Irán privilegia la economía pese a la gran cantidad de casos de coronavirus
TEHERÁN.- Irán comenzó a habilitar las autopistas interurbanas y a abrir grandes centros comerciales hoy para estimular su economía, lastrada por las sanciones y los efectos de la pandemia de coronavirus. El país ha apostado por la reanudación gradual de la actividad luego de supuestamente dejar atrás lo peor del brote, aunque algunos temen que pueda provocar una segunda oleada de infecciones.
De hecho, el número de muertes por coronavirus en Irán aumentó este lunes por segundo día consecutivo. Durante las últimas 24 horas, 91 personas murieron a causa de la enfermedad, lo que elevó la cifra de decesos a 5209, informó Kianuche Jahanpur, vocero del ministerio de Salud.
"Esto quiere decir que no debemos bajar la guardia, sino, por el contrario, estar cada vez más atentos", dijo Jahanpur en su informe diario por televisión.
Las tiendas de centros comerciales de lujo y los puestos en los laberínticos callejones del Gran Bazar de Teherán abrieron al público, aunque el gobierno limitó su horario de apertura hasta las 18:00. Restaurantes, gimnasios y otros establecimientos permanecen cerrados.
Aún quedaban cuestiones pendientes sobre la seguridad de los que volvían al trabajo. Los taxistas, por ejemplo, separaron sus asientos de la zona de clientes con mamparas de plástico y utilizaban mascarillas, tras ver a compañeros enfermar y morir por la enfermedad Covid-19.
"Nosotros, los taxistas, corremos más riesgo que nadie porque estamos constantemente en contacto con gente'', dijo el taxista Nemat Hassanzadeh. "Sin embargo, no tenemos más opción que trabajar porque no podemos permitirnos dormir en casa y no trabajar con estos precios altos... Vivo de alquiler y necesito el dinero para pagar la renta mensual y también para pagar el préstamo de mi auto''.
El brote en Irán ha matado a más de 5000 personas de los 80.000 casos reportados, aunque hasta el parlamento iraní sugirió que la cifra de fallecidos podría ser casi el doble de la registrada y el número oficial de infecciones sigue estando muy por debajo del real.
Durante semanas, Irán restó importancia a la crisis incluso cuando miembros del gobierno enfermaron. El gobierno civil del país, liderado por el presidente, Hasan Rohani, ha rechazado imponer cuarentenas de 24 horas como en otros países de Oriente Medio.
Las autoridades han defendido su gestión señalando al duro golpe económico que tendría esa clase de restricciones. Irán ya sufre las graves sanciones estadounidenses que le impiden vender su petróleo en el extranjero, impuestas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retirase en 2018 a su país de forma unilateral del acuerdo nuclear firmado por Teherán y varias potencias internacionales. Eso dio pie a meses de crecientes tensiones entre los dos países, una rispidez que ha persistido durante la pandemia.
La encuestadora estatal ISPA habló con 1563 personas y descubrió que el virus ha afectado a los ingresos del 50% de los entrevistados. El 42% de los encuestados dijeron que sus negocios habían cerrado por la crisis y el 13,5% de las personas entrevistadas perdieron su empleo. La empresa no divulgó el margen de error del estudio.
La economía iraní ya sufría un desempleo juvenil del 20% y una inflación de más del 40% antes del brote.
Ali Reza Zali, que lidera los esfuerzos contra el virus en Teherán, advirtió que reabrir los negocios podría impulsar los contagios, según medios iraníes.
Mezquitas y santuarios seguían cerrados, tras las sospechas de que habían servido de fuente de transmisión del virus. Los cierres se mantuvieron pese al inicio esta semana del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Rohani dijo que algunos lugares abrirían probablemente el 4 de mayo, unos 10 días después del inicio del Ramadán, dependiendo de la fase lunar. Pero el ayatolá Ali Jamenei, líder supremo del país y que tiene la última palabra sobre cuestiones de estado, ya ha sugerido que podrían prohibirse las aglomeraciones masivas durante todo el Ramadán.
Agencias AFP y AP
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