Humedal bajo amenaza: por qué el Pantanal de Brasil sufre su mayor tragedia ambiental en décadas
BRASILIA.- El Pantanal, el humedal continental más grande del planeta que cubre gran parte de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, en Brasil, atraviesa su período crítico en las últimas décadas. El bioma sufre sus peores incendios en más de dos décadas, con casi el 12% de su vegetación aparentemente perdida.
El mes pasado, la agencia espacial de Brasil, Inpe, detectó 1684 incendios en la región, el número más alto en julio desde que comenzó a monitorear en 1998 y frente a menos de 500 en el mismo mes del año pasado. En la primera quincena de agosto se produjeron más de 3000 incendios.
Ambientalistas y científicos a nivel nacional e internacional están preocupados por las exhortaciones del presidente brasileño Jair Bolsonaro para desmontar la tierra con el fin de impulsar el desarrollo económico. El año pasado ya hubo un incremento en los incendios forestales en la Amazonía, muchos de ellos provocados por el hombre para despejar la tierra y dedicarla a la agricultura u otras actividades productivas.
Declarado Patrimonio de la Humanidad y la Biósfera por la Unesco, el Pantanal es un santuario de biodiversidad que se extiende a través de Brasil Bolivia y Paraguay.
En sus 138.000 kilómetros cuadrados, habitan aproximadamente unas 4700 especies, entre plantas y animales. Según los ambientalistas, los animales intentan huir de los incendios. Buscan zonas húmedas, pero con la sequía, los estanques están secos. Algunos se han convertido en barro y los animales que intentan refrescarse ahora están muriendo.
Cadáveres quemados de serpientes, caimanes, lagartos y otros reptiles ya forman parte del escenario devastador del Pantanal. Además de ellos, los osos hormigueros también se han convertido en víctimas, ya que no tienen buena vista y tienen dificultades para escapar del fuego. Muchas aves han perdido sus nidos y por esta devastación también desaparecieron los árboles frutales y otros alimentos de otros animales, exploicó Thainan Bornato, gerente ambiental del Instituto Brasileño de Recursos Naturales Renovables (Ibama), al diario O Globo.
Los incendios que ocurren en el Pantanal cada año pueden ser naturales y, a menudo, a pequeña escala y causados por rayos. Pero los expertos dicen que la crisis de este año parece ser predominantemente provocada por el hombre: fuegos encendidos deliberadamente destinados a despejar la tierra para la cría de ganado o la agricultura.
Con la humedad del aire a nivel de desierto, por debajo del 20%, y sin pronóstico de cuándo va a llover, esta es la peor sequía de los últimos 30 años en el Pantanal.
En los primeros siete meses de este año, el río principal del Pantanal alcanzó el nivel más bajo en casi cinco décadas. La lluvia fue escasa. La deforestación ha aumentado. Los incendios aumentaron. Y la inspección por parte de las autoridades públicas, según entidades que trabajan en la preservación de la zona, ha disminuido.
El 16 de julio, el gobierno brasileño emitió un decreto en el que prohibió la quema de tierras en el Pantanal y en la selva de la Amazonía durante cuatro meses. Sin embargo, tan sólo en el Pantanal se han identificado 1002 sitios con fuego desde que entró en vigor el decreto.
Mato Grosso do Sul ha declarado un estado de emergencia ambiental. Señaló que el periodo crítico de incendios forestales estacionales apenas está empezando y citó condiciones extremas, tales como temperaturas elevadas, fuertes vientos y baja humedad del aire.
Agencia AP y con información de O Globo/GDA
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