Italia comienza a despedirse del barbijo: desde el próximo lunes no será obligatorio al aire libre

ROMA.- Justo el día en el que comenzó el verano, el termómetro comenzó a marcar en toda Italia temperaturas “africanas”, muy superiores a los 30 grados y se registraron solamente 495 nuevos casos de coronavirus –nunca tan pocos desde agosto del año pasado-, el gobierno finalmente anunció hoy la noticia más esperada.

A partir del lunes próximo, 28 de junio, cuando toda Italia se volverá zona blanca –es decir, de bajo riesgo de contagio (como ahora es todo el país, salvo la región Valle d’Aosta)-, ya no será obligatorio el uso del barbijo al aire libre, aunque sí en caso de aglomeraciones, por lo que siempre habrá que llevar uno en el bolsillo.

Se trata de una nueva liberación para Italia, uno de los países más azotados por el coronavirus (hasta ahora hubo más de 127.000 muertos), que se da gracias a la sustancial mejora de la situación epidemiológica y el buen resultado de la campaña masiva de vacunación en curso, por la que ya más de la mitad de la población ha recibido al menos una dosis.

Luego de discusiones en los últimos días sobre el fin de la aquí llamada “mascherina”, después de consultar al Comité Técnico y Científico (CTC) que lo asesora, el gobierno del primer ministro, Mario Draghi, que estaba analizando levantar la obligación el 5 de julio o el 28 de junio, finalmente optó por la fecha más cercana, siguiendo también directivas de otros países europeos, como por ejemplo Francia.

“Desde el 28 de junio superamos la obligación de utilizar barbijos al aire libre en zona blanca, pero siempre en el respeto de las indicaciones precaucionales establecidas por el CTC”, anunció el ministro de Salud, Roberto Speranza, que aludió así a las diversas reglas anticoronavirus que deberán aún seguirse.

Aunque ya no habrá que cubrir nariz y boca al aire libre, habrá que seguir manteniendo el distanciamiento social con las personas no convivientes. Al entrar en un negocio o en un centro comercial, sí habrá que usar barbijo. Mientras que en bares y restaurantes seguirán las mismas reglas ya en vigor: en espacios cerrados es posible sacarse el barbijo estando sentado en una mesa, mientras que hay que usar a la hora de levantarse para ir al baño, para salir o acercarse hasta la caja.

Tampoco cambian las reglas si se toman colectivos, trenes o aviones, donde también será obligatorio seguir tapándose boca y nariz.

Según datos del gobierno, hasta ahora el 58,45% de los italianos vacunables recibió al menos una dosis, mientras que el 26,2% de la población completó el ciclo. En el marco de una tendencia a la baja en todos los parámetros, hoy el Ministerio de Salud reportó 21 muertes y 495 casos en las últimas 24 horas -un dato muy alentador, que no se veía desde agosto pasado- y confirmó la disminución paulatina de internados en hospitales por Covid-19 —2390— y en terapia intensiva (385).

Nino Cartabellotta, médico experto epidemiólogo, presidente de la Fundación Gimbe, muy escuchado en los últimos meses de pandemia, se manifestó de acuerdo con la decisión de decirle adiós al barbijo al aire libre.

“Sabemos que al aire libre, en ausencia de aereosol, el riesgo de contagio disminuye. Además, en este momento la difusión del virus es muy baja, con cerca de 20 nuevos casos semanales cada 100.000 habitantes. En verano, por otro lado, todos los virus respiratorios circulan menos, así que nos podemos sacar la ‘mascherina’ al aire libre, sobre todo si estamos vacunados”, opinó, en una entrevista con el diario La Repubblica.

“Pero debemos volver a ponernos la mascarita si no podemos mantener el distanciamiento o si nos encontramos en situaciones en las que gritamos o cantamos, ya que en este caso el virus se difunde más fácilmente”, advirtió.

Ante una pregunta sobre cómo será el otoño, Cartabellotta fue optimista. “Me cuesta imaginar que volveremos a vivir las oleadas del pasado, sobre todo en términos de internaciones hospitalarias. El virus seguirá circulando, pero las vacunas evitarán las consecuencias más serias para quienes se contagian”, opinó. Y consideró difícil pronosticar si podrá volver a a ser obligatorio el uso del barbijo al aire libre: “depende del virus y de las variantes”.

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