Las tensiones en la guerra en Medio Oriente volvieron a escalar luego de que Israel bombardeara territorio libanés como prevención a un “ataque mayor “que Hezbollah había anticipado como venganza por el asesinato de Fuad Shukr, uno de sus principales líderes. Ante esto, el grupo terrorista desplegó una lluvia de misiles que puso en emergencia total al país y obligó a cerrar el Aeropuerto Internacional Ben-Gurion de Tel-Aviv.