Hugo Porta: "Él tuvo la inteligencia de darse cuenta de que sin reconciliación no había democracia"
El ex embajador argentino en Sudáfrica recordó que Mandela lo consideraba su "amigo"; cuando se conocieron, el líder sudafricano lo admiraba como jugador de rugby
Fue un privilegiado. Lo sabe y lo vive con orgullo. Hugo Porta, el mejor jugador de rugby de la historia nacional, fue uno de los argentinos que más momentos compartió con el líder político y espiritual más notable que dio el continente africano en el último siglo, Nelson Mandela. "Era mi amigo", dice con sencillez el ex capitán de los Pumas, que fue embajador de la Argentina en Sudáfrica entre 1991 y 1995.
Fueron cuatro años de gran intensidad. No eran tiempos sencillos en el sur de África cuando llegó a Pretoria, ciudad que se convertiría en su casa. Mandela acababa de salir de prisión después de 27 años y lentamente los sudafricanos empezaban a dejar atrás 46 años de segregación. Se terminaba el infame a partheid. Eran momentos de incertidumbre y violencia. Allí llegó Porta con su esposa, Ana Lía, y sus hijos.
"La primera vez que tuve un contacto con él -recuerda Porta- fue cuando llegué a Sudáfrica a presentar credenciales como embajador. Primero lo hice ante el presidente Frederick de Klerk, en Ciudad del Cabo. Fue un acto con toda la pompa y el protocolo. Y al otro día volé a Johannesburgo y fui a las oficinas del Congreso Nacional Africano [ANC]. Fui con mi mujer a presentarme ante Mandela, que era el presidente en la sombra; ésa fue la primera vez que lo vi. Fue un líder inmenso."
-¿Cómo fue ese encuentro?
-Lo primero que recuerdo fue entrar y verlo a él parado en el medio del despacho; era una persona muy alta, muy bien vestido, con una sonrisa y una simpatía increíble.
-¿De qué hablaron?
-"De ahora en adelante voy a hinchar por el equipo que juegue en contra tuyo, no por tu equipo como lo hice hasta ahora"; eso fue lo primero que me dijo.
-Lo increíble de su relación con él es que Mandela era un hincha suyo.
-Sí, así empezó la historia. Haber sido deportista, haber jugado en Sudáfrica me daba esa ventaja a pesar de que nunca jugué en ese país con la camiseta de la Argentina. Ellos apoyaban a cualquier equipo que fuera a jugar en contra de los Springboks. Para nosotros eran todos iguales, no había divisiones; las entradas que teníamos para los partidos generalmente se las regalábamos a los negros, pero tenían mucho miedo. Nos decían que no podían ir.
-¿Qué diferencias encontró de esa época de jugador, allá por finales de los 70, a cuando se instaló como embajador?
-Llegué como jugador joven. Lo pasaba bien, me divertía mucho en un país muy particular, con unos recursos naturales y una belleza increíble. No tomaba tanta conciencia de cosas que sí debían llamarme la atención. Que hubiese en el tren vagones para blancos y para negros. En los baños públicos se leía que era para blancos exclusivamente. ¡Era fuerte!
-Durante el tiempo que estuvo viviendo allí, ¿cómo era Mandela?
-Al principio era combativo y muy firme. Después de un viaje que hizo por Europa volvió un hombre más moderado, más negociador, pero siempre un líder con una inteligencia increíble. Siempre escuchaba, le interesaba lo que uno decía. El día de su asunción como presidente hay una frase que recuerdo de su discurso: "Never, never and never again" [Nunca, nunca y nunca más]. Como diciendo acá se terminó, acá empezamos de nuevo.
-Fueron tiempos de mucha inestabilidad política, ¿se percibía un estado de violencia?
-Hubo momentos de mucho miedo por no saber cuál iba a ser el futuro y qué era lo que podía pasar. Mandela tuvo la inteligencia como para darse cuenta de que sin reconciliación no podía haber democracia.
-¿Recuerda alguna otra conversación o momento particular con Mandela?
-Tuve encuentros oficiales y algunos encuentros privados. Antes de volverme a Buenos Aires, me invitó a su casa. Me dijo que como éramos amigos me iba a condecorar sin protocolo. Ahí hablamos de las circunstancias que vivían Sudáfrica y el mundo. Él fue siempre muy pro Sur-Sur. Le daba mucha importancia a esa relación y me preguntaba cómo iba la relación bilateral en la parte comercial con la Argentina.
lanacionarMás leídas de El Mundo
Comparadas con Malvinas. Gran Bretaña entregará la soberanía de unas disputadas islas en el Índico tras décadas de reclamos
"Es inaceptable". Tras las críticas durante la visita del Papa, Bélgica tomó una dura medida con el Vaticano
"Acontecimiento catastrófico". El asteroide que extinguió los dinosaurios estuvo “acompañado” de otro que causó un tsunami de 800 metros de altura