un informe llegado de Estados Unidos que pintó un escenario dramático para un país que ya cuenta con un total de 138.474 muertos desde el comienzo de la pesadilla, en febrero de 2020. Según IHME, instituto de la Universidad de Washington financiado por la fundación Gates, el pico de fallecimientos, que hoy oscilan entre los 100 y los 200 por día, a mediados de febrero podría trepar a un número que va entre los 350 y los 580, algo que dependerá no solo del uso del tapabocas, sino también y sobre todo, de la violencia de la contagiosísima variante ómicron.
Lorenzo Monasta, epidemiólogo de Trieste que colabora con el IHME, en declaraciones al diario La Repubblica consideró que “la hipótesis de alcanzar los 400 fallecimientos diarios no es remota y en algunas semanas podría volverse realidad”. Diversos expertos estiman que el pico de esta cuarta ola que le arruinó las Fiestas y las vacaciones de invierno a millones de italianos, debería llegar a fin de mes. Y justamente por esto Monasta tampoco descartó que Italia pueda en los próximos días alcanzar los 500.000 casos por día, como calculó el IHME.
El presidente del Colegio de Médicos de Nápoles, Bruno Zuccarelli, también pintó un cuadro más que inquietante en cuanto a los hospitales de su ciudad, cada vez más saturados y consideró el nuevo decreto aprobado ayer por el gobierno insuficiente.
“La situación es crítica, mucho peor de lo que puede parecer, necesitamos ayuda y ahora. Roma tiene que tomar una médica drástica”, reclamó Zuccarelli, según el Corriere della Sera. “Ni después del primer confinamiento, ni en el curso de la segunda y tercera ola nuestra situación fue tan grave y ahora corremos el riesgo de perder el control”, advirtió. “La difusión de la variante ómicron ha puesto de rodillas a los hospitales, a ambulatorios, a estudios médicos y a la red de emergencia y lo que se ve hoy es sólo la punta del iceberg”, agregó, al calcular que en una semana o dos, si no se toman medidas “ya”, Nápoles podría convertirse en lo que fue la región Lombardía, epicentro de la pandemia hace dos años. “Si queremos evitar lo peor hay que intervenir enseguida, no nos pongan en condiciones de tener que aplicar el ‘código negro’”, siguió, aludiendo al protocolo médico por el cual se decide a quién curar y a quién no.
Debate por las clases
En este marco alarmante, no sorprendió que más de 1500 rectores de escuelas italianas en una carta le pidieran a viva voz al gobierno de Mario Draghi que revea su decisión de que las clases vuelvan a empezar, como estaba previsto, el lunes próximo, en forma presencial, al finalizar el receso por las vacaciones de invierno.
En un “llamamiento urgente” al ministro de Educación, Patrizio Bianchi, los rectores reclamaron una postergación de las clases presenciales de al menos dos semanas, hasta el 24 de enero y un regreso, mientras tanto, de la tan detestada “didáctica a distancia”.
“Yo siempre fui muy crítica sobre el cierre de la escuela, siempre pensé que es un baluarte importantísimo para salvaguardar. Pero hoy, objetivamente, no tenemos las condiciones de seguridad para reabrir”, dijo Amanda Ferrario, directora de un instituto de la provincia de Varese, en el norte, promotora de la iniciativa.
Al día siguiente de un decreto que significó otro aumento de la presión sobre esa minoría no-vax (representada por unos 5 millones y medio de personas), también trascendió que habrá multas de lo más saladas para los transgresores de las restricciones.
A partir del 1 de febrero los mayores de 50 años que no presenten en sus trabajos, públicos o privados, el “súper green pass”, conseguible solo con vacunación, correrán el riesgo de un multa de entre 600 y 1500 euros. Para aquellos que no respetan la norma, después de cinco días ausencia serán suspendidos de sus funciones y no recibirán el sueldo; pero no se prevén sanciones disciplinarias, es decir, el despido.
También se prevén multas de entre 400 y 1000 euros si, en el seno de empresas públicas o privadas o de negocios, no hay guardas o controladores que hagan respetar la obligación de tener el pase sanitario para poder ingresar.
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