Histórico fallo: la Corte le da un triunfo a la comunidad LGTB a pesar de Trump
WASHINGTON.- En una decisión histórica, la Corte Suprema de Estados Unidos volvió a dejar una en el rumbo del país, tal como ocurrió cuando legalizó el aborto o el matrimonio gay, al prohibir que una persona sea discriminada en el trabajo por su orientación sexual o su identidad de género, un triunfo mayúsculo para la comunidad LGTB.
El máximo tribunal de Estados Unidos dictaminó sobre tres casos en un fallo dividido, 6-3, que una ley de derechos civiles de 1964 que prohíbe a los empleadores del país discriminar según la raza, la religión, la nacionalidad o el género se aplica a los miembros de la comunidad LGTB. El gobierno de Donald Trump se había opuesto a esa interpretación de la ley, avalada por los cuatro jueces del ala progresista del tribunal y dos de los magistrados conservadores, Neil Gorsuch –designado por Trump– y el presidente de la Corte, John Roberts.
"Hoy, debemos decidir si un empleador puede despedir a alguien simplemente por ser homosexual o transgénero. La respuesta es clara. Un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transgénero despide a esa persona por rasgos o acciones que no habría cuestionado en miembros de un sexo diferente", escribió Gorsuch, en la opinión de la mayoría.
El fallo marcó otro histórico triunfo en contra de la discriminación y a favor de la ampliación de los derechos para millones de gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero del país, que ahora gozarán de las mismas protecciones laborales que el resto de las personas, un reclamo añejo. En 2015, la Corte ya había legalizado en todo el país el matrimonio gay. Esta vez, la decisión del tribunal fue aún más notable porque dos jueces considerados "conservadores" se sumaron a los magistrados progresista del tribunal. E incluso Brett Kavanaugh, quien escribió una de las opiniones del disenso, justificó su voto en contra en la separación de poderes –consideró que el Congreso debía ampliar la protecciójn, y no la Corte–, pero reconoció, de todos modos, la importancia del fallo.
"A pesar de mi preocupación por la transgresión de la Corte de la separación de poderes de la Constitución, es apropiado reconocer la importante victoria lograda hoy por los norteamericanos homosexuales y lesbianas", escribió Kavanaugh. "Millones de norteamericanos homosexuales y lesbianas han trabajado duro durante muchas décadas para lograr la igualdad de trato de hecho y de derecho. Han exhibido una visión, tenacidad y valor extraordinarios, luchando a menudo contra las dificultades en los ámbitos legislativo y judicial, sin mencionar en su vida cotidiana. Han presentado poderosos argumentos políticos y pueden enorgullecerse del resultado de hoy", afirmó.
El gobierno de Trump había presentado un argumento similar. Los abogados de los empleadores demandados y la administración Trump consideraron en sus presentaciones al máximo tribunal que la comprensión común de la discriminación sexual en 1964 era un prejuicio contra mujeres y hombres, y no abarcaba la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. Si el Congreso quisiera proteger a los trabajadores homosexuales y transgénero, afirmaron, podía aprobar una nueva ley.
"Esta es una gran victoria para la igualdad LGBTQ. Hace más de 50 años, las mujeres trans, negras y marrones, drag queens y lesbianas lucharon contra la brutalidad policial y la discriminación que muchas personas LGBTQ aún enfrentan", dijo James Esseks, director de la Unión America de Libertades Civiles (ACLU, según sus siglas en inglés), que estuvo involucrada en uno de los casos. La aclaración de la Corte Suprema es el resultado de décadas de defensores que luchan por nuestros derechos. El tribunal ha alcanzado a la mayoría de nuestro país, que ya sabe que discriminar contra las personas LGBTQ es injusto y en contra la ley", agregó.
Una de las demandas fue presentada por Aime Stephens, quien trabajó durante años en una funeraria en Michigan y fue despedida cuando dijo que había comenzado un tratamiento para cambiar de género. Stephens murió en mayo por una falla renal. Antes de fallecer, dejó un comunicado listo en caso de un fallo favorable.
"Despedirme porque soy transgénero fue discriminación, simple y llanamente, y me alegra que el tribunal reconozca que lo que me sucedió es incorrecto e ilegal", dijo. "Estoy agradecida de que el tribunal dijera que mis pares transgénero y yo tenemos un lugar en nuestras leyes, me hizo sentir más segura y más incluida en la sociedad", agregó.
"Mi esposa Aimee era mi alma gemela", dijo Donna Stephens, su esposa por dos décadas, quien celebró el fallo de la Corte como un triunfo que honra el legado de su esposa, y garantizará que la personas como ella "sean tratadas de manera justa".
"Estuvimos casados por 20 años. Durante los últimos siete años de la vida de Aimee, se alzó como líder que luchó contra la discriminación contra las personas transgénero, comenzando cuando fue despedida por reconocerse como mujer, a pesar de su reciente ascenso", agregó.
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