Interviene la ONU para poner fin a la tragedia en Darfur
Acordó el despliegue de una fuerza de paz de 26.000 efectivos de varios países
NUEVA YORK.- Tras varios meses de negociaciones, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer por unanimidad el envío de una fuerza internacional a la convulsionada región sudanesa de Darfur, para intentar poner fin a cuatro años de enfrentamientos que han dejado unos 200.000 muertos y más de dos millones de desplazados, convirtiéndola en una de las peores crisis humanitarias en Africa.
La misión de paz -que llevará el nombre de Unamid, por sus siglas en inglés- estará conformada por 26.000 efectivos de todos los países que ofrezcan tropas, otorgándoles prioridad a los africanos, ya que se trata de la primera operación de este tipo, que en conjunto entre la ONU y la Unión Africana, ya tiene sobre el terreno un contingente de 7000 hombres.
"Estamos enviando una clara y poderosa señal de compromiso para mejorar las vidas de la gente de esta región, y para cerrar este trágico capítulo en la historia de Sudán", declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien calificó la creación de esta fuerza híbrida como "histórica y sin precedentes".
La misión debería estar desplegada a más tardar el 31 de diciembre, aunque Ban urgió a los Estados miembros a actuar cuanto antes para evitar la pérdida de más vidas.
El conflicto en Darfur se remonta a 2003, cuando las tribus africanas de esta zona árida del occidente de Sudán se rebelaron ante lo que consideraban la discriminación y negligencia del gobierno central árabe en Khartum. Desde entonces, el gobierno se alió con milicias árabes nómades de la región -los llamados janjaweed-, que lanzaron ataques de saqueo y muerte contra los poblados africanos, asesinando a los hombres y violando a las mujeres, mientras que el gobierno efectuaba intensos bombardeos.
Presentada por Francia y Gran Bretaña, la resolución 1769 sólo fue aprobada luego de que, pese a la resistencia de los Estados Unidos, se acordó suavizar el texto para que recibiera el respaldo del gobierno del presidente de Sudán, Omar al-Bashir, y de China, miembro permanente del Consejo de Seguridad y principal aliado de Khartum, donde tiene importantes intereses petroleros.
Si bien el documento invoca el Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que prevé el uso de la fuerza en caso de defensa propia, para asegurar el movimiento de trabajadores humanitarios y para proteger a civiles bajo ataque, no se le permite al contingente internacional confiscar armas ilegales. Desapareció también del texto la amenaza de futuras sanciones si el gobierno sudanés no colabora.
Sanciones de Washington
De todas maneras, en Washington, donde la administración del presidente George W. Bush ha calificado la situación en Darfur de genocidio, la Cámara de Representantes dio ayer el visto bueno a un proyecto de ley que incrementa las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos a Sudán.
La legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen se mostró esperanzada de que las acciones punitivas frenarán la "maquinaria de guerra" del gobierno sudanés, que continúa con los bombardeos y el desplazamiento forzoso de tribus africanas pese a que hace un año firmó un acuerdo de paz con las milicias árabes y que en abril accedió a incrementar la presencia de tropas de la Unión Africana en su país.
En la fuerza internacional a desplegarse -compuesta de 19.555 militares y 6432 civiles-, los Estados Unidos limitarán su participación a transportar tropas hasta Darfur y a colaborar en el financiamiento de la operación.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, que ayer visitó la sede de la ONU, advirtió que su país seguirá atentamente el desarrollo de la misión y advirtió que está dispuesto a imponer sanciones unilaterales si la violencia continúa.