Implosión: así desapareció en segundos el Trump Plaza Casino de Atlantic City
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ATLANTIC CITY.- Un poco más de diez segundos fue lo que tardó en implosionar el Trump Plaza Hotel y Casino en Atlantic City, Nueva Jersey. Segundos con un simbolismo especial, ya que -tal como consigna The New York Times- el edificio que albergó al principal destino de juegos en la ciudad fue destruido menos de un mes después de que su principal expropietario, Donald Trump, abandonara la Casa Blanca. Tras perder la reelección con Joe Biden y convirtiéndose en el primer presidente de la historia de Estados Unidos en ser sometido a dos juicios políticos.
La demolición estuvo a cargo de la empresa Controlled Demolition Inc., de Maryland, que ya implosionó 28 edificios en Las Vegas y varias otras estructuras en Atlantic City, según indicó The New York Times. Las cadenas de noticias estadounidenses transmitieron en vivo el momento de la destrucción, poco después de las 11 (hora local) e, incluso, hubo personas que pagaron para observar el espectáculo. En sintonía, locales que ofrecieron distintas opciones para presenciar el instante de la implosión.
“Es el final de una era no tan grandiosa”, dijo a The New York Yimes Jennifer Owen, de 50 años, quien ofreció 575 dólares por un asiento de primera fila en un VIP para desayunar frente al mar, con vista directa a la implosión. “Es simbólico, seguro”, dijo y agregó: “Él, todo, terminando”.
Roy M. Foster, presidente del Consejo Laboral Central de los Condados de Atlantic y Cape May, dijo a The New York Times que el evento fue agridulce. “Es un buen día. Es un mal día “, comentó. “Muchos de nosotros trabajamos en ese edificio”.
De acuerdo a lo que consigna ese medio, Trump Plaza fue el primero de los tres casinos que adquirió el expresidente republicano antes de que su negocio de juegos de azar en Atlantic City se hundiera y se declarara en quiebra, dejando a contratistas y proveedores sin su pago y una mala imagen para la marca Trump en esa ciudad de 38.000 habitantes.
También señala que Trump Plaza fue inaugurado en 1984; que se convirtió en el décimo casino de Atlantic City, y que, en sus inicios, ofrecía la promesa de grandes apostadores y eventos, como peleas de peso pesado, en las que los asientos de primera fila se vendían por 1500 dólares y atraían a celebridades.
“Trump empleó a miles de personas y sus casinos generaron decenas de millones de dólares en ingresos fiscales. Pero después de una serie de solicitudes de quiebra, Trump cortó los lazos con el casino en 2009, a pesar de que su nombre continuó adornando brevemente el edificio. Trump Plaza cerró definitivamente en 2014 y el inversionista multimillonario Carl C. Icahn lo adquirió en bancarrota, en 2016. El ostentoso Trump Taj Mahal cerró en 2016 y ahora es el Hard Rock Hotel and Casino. El Trump Marina Hotel Casino cerró hace una década y ahora es el Golden Nugget”, consigna The New York Times.
“El dinero que saqué de allí, fue increíble”, dijo Trump una vez, mientras hacía campaña por la nominación republicana a la presidencia, jactándose de cómo burló a los prestamistas de Wall Street para enriquecerse. Según The New York Times, el expresidente transfirió las deudas personales a los casinos, dejando la carga de sus fracasos en los inversores y otras personas que habían apostado por su éxito.
3000 piezas de dinamita
Dicho medio señala que para el alcalde demócrata de Atlantic City, Marty Small, la demolición fue la vívida encarnación de un final tan esperado y que ahora aguarda la limpieza y reconstrucción del sitio, que podría proyectarse como un complemento de un nuevo parque acuático y así transformarse en un destino para las familias . “Su mandato aquí terminó horriblemente”, dijo Small, el mes pasado.
“Peligro inminente” era el mote que tenía antes de ser demolido el Trump Plaza -uno de los edificios más visibles de la ciudad, con 34 pisos y una locación privilegiada en el paseo marítimo-, según The New York Times, debido a que caían de él trozos de metal y escombros. Los equipos de demolición estuvieron allí la mayor parte de la semana pasada, colocando un estimado de 3000 piezas de dinamita.
Sascha L., de Nueva Jersey, estaba en Atlantic City de vacaciones con su madre y no tenían idea de la implosión, hasta ese momento. “Para algunas personas, es como un buen viaje. Es como borrar todos los recuerdos, borrar todo con su nombre”, dijo a The New Tork Times.
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