Isabel Díaz Ayuso da por hecho otro gobierno de Pedro Sánchez y descarta querer desbancar a Feijóo en el PP
La popular presidente de la Comunidad de Madrid admitió que recibe mensajes para que asuma el liderazgo del partido conservador, pero dijo que ni los abre
- 5 minutos de lectura'
BARCELONA.- No habrá pulseada entre Alberto Núñez Feijóo y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el liderazgo del Partido Popular. Al menos, por el momento. Díaz Ayuso expresó el miércoles su apoyo a Feijóo, que el domingo logró una victoria electoral insuficiente para convertirse en el próximo presidente del gobierno español, ya que no tiene el apoyo de los socios requeridos para alcanzar la cifra mágica de 176 diputados, el umbral de la mayoría absoluta en un hemiciclo compuesto por 350 escaños.
“Feijóo cuenta con el absoluto respaldo del PP de Madrid y del PP nacional”, declaró la presidenta madrileña en una rueda de prensa después de la celebración de la Junta Directiva regional del PP de Madrid. Ahora bien, Díaz Ayuso sí reconoció que recibe “algún mensaje” en el que le piden que asuma el liderazgo del partido, pero que ella “ni los está abriendo”. Entre los emisores de esos mensajes figura probablemente su mentora y predecesora en el cargo, Esperanza Aguirre, que ha criticado la campaña realizada por Feijóo y apuesta abiertamente por la presidenta madrileña como relevo.
En sus declaraciones, Díaz Ayuso lanzó un discreto torpedo contra la línea de flotación de la estrategia seguida por Feijóo tras las elecciones generales del domingo, y que consiste en insistir que tiene opciones de ser el nuevo presidente. La presidenta madrileña discrepa con esta visión, y aseguró que Pedro Sánchez será reelegido para ocupar la Moncloa. “Sánchez lo tiene ya todo pactado con [Carles] Puigdemont”, afirmó la presidenta madrileña, refiriéndose al líder carismático de Junts per Cataluña, el partido independentista catalán que tiene la llave de la gobernabilidad en España.
La propuesta de Vox
Quien todavía no se ha resignado al retorno de Sánchez a la Moncloa es el partido de ultraderecha Vox, que el domingo se mantuvo como tercera fuerza más votada del arco parlamentario, aunque sufrió un severo retroceso de 19 escaños. Su vocero parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, puso encima la mesa la posibilidad de que Feijóo sea investido con los votos de algunos diputados socialistas que dejaron el partido. Este escenario ya sucedió en la Comunidad de Madrid en 2003, cuando Esperanza Aguirre fue elegida presidenta gracias a los votos de dos diputados socialistas que cambiaron de bando tras los comicios. Uno de ellos se llamaba Eduardo Tamayo, y de ahí que la operación se conociera como el “tamayazo”.
“Si el señor Feijóo encuentra a cinco o seis miembros del PSOE bueno, que él suele citar, y consigue convencerlos de que lo voten a él, Vox no sería un obstáculo”, ha dicho Espinosa de los Monteros, una mano tendida al PP después de que el líder del partido, Santiago Abascal, culpara al PP de los malos resultados obtenidos por su formación por “haberse equivocado de enemigo” durante la campaña, en relación a las crítica recibidas por Feijóo que los trató de “extremistas”.
La vocera del PP, Cuca Gamarra, ha descrito como “interesante” la propuesta de Vox, pero ha cerrado la puerta a abrir negociaciones individuales con diputados socialistas. Por ahora, tanto para el PP como para el conjunto del PSOE, incluida la crítica sección manchega, el único interlocutor del partido para la ronda de diálogo postelectoral es Pedro Sánchez.
De hecho, el ministro de la presidencia en funciones, Félix Bolaños, considera un escenario “totalmente imposible” que haya diputados socialistas que desobedezcan la disciplina de partido para investir presidente a Alberto Núñez Feijóo. A menos que no cambien los resultados oficiales con el recuento del voto exterior, que se realizará el viernes, Feijóo necesitaría el voto afirmativo de cinco representantes del PSOE.
Las tensiones entre el PP y Vox tienen ahora su epicentro en Murcia, donde sigue en el aire la formación del gobierno regional. A diferencia de lo sucedido en otras regiones, como la Comunidad Valenciana o Extremadura, tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo, el PP se niega a pactar un Ejecutivo de coalición con la formación de extrema derecha. El miércoles, el PP no logró convocar a Vox a una mesa de negociación, pues esta formación solo se sentará para discutir cuáles son sus consejerías en el gobierno.
Mientras Pedro Sánchez se preparaba para pasar unos días de vacaciones con su familia en la isla de Lanzarote, en las Canarias, los partidos Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Junts per Cataluña se emplazaron a forjar un frente de negociación común con el PSOE. Aunque las relaciones entre ambos partidos han sido muy agrias en los últimos meses, sus portavoces parecen dispuestos a restañar heridas.
“Lo haremos mejor si lo hacemos conjuntamente. ¿Un frente común? Yo digo, vamos allá”, se manifestó el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, perteneciente a ERC. Las dos peticiones centrales del independentismo son la celebración de un referéndum de autodeterminación y una amnistía a los “represaliados políticos”, como Carles Puigdemont, el expresidente catalán exiliado en Bruselas. No obstante, el PSOE ya ha descartado poder ceder ante estas demandas, pues las considera “inconstitucionales”.
Otras noticias de España
Más leídas de El Mundo
"Chicos de la vergüenza". Frida, la cantante de ABBA que se convirtió en la cara más conocida de un plan racial nazi
Mensaje a Occidente. Putin hace temblar a Europa con un misil y evoca una guerra mundial: ¿qué busca?
"Eliminar lo ordinario". Escándalo por la nueva campaña publicitaria de una marca de lujo
“Se acabó. Bajemos los alquileres”. La masiva protesta en Barcelona para exigir que se respete el derecho a la vivienda