Antonietta Ledezma habló con + Despiertos sobre la vida de su padre desde que fue detenido en 2015 acusado por Maduro por "conspiración"
Antonio Ledezma era el alcalde de Caracas cuando lo detuvieron en sus oficinas de la capital venezolana el 19 de febrero de 2015. El gobierno de Nicolás Maduro lo acusó de “conspiración” y “asociación para delinquir”, lo envió a la cárcel militar de Ramo Verde y tres meses y medio después, tras una operación por una hernia, fue trasladado a su casa bajo el régimen de prisión domiciliaria.
Desde entonces, el dirigente opositor es considerado uno de los 309 presos políticas del régimen de Maduro. “Hoy Antonio Ledezma está totalmente silenciado, aislado, en mi hogar. El arresto domiciliario es totalmente duro y cruel. Convierten el hogar en una prisión", dijo una de sus hijas, Antonietta Ledezma, en el programa + Despiertos de LN +.
"Todas nuestras conversaciones son grabadas dentro y fuera de mi casa. Cada vez que entramos y salimos de mi casa nos fotografían. La privacidad para mi familia dejo de existir”, agregó esta joven de 25 años, quien desde septiembre de 2016 vive en España, donde hizo una maestría en Derechos Humanos para complementar sus estudios como psicológa. Una nueva etapa en su carrera, obligada por la situación en su país.
“Me tuve que ir [de Venezuela] con el corazón roto porque yo nunca me he querido separar de mi papá. Mi papá no solo es el político que ustedes ven, es un padre maravilloso. Las amenazas a mi familia son desproporcionadas y mi padre me ha pedido que me fuera”, contó, sobre su partida como exiliada de su país. “Uno se siente asechado dentro y fuera de Venezuela. En España, el Gobierno usa los recursos de los venezolanos para perseguir a los exiliados políticos que están afuera”, denunció.
La joven reitera constantemente la palabra “dictador” para referirse a Maduro. “Venezuela es una dictadura porque es un país donde no cabemos todos. Porque al que no piensa igual a ti, lo lanzan a la cárcel. Hay jóvenes que por el simple hecho de enviar un tuit los enviaron a la cárcel. Estamos hablando de que la dignidad de los venezolanos es todos los días pisoteada cuando tiene que hacer una cola para comprar comida”, argumentó.
Al referirse a la crisis en su país, Antonietta Ledezma hizo un especial llamado al papa Francisco, quien el año pasado envió a un emisario para un fallido diálogo de paz en Venezuela y la semana pasada recibió a la cúpula de la Conferencia Episcopal venezolana, crítica con el gobierno.
“El papa Francisco hoy más que nunca tiene que solidarizarse con todo el pueblo venezolano. Hago un llamado para que no le dé la espalda a los millones de venezolanos que están sufriendo”, dijo la joven. Y reforzó: “Siento que el papa Francisco no se ha pronunciado como se ha tenido que pronunciar ante el dolor y sufrimiento de los venezolanos. Fue a Cuba, pero no ha querido ir a Venezuela. Lo invito a ir a Venezuela a que vea el dolor de los venezolanos, de entrar a un supermercado y encontrarlo vacío, de salir a las calles y sentir que en cualquier momento te van a matar”.
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