Incertidumbre en los argentinos que viven en Gran Bretaña, tras la salida por el Brexit
Sofía, Franco, Isabela y Valeria se fueron a dormir con cierta expectativa por el resultado del referéndum, pero esta mañana se despertaron en un estado de shock
LONDRES.- Una estudiante que debe terminar su doctorado, un futuro padre primerizo con un crédito a cinco años, una madre de dos niños en edad escolar y una médica del Servicio Nacional de Salud (NHS) comparten la incertidumbre por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea
Sofía, Franco, Isabela y Valeria se fueron a dormir con cierta expectativa por el resultado del referéndum, pero confiados en la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Esta mañana se despertaron en un estado de shock.
Cuando los argentinos residentes en Gran Bretaña amanecieron hoy con la noticia de que el "Brexit" era irreversible se preguntaron lo mismo: "Y ahora, ¿qué va a pasar con nosotros?".
Aunque la noticia es muy fresca, el proceso de salida durará aproximadamente dos años y se desconocen los términos que negociará el Reino Unido con la UE, hay entre 4 y 10 mil argentinos que viven en Gran Bretaña, según datos estimados del Consulado en Londres a LA NACION, que no escapan al asombro y la incertidumbre por el futuro de sus hijos, sus trabajos y sus estudios.
Sofía Mercader (porteña, 29 años, con pasaporte italiano) se fue a dormir anoche tras una ronda de cervezas con amigos en la que les dijo: "Quédense tranquilos, los ingleses son conservadores y no van a querer cambiar todo de repente".
Se despertó hoy a las 8.30 y no creía lo que leía en la aplicación de The Guardian en su celular: "Britain votes to leave". En la cocina, sus compañeras de piso alemanas, Hanna y Maria, hacían eco de su incredulidad.
Odio a los extranjeros
"Mi primera reacción fue «¿En qué país estamos, dónde está esta gente y por qué odian que estemos acá?»", dice a LA NACION Sofía, estudiante del doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Warwick, ciudad donde el "Remain" ganó con el 58,78% de los votos.
"Tenía una concepción más abierta de Inglaterra, con gente receptiva, educada. Jamás escuché un comentario racista o xenófobo", agrega.
Mercader llegó becada en septiembre de 2014 y planea terminar a mediados de 2018. La pregunta ya le ronda la cabeza: ¿qué va a pasar después? "No estoy preocupa por mí, supuestamente faltan dos años [para la salida]. No creo que las cosas vayan a cambiar en mi vida personal. Quizás cuando termine necesite una visa. Hasta ahora tenía la seguridad con el pasaporte italiano".
Al igual que muchos jóvenes estudiantes, cree fervientemente en el Reino Unido dentro de la UE. Su sorpresa fue por los votantes mayores de 60 años. "Hay muchos jóvenes británicos decepcionado con su propio país, la gente que votó 'out' es vieja y le deja este legado a sus hijos".
Franco Franchino (30 años, criado en Catamarca) será padre por primera vez a finales de agosto y además tiene un crédito a pagar en cinco años. Dice que tiene "cagazo" e "incertidumbre". "Me dio un poco de cagazo esta mañana porque cuando pasa algo así pensás en lo peor: que viene un hijo, el crédito... yo ya viví la crisis de España", dice Franchino, que durante 10 años jugó profesionalmente en la tercera división del fútbol español y de Malta.
Más indignación
"Lo que más me indigna son los que no son de acá [extranjeros con ciudadanía británica] y votaron por irse. Me duele porque no se puede pensar en 'me salvo yo y a los más que les den por el c...", se queja Franco, que hace tres años vino de España a Inglaterra con su padre y su hermano menor.
¿Qué va a pasar con su hijo? "Si en octubre se va [el primer ministro David] Cameron quiero ver qué pasa con los comunitarios, qué requisitos nos piden para quedarnos. No creo que digan chau a los que ya están aunque hay incertidumbre por los puestos de trabajo", agrega el argentino, de pasaporte italiano.
El futuro de sus hijos es algo vital para Valeria Lo Cascio, geóloga de la Universidad de Córdoba de 46 años. Vive hace tres años con su marido, Bruno, y con sus hijos Stefano, de 12 años, y Mateo, de 7.
"Ahora me el replanteo muchas cosas porque vinimos a Inglaterra con el ánimo de mejorar y progresar, para que mis hijos puedan aprender inglés y se defiendan mejor de lo que me puedo defender yo", dice decepcionada.
"Mi hijo mayor va a empezar la secundaria y está aprendiendo esa adaptación a tener compañeros de distintos países y religiones, y lo asume naturalmente. Entonces no me interesa vivir en una sociedad que vaya contra eso… Porque eso lo que refleja el voto", cuenta Valeria, que dejó España hace tres años por la crisis económica.
"La votación me sentó fatal... no pensé que me iba a sentir tan mal. Creo que se vuelve tan atrás con esta decisión... Le han dicho a la gente que los problemas eran por los que viene de fuera" y creo que no es así".
La salud con el brexit
Uno de los ejes más grandes en torno al referéndum fue el sistema de salud británico (NHS). El bando del "Leave" relacionó el colapso del sistema a la creciente inmigración, mientras que el bando del "Remain" defendía los miles y miles de médicos y enfermeras no británicos que lo hacen funcionar.
Isabela Bertoni es de Bahía Blanca y trabaja en la medicina general interna del St. James Hospital, en Leeds, al norte de Inglaterra. Dice que las falencias del NHS son por los recortes del gobierno conservador y que nada tienen que ver los extranjeros en este asunto.
"Hay gente frustrada por las demoras a ver a los GP (médico de guardia), las largas esperas. El sistema de acá es buenísimo pero está saturado", cuenta, y aclara: "En el debate se puso la culpa en los inmigrantes, pero es el propio gobierno el que está limitando el presupuesto y no llena los puestos que debería en los hospitales".
"Hoy empecé a las 8 de la mañana y seguramente me quede dos horas y media más. Tengo 30 pacientes a mi cargo y la semana pasada trabajé 98 horas", dice Bertoni, de 29 años, a LA NACION en medio de su breve receso para almorzar.
Con más de cinco años de residencia aquí, la médica bahiense aprobó el test de ciudadanía británica pero teme que le revoquen el trámite por haber participado de las marchas multitudinarias en toda la isla contra los recortes de los Tories al sistema de salud.
"No me arrepiento de haber participado de las huelgas porque faltan médicos y la culpa es del gobierno", comenta sobre David Cameron y sus aliados, que tras perder referéndum y renunciar como primer ministro siembra más incertidumbre a los residentes en el Reino Unido.
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