Isabel II y su vínculo con Máxima: cómo había sido el primer encuentro y el gesto de la argentina que la conquistó
Fuera del protocolo real, la monarca de Inglaterra no pudo evitar sonreír al cálido saludo de la reina de Holanda
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La primera vez que los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta, realizaron una visita oficial de dos días a Gran Bretaña con la reina Isabel II de Inglaterra como anfitriona, fue el 23 de octubre de 2018. Se trató de un encuentro muy importante para ambas Casas Reales, ya que habían pasado 36 años desde la última visita de esta categoría de un monarca holandés a Reino Unido, desde que asistieron los reyes Beatriz y Claus, en 1982.
Isabel II -que murió este jueves a los 96 años- recibió a los reyes de Países Bajos en el Horse Guards Parade, que llegaron acompañados por el príncipe Carlos y la duquesa Camilla en un carro de caballos desde la embajada holandesa en Londres. El saludo, fuera de los parámetros protocolarios reales, fue cálido y la reina no mostró sorpresa.
La monarca británica se dejó deslumbrar por la simpatía que caracteriza a la argentina y no pudo evitar sonreír en distintas ocasiones ante las palabras de Máxima, que le dio dos besos en el rostro, mientras le apretó la mano. Pocos miembros de la realeza tuvieron contacto físico con Isabel II, mientras que Máxima la besó en la mejilla en dos ocasiones durante el viaje, en apenas 24 horas.
Máxima de Holanda mantuvo una tradición: vestía de rosa en las primeras visitas de Estado. Y esta no fue la excepción. Diseñado por Claes Iversen, eligió un atuendo rosa pálido con un cinturón ancho y toques de brillantes, que hicieron contraste con el traje. Por su parte, la reina Isabel II optó por el morado.
Por la noche, se celebró una gala en el Palacio de Buckingham, a la que asistió también la entonces primera ministra británica, Theresa May. Guillermo y Máxima de Holanda se alojaron en el Palacio, y siguieron así el mismo protocolo que rigió durante el viaje de la reina Juliana, en 1972, y de su sucesora en 1982, la reina Beatriz.
El acercamiento hacia Isabel II
Durante la cena de banquete de gala en el Palacio, Máxima de Holanda lució una joya de 40 quilates que deslumbró a la reina de Inglaterra. Se trató de la tiara de diamantes Estuardo, que le regaló Guillermo III, príncipe de Orange, a su esposa, la reina María II de Inglaterra, en 1690; y que llevaba 46 años sin salir a la luz con todas sus piezas.
Pero fue en 1898 cuando se colocó a la tiara una inédita pieza con diamantes del siglo XVII, que la reina Guillermina, bisabuela del rey Guillermo Alejandro, estrenó el día de su coronación; y la reina Juliana, su abuela, la llevó durante su visita a Reino Unido en 1972.
La reina de Holanda expresó al reportero de la Casa Real, Rick Evers, según consignó la revista Vanity Fair, que se trataba de “unas joyas muy importantes para las relaciones entre los Países Bajos y Reino Unido”. “Por ello, pensamos que este era el momento adecuado para usarlos”, sumó y agregó: “Espero poder llevarlos más a menudo”. Por su parte, la reina Isabel II escogió la tiara Girls of Great Britain and Ireland.
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